LIDERAZGO. Modelo de Fiedler

2.  Tema o temas de la asignatura que se abordan en el artículo.

TEMA 4: LIDERAZGO

En este artículo se trata a fondo el tema del liderazgo y cómo este puede influir en los agentes sociales para lograr cambios, no sólo a nivel de organización sino también sociales, con una influencia abundante en las emociones y en los modelos mentales. Los modelos mentales son espacios cognitivos creados por el líder con el fin de que el mensaje que quiere transmitir (comunicación) no se distorsione y llegue a los colaboradores de manera clara, a través de historias con un fuerte componente emocional.

Un líder es una persona que tiene la capacidad y trata de influir en el comportamiento de las personas, en su actitud, en su rendimiento, sus emociones... es decir, en los modelos mentales que ya tienen establecidos, influenciados por el entorno que les rodea (familia, país, cultura...).

En este artículo se concibe el liderazgo como un comportamiento, algo que puede ser desarrollado y aprendido, que tiene su base en la comunicación.  A día de hoy se sabe que no basta con ser competente en lo técnico, es condición necesaria pero no suficiente para un eficaz proceso de liderazgo. Se puede ser buen emisor de mensajes técnicamente bien elaborados, pero no lograr influir en el comportamiento, en la actitud y en las emociones.  Para un buen y eficaz proceso de liderazgo, el líder ha de saber reconocer y gestionar las emociones propias y de su equipo.

En cuanto a las cualidades y rasgos de los líderes, el artículo hace mención a una investigación,  “Berlo, Lemert y Mertz (1969)”, en la que obtuvieron una uniformidad de las respuestas. Las cualidades que los equipos de trabajadores y seguidores más admiraban de un líder son la honestidad, la ambición para progresar, que sea inspirador (un ejemplo a seguir y una influencia),  y que sea competente en lo técnico.

No obstante, dentro de las teorías del liderazgo clásicas, en este artículo el autor se decanta por la teoría del comportamiento (conductismo). Esta teoría defiende que el proceso de liderazgo es continuo, es algo que se puede adquirir, es decir, los comportamientos del líder se pueden aprender: Un líder se hace, no se nace. Esta teoría tiene como objeto de estudio los comportamientos que ejercen una influencia positiva en el rendimiento de los trabajadores y en su satisfacción.

Mencionando los estudios de la Universidad de Ohio y, en concreto los apartados de la estructura y la consideración, en el artículo podemos ver también aspectos como el grado en que el líder se preocupa por estructurar los requerimientos de las tareas, las responsabilidades propias de los empleados y el grado en que el líder es sensible a los sentimientos de las personas y les ofrece apoyo.

Sin embargo, se destaca la importancia de un liderazgo orientado a los empleados, a las personas, ya que se da mayor importancia a las relaciones interpersonales y a las necesidades de los colaboradores (trabajadores, seguidores...).

Modelo de Fiedler:

• Relación líder-miembro: se refiere al grado de confianza, lealtad y compromiso de los colaboradores con el líder. Este aspecto es muy importante, ya que no hay líder sin equipo, lo que quiere decir que las relaciones interpersonales entre ellos son claves para el desarrollo de la actividad.
• La estructura de la tarea: el grado de claridad de los objetivos. Este aspecto es muy importante puesto que establece la dirección hacia la que han de empujar todos, son el fin que persigue cada organización. Si este fin que se pretende conseguir se establece de manera clara, será más fácil establecer los métodos que hay que fijar para alcanzarlo.
• La posición de poder del líder: hace referencia al grado legítimo que otorga la organización al líder.

En toda organización surgen problemas y conflictos. Los conflictos son síntomas de una comunicación no eficaz y dan lugar a los llamados choques de los modelos mentales. A mayor complejidad y abstracción del mensaje, mayor será la posibilidad de una comunicación ineficaz.  Es el líder el que ha de tratar de resolver los conflictos internos de su organización y de sus colaboradores y para ello ha de construir un modelo mental eficaz y cognitivo. Este modelo mental se consigue a través de una comunicación con un balance entre las emociones y las experiencias compartidas.  La clave de este modelo mental es una comunicación que permita alinear los pensamientos, voluntades y conductas hacia un objetivo compartido.

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