Planes estratégicos

Introducción:

Las pequeñas y medianas empresas presentan un micro cosmos de casos que, sumándole a la incertidumbre internacional. Nos lleva a encontrar una gran cantidad de estilos de liderazgo, manejo y creación/disolución de este esquema de empresarios.

Para abundar en el tema. Primeramente, delimitaremos a una PYME (pequeña y mediana empresa) como aquella empresa que cuenta con hasta 50 trabajadores, y la mediana por su parte; con hasta 250. (Westreicher,2015) Así, este tipo de estructuras presentan una flexibilidad en cuanto a diversos procesos entendidos en el sistema de creación de valores.

El fin de este texto es el llevar a cabo una comparativa entre la falta de planeación estratégica y el uso de las mismas en  las Pymes. Así, encontramos en la revisión bibliográfica propuesta por EconoQuantum “La planeación estratégica en la pequeña y mediana empresa” (Lopez, 2005); una gran cantidad de puntos de vista extendidos a diversos factores que pueden o no tener injerencia en las PYMEs. Este texto publicado relata una historia en donde ciertos ejercicios se ven favorecidos por diversas formas de beneficio. Mientras que otros no tienen en retrospectiva, algo que les permita ser elegido por el desempeño que presentaría el adherirse a este tipo de planeación estratégica.

A pesar de lo extenso de la revisión, el texto se torna un tanto desactualizado en diversos ámbitos. Como lo sabemos, el plano internacional contemporáneo esta en constante zozobra en el último lustro. Y en cuanto al ámbito de negocios, no es poca la cantidad de empresas que presentaron quiebra o un recorte muy fuerte de sus actividades. Es recomendable el hecho de llevar a cabo una actualización con información reciente para verificar la verdadera capacidad de un Plan Estratégico como medio para “Mantener a flote” una PYME o si en verdad no genera dividendos.

Los planes estratégicos son aquellos que presentan una organización para definir aquellos objetivos y redundando, trazar una estrategia para concretar lo anterior. Este documento deberá reflejar lo que se quiere conseguir a futuro y realizar un seguimiento de objetivos y tener planes de contingencia para poder remediar la imposibilidad de concretar los mismos.

Como es señalado en el artículo: la cultura de la organización, el si se presenta en un país en desarrollo o en vías de desarrollo, la flexibilidad y la falta de la misma, son valores que pueden encontrarse en muchas críticas a la implementación de Planes estratégicos. Aún así, en este texto tomaremos en cuenta la información presentada y se dará una parte de actualización donde sea pertinente.

Desarrollo

En cuanto a sus características, según Walterman 2018 los Planes estratégicos deberán contar por lo menos con las siguientes:  

• Valor descriptivo, en esta. Las tareas deberán estar bien definidas.
• Valor Cuantitativo: los objetivos deber poder traducirse en cifras.
• Personalización: las tareas deben asignarse a personal y no a “puestos”
• Valor Temporal, con una fecha fijada y tiempos para completar las tareas indicadas.

Quienes apoyan el uso de estos planes estratégicos empresariales, mencionan que permite reducir la incertidumbre en torno al futuro. Por ello, necesita encontrarse muy bien posicionado en lo actual, pero viendo hacia por lo menos de entre 3 a 5 años.

El plan comenzaría con un análisis interno, en el cual ciertas preguntas deberán responderse para trazarlo lo mejor posible.

Preguntas como ¿Qué imagen tiene al momento la empresa? ¿Cuáles retos presentan al momento? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades como organización? Son las que deberán ser estudiadas para permitir al plan un subsecuente camino por el cual marchar.

Así, un análisis FODA y la misión, visión y valores de una empresa son de las primeras herramientas que nos permitirán encontrar el norte que querremos tomar después.

Continuando con este tren de pensamiento, la actividad externa deberá ser valorada también; haciendo una serie de preguntas y ajustándolas a las metas que se quieren obtener.

¿Contra quien se compite? ¿Qué amenaza al mercado o a la organización? ¿Qué oportunidades pueden ser cosechadas para la empresa? ¿Qué vuelve único al sector en el que la empresa opera?

Al contestar estas preguntas, encontraremos que la matriz presentada nos dará una serie de amenazas y pruebas a seguir para continuar o hacer crecer a la empresa.

Así, pasaremos al punto de definir objetivos. Los cuales tienen como particularidad que deben obedecer a ciertos parámetros. Siendo estos:

Que sean realistas, que sean medibles, que tengan un horizonte temporal basado en las necesidades y metas empresariales. Así como que sean ad hoc a la cultura y política empresarial.

Ahora, al contar con estos objetivos se puede llevar la búsqueda de la unión de estos puntos hacia un futuro. Utilizando procesos por ejemplo como la normalización y la estandarización, la empresa puede posicionarse y saber hacia donde dirigir esfuerzos y los recursos con los que cuente o planee contar.

Estas decisiones, aunque tomadas por mandos superiores de la empresa. Deben ser de conocimiento de los colaboradores. Ya que es necesario poner a la mayor cantidad de personas en la misma vía y definir como hacerlo. (Estrategias como capacitaciones, boletines y carteles, entre otras. Son comúnmente utilizadas para la divulgación de este tipo de información dentro de la empresa)

Al haber concluido con la definición de la estrategia que se considere más oportuna para el caso particular de la empresa, tocará ponerla en juego. Es menester recalcar que esta estrategia deberá abarcar todos los departamentos y personal de la empresa (como se comentó anteriormente).

Las estrategias, al contrario de las tácticas son movimientos que deberán perdurar. Y para verificar que estén dando frutos o dividendos, deberemos de igual manera, establecer fechas para evaluar y ajustar la organización.

Así, se deberán identificar los indicadores que realmente sean útiles para medir a la empresa, así como realizar un seguimiento y análisis del plan trazado. Y por último realizar mediciones y evaluar si el plan fue una opción verdaderamente acertada.

Estos periodos variarán, pero deben de igual forma permitir a la empresa el asentamiento de los mismos para poder ser significativos. “No por mucho madrugar se amanece más temprano”, así que hay que tomar en cuenta que los procesos en los cuales el ingrediente humano está presente. Puede tomar tiempo, esfuerzo y otros recursos para adherirlo al plan estratégico.

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