Teoría del conocimiento
Enviado por ortizzaira • 14 de Junio de 2014 • Ensayo • 1.053 Palabras (5 Páginas) • 249 Visitas
diferencia de Platón, Aristóteles elabora una teoría del conocimiento que tiene dimensiones psicológicas. Distingue dos órdenes del conocimiento: sensitivo e intelectivo. El primero es la fuente de todos nuestros conocimientos y se caracteriza por su particularidad. Es verdadero pero no científico, pues está sujeto a la singularidad y movilidad de las cosas y porque no distingue lo substancial de lo accidental. El conocimiento científico requiere fijeza, estabilidad y necesidad y sólo puede llegar a constituir ciencia el conocimiento intelectivo, capaz de producir conceptos universales. Sin embargo, sin los sentidos no puede haber conocimiento directo de las cosas y por lo tanto tampoco puede haber conceptos. «Nada hay en el entendimiento que no haya pasado primero por los sentidos». La inteligencia no puede elaborar conceptos universales sin la estrecha colaboración y dependencia del material que l proporcionan los sentidos. Los sentidos perciben lo que en el objeto hay de particular y de móvil, se detienen en la percepción de los accidentes. Mientras que el entendimiento capta lo que hay de común y de permanente, penetra hasta conocer la esencia. El instrumento para esto es la abstracción, la cual no puede alterar la esencia de los objetos, sino representárselos tal como son, aunque no en su peculiaridad sino en universal. Si el concepto universal expresa la esencia de las cosas corpóreas, el entendimiento no puede prescindir de los dos co-principios que constituyen su esencia, materia y forma, puesto que falsaria su representación o destruiría la esencia. En suma, el concepto es la representación de un todo abstracto, correspondiente a otro todo individual y concreto. Aunque no es necesario que el concepto universal sea abstraído de una pluralidad de individuos semejantes, un solo individuo basta para que el entendimiento pueda ejercer sobre él su labor abstractiva, percibiendo su esencia permanente y prescindiendo de lo que hay de mudable en su particularidad concreta. El concepto universal representa a todos y a cada uno de los individuos y es aplicable unívocamente a toso y a cada uno de ellos, pero no en lo que los distingue en su particularidad, sino en lo que todos coinciden en la totalidad.
Los conceptos universales los podemos considerar en sí mismos, en su aspecto ontológico, en cuanto realidades que se hallan en la inteligencia o como productos vitales elaborados por la actividad abstractiva. También podemos considerarlos como predicados lógicos, que expresan un todo abstracto, con extensión universal. Las palabras son signos representativos de los conceptos y de las cosas, y por lo tanto son también verdaderos universales, puesto que una misma palabra se aplica para designar a una multitud de individuos diferentes.
El problema que reciben los medievales se encontraba desastrosamente planteado y embrollado por el neoplatónico Porfirio y del neoplatonizante Boecio. La cuestión aparece planteada en varios sentidos: los universales 1) Subsisten como substancias separadas (platonismo). 2) No subsisten como substancias separadas; sólo son conceptos del entendimiento (aristotelismo, según Porfirio). 3) Subsisten fueras de las cosas y son corpóreos. 4) Subsisten fuera de las cosas y son incorpóreos. 5) Subsisten separados de las cosas sensibles. 6) Existen en las cosas sensibles.
A) Subsisten como substancias
1) Son substancias incorpóreas.
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