Planeacion Y Organización
Enviado por 198919 • 28 de Enero de 2014 • 2.484 Palabras (10 Páginas) • 339 Visitas
Toda empresa se encuentra expuesta a diversas variables que influyen en su funcionamiento; a esto lo podemos nombrar entorno, en otras palabras, todo aquello que la rodea.
Esto no solo aplica en las empresas, sino en cada uno de nosotros que formamos parte de una sociedad. El conocimiento de ello te dará la posibilidad de contar con información, que te permita tomar decisiones encaminadas a obtener impactos positivos en la organización.
Uno de los temas más relevantes en la administración actual es la responsabilidad social; es cierto que en algunas empresas aún no es considerada como tal, pero se tienen referencias de compañías nacionales e internacionales que la incorporan como parte de su filosofía —como The Coca-Cola Company y Starbucks Corporation—, incluyéndola como parte de las estrategias para obtener un éxito integral. Lo anterior se deriva de la consciencia de reconocerse como parte de una sociedad, para adquirir una responsabilidad con ella.
Al reconocer esta responsabilidad, las decisiones y acciones que se emprendan deben ser tomadas sin olvidar la responsabilidad social. Esto conlleva a seguir una línea que funja como regidora de los actos que asuman las personas y organizaciones. La ética asume este papel importante, ya que gracias a ella, se tiene un código de referencia para saber lo que es y no es correcto hacer.
A continuación, conocerás la importancia de la responsabilidad social y la ética en las organizaciones. Esto ampliará tu percepción sobre la administración.
Se han mencionado diversas definiciones de responsabilidad social, desde realizar actividades en beneficio de la sociedad hasta buscar más que utilidades.
Si bien es cierto que las definiciones antes mencionadas tienen relación con la responsabilidad, no la abordan de manera plena. Esto es necesario, considerando las situaciones actuales en las que se ven inmersos los gerentes o cualquier administrativo, y el impacto que tienen sus decisiones en la organización.
Para tener un mayor acercamiento a la definición de responsabilidad social, comenzaremos por dos conceptos similares: obligación social y sensibilidad social.
A primera instancia, de acuerdo a Robbins y Coulter (2009), se definen de la siguiente manera:
Existe una gran diferencia entre ambas definiciones; por un lado, se tiene la obligación social, en donde el mencionar obligación conlleva un compromiso. En cambio, en el caso de sensibilidad social, la empresa decide asumir el compromiso con la sociedad.
Seguramente, en más de una ocasión, hemos escuchado que es mejor hacer las cosas sin obligación; esto se puede ver claramente ejemplificado en los dos conceptos anteriores. La definición de obligación social se refiere a la concepción clásica: la única responsabilidad social de la administración es maximizar las utilidades (Robbins y Coulter, 2009). Desde esta perspectiva, la empresa hace lo mínimo necesario para cumplir con la obligación que tiene con la sociedad.
A diferencia de esta postura, la sensibilidad social se muestra como acciones que son realizadas más allá de la obligación. En el caso de los gerentes que asumen esta definición, se guían por normas y valores sociales, y toman decisiones prácticas, orientadas al mercado, relacionadas con sus acciones (Robbins y Coulter, 2009).
De acuerdo con lo anterior, se tiene un factor diferenciador entre las dos posturas, en donde los valores y normas, como guías, orientan de diferente forma las acciones que realizamos; podemos decir que la responsabilidad social en la organización es la intención de un negocio, más allá de sus obligaciones legales y económicas, para hacer las cosas correctas y de modo que beneficie a la sociedad (Robbins y Coulter, 2009).
Así, podemos concluir que la responsabilidad social va más allá de nuestras obligaciones, y tiene como fin que las organizaciones no solamente busquen el beneficio propio, sino el de la sociedad, buscando que esta también se vea impactada de manera positiva y con ello mejore nuestro entorno.
La ética tiene cabida en cualquier situación en donde se tenga que emitir un juicio, estos pueden ser desde los más complejos hasta los que hacemos en nuestro día a día. En la administración, no es la excepción. La toma de decisiones es una actividad que lleva inmersa la emisión de un juicio, para elegir la mejor opción según convenga. Por ello, cuando hablamos de juicios, requerimos de referentes que nos guíen en ello. La ética es nuestro referente.
Robbins y Coulter (2009) definen ética como:
La ética es aquella que nos permite definir lo correcto e incorrecto, y está ligada a creencias, valores y principios. Esta situación es la que propicia que se tengan diferentes percepciones en el mundo referente a lo que es y no es correcto, ya que el conjunto de creencias, valores y principios está ligado a la cultura de las personas.
Los gerentes, administradores y cualquier persona que forme parte de la organización, se enfrentarán a dilemas éticos; es decir, situaciones en las que se requiere analizar las posibles soluciones y sus impactos, considerando la ética, con el fin de que nos ayude a tomar la mejor decisión. Un ejemplo en la organización puede ser: ¿es correcto utilizar el automóvil de la empresa para uso personal? Otro ejemplo aplicado en la universidad: ¿es correcto utilizar el equipo de cómputo de la institución para actividades que no estén relacionadas con el estudio?
Es importante que en la organización se realicen acciones que busquen propiciar el comportamiento ético en el personal. Debe ir más allá del buen ejemplo o comportamiento de los líderes hacia sus empleados; los programas ayudan a administrar esta situación. Un ejemplo de ello son los teléfonos de denuncia anónima, en donde el personal puede hablar y denunciar, de manera anónima, alguna situación en donde se haya actuado de manera no ética.
No es necesario esperar a que se presente alguna situación en donde quede evidente el comportamiento no ético de la persona, se puede partir desde el proceso de selección de los empleados, ya que es una oportunidad para aprender sobre el nivel de desarrollo moral, valores personales, fuerza del ego y locus de control de un individuo (Robbins y Coulter, 2009). Es decir, desde la selección del personal, podemos indagar sobre el perfil del individuo y darnos una idea sobre su comportamiento.
La organización debe tener claro cuál es el comportamiento ético que espera de su personal. El código de ética y las normas de decisión son una manera de plasmar los
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