RE: Docencia Igual A Estrés
Enviado por lec0612 • 30 de Enero de 2013 • 32.212 Palabras (129 Páginas) • 323 Visitas
LA PROSPECTIVA. QUE ES Y PARA QUE SIRVE SECRETARIA PARA LA TECNOLOGIA, LA CIENCIA Y LA INNOVACION PRODUCTIVA DIRECCION NACIONAL DE PLANIFICACION Y EVALUACION Lic. Luis Forciniti - Lic. Jorge Elbaum Diciembre de 2001 CONTENIDO
1. La prospectiva En muchas ocasiones quienes piensan en el futuro se sienten comprometidos con su modelación y su construcción diaria. De alguna manera, gran parte de los investigadores orientados a estudiar los futuros posibles están convencidos de que su relevamiento supone una herramienta indudable para moldear los caminos y los horizontes del porvenir. No obstante, los estudios de futuro no son ejercicios de ciencia-ficción o simples planteamientos visionarios de pensadores futuristas. Tampoco son discursos proféticos o repeticiones de tendencias a partir de presentes supuestamente inmutables. Los estudios de futuro exigen manejos metodológicos específicos y controles racionales y discursivos aptos para no "caer" en simplificaciones y futuros deseados que no se puedan realizar. Son ejercicios sistemáticos y pormenorizados más que hipótesis clarividentes. Son estudios críticos y contrastables más que certezas indudables. Al igual que en el caso del conocimiento científico. Siempre dejan lugar para otros futuros o escenarios posibles. Sus resultados y sus procedimientos son compartibles con otros investigadores y no se postulan como el resultado mágico de un grupo de iluminados que son capaces de mirar el futuro en una bola de cristal. La diferencia más importante entre el futurismo y los estudios de futuro radica en la contrastación permanente y el monitoreo que postulan y practican
los segundos. Mientras los futuristas edifican un porvenir imaginario a partir de sus intuiciones, quienes realizan estudios de futuro contrastan sistemáticamente sus previsiones y sus sospechas con otros actores así como con tendencias, proyecciones y diferentes escenarios posibles. Esto no significa que los estudios prospectivos puedan realizarse con autonomía de las valoraciones de quienes las desarrollan. Implica que los deseos y las valoraciones pretenden ser controladas y contrastadas tanto con otros sujetos (que poseen valoraciones diversas) como con datos de la realidad que puedan refutar a los simples deseos del investigador. Asimismo, la prospectiva no constituye una mera proyección de los sucesos actuales sino un punto de partida para el diseño y la elaboración de políticas y estrategias destinadas a alcanzar los objetivos de cualquier institución u organización en las sociedades contemporáneas. La prospectiva posee una orientación propositiva, es decir, que esta fuertemente vinculada con la toma de decisiones. Con la previsión de lo que puede suceder y con las acciones que se deben llevar a cabo para que los sucesos del futuro se transformen en una ayuda y no en un estorbo o en una frustración. A diferencia de otro tipo de estudios científicos, que en algunos casos pueden tener una búsqueda teórica, la prospectiva es pragmática: busca conocer para trasformar. En palabras de Godet: "El sueño fecunda la realidad; conspirar por un futuro deseado es no sufrir más por el presente. Así, la actitud prospectiva no consiste en esperar el cambio para reaccionar -la flexibilidad por sí misma no conduce a ninguna
parte-, sino que pretende dominar el cambio en el doble sentido, el de la preactividad (prepararse para un cambio esperado) y el de la proactividad (provocar un cambio deseado): es el deseo, fuerza productiva del futuro."
Quienes hacen prospectiva están generalmente preocupados por la sustentabilidad y los senderos sobre los que se van construyendo los futuros. Consideran que las decisiones que se toman hoy generan tendencias hacia determinados horizontes. Y que las decisiones que no se toman hoy pueden impedir la posibilidad de construir determinados futuros. Esto significa que cada determinación, o la suma de ellas, van esculpiendo una serie de futuros posibles. Y decimos en plural "futuros" porque no todo es previsible y no sabemos cómo pueden actuar los individuos, los grupos y las instituciones. El futuro es una construcción colectiva que no puede ser delineado indefectiblemente. Sin embargo, sabemos que existen tendencias. Conocemos, por ejemplo, que en una sociedad que asume el pluralismo, la equidad y la resolución pacífica de sus conflictos como forma de convivencia diaria es más probable que se alcancen futuros democráticos que en aquellas sociedades en donde las consignas cotidianas riman más con el autoritarismo, con la violencia, la injusticia y la corrupción. Este proceso es muy similar al refrán popular de que cada persona cosecha lo que siembra. De alguna manera el presente es la siembra y en el futuro se recolecta el resultado de lo que se ha hecho. Aunque no haya garantías (porque los desastres naturales o los imponderables son posibles) es más probable una buena cosecha en el campo de quien
sembró con dedicación e inteligencia, que en otro terreno donde se diseminaron semillas sin responsabilidad ni cuidado. Los estudios prospectivos suelen estar comprometidos no sólo con la sustentabilidad del desarrollo sino con la superación de los problemas del presente. Quienes estudian el futuro consideran que no hay determinaciones que impliquen condenas a repetir el presente. Creen que es posible, con voluntad y reflexión crítica, vencer las fuerzas sociales o naturales que impiden el mejoramiento de la calidad de vida. Y que algunas tendencias que hoy parecen modelar un futuro determinado pueden ser vencidas con voluntad, rigurosidad, inteligencia y trabajo. De la misma manera que no hay presentes únicos (que siempre es posible tomar más de un camino) también es verdad no que no hay futuros únicos. Que cada uno de los futuros posibles son hijos de las opciones que se deciden en el camino. Otro de los beneficios que conlleva la prospectiva es que permite generar consensos, articular futuros deseables (dentro de los posibles) y contribuir desde las políticas y las acciones presentes a delinear proyectos de futuro. De esta manera, quienes realizan estudios de futuro se encuentran comprometidos con la discusión sobre agendas de políticas y la jerarquización de acciones dispuestas para encaminar los presentes. Quienes realizan estudios prospectivos comienzan por entender el pasado e interpretar cómo esos pasados dieron origen a este presente. O para plantearlo de otra forma, cuáles aspectos de esos pasados fueron verdaderamente responsables de orientar su propio futuro. Las generaciones futuras dependen no
sólo de las decisiones que tomemos en el presente sino de las formas en que imaginamos el futuro. Las proyecciones que hacemos sobre el mañana suelen influir o por lo menos condicionar ese porvenir; si, por ejemplo, especulamos con que el futuro nos depara sólo destrucción, aparecerá
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