Tiempos Modernos, ¿Economía Moderna?

Tiempos Modernos, ¿Economía Moderna?

Entre más pasa el tiempo, el mundo se va modernizando cada vez más, gracias a la increíble y sofisticada tecnología que el ser humano ha logrado alcanzar. Podría decirse que casi todos los días surge un nuevo invento o alguna mejora en los aparatos existentes, siempre se busca que la tecnología sea sofisticada y moderna y así poder llamar la atención de los consumidores, quienes también buscan la mejor calidad y lo último en tecnología. Pero a lo que quiero llegar con todo esto, es que la tecnología en el presente, está significando una amenaza para la forma de vida que habitualmente veníamos teniendo hasta hace unos años o a la manera  de realizar diferentes actividades, como en este caso, a lo que nos estamos enfocando: el uso de billetes y monedas.

Digo amenaza, porque verdaderamente los medios electrónicos están reemplazando a los medios físicos en un gran nivel, la gente quiere estar a la vanguardia y no quedarse estancada en el pasado y no digo que esté mal, al contrario, las personas debemos evolucionar junto con los nuevos tiempos, pero ¿qué tan ventajosas podrían resultar las nuevas formas de pago, transacciones y manejo del dinero para las personas en la actualidad?

Seamos realistas, si llevamos a cabo una encuesta sobre qué es preferible usar para el manejo del dinero, medios electrónicos o medios físicos, la mayoría respondería que medios electrónicos, pues vivimos en una época en la que la gente busca una mayor seguridad para su dinero, además de los problemas de inseguridad y delincuencia que padecemos, es comprensible que la gente ya no quiera cargar con billetes y monedas de un lado para otro como si fueran cualquier cosa, todos desean cuidar de su economía con las mejores opciones posibles, como lo es la banca electrónica.

Sabemos que en la actualidad, podemos realizar cualquier tipo de pago por medio de internet o cualquier medio electrónico, como lo son el pago de la luz, del teléfono, pago de colegiaturas, compras y ventas por internet o bien, depósitos, transacciones, retiros, etc. Y debemos aceptar que esto resulta bastante cómodo y fácil, además de que es rápido y seguro, entonces todo esto parece atractivo ante los ojos de cualquiera y cada vez son menos las personas que realizan las operaciones económicas físicamente, es decir utilizando sus billetes y monedas en persona, aunque tampoco podemos negar que nunca dejaremos de usarlos para interacciones simples como pequeñas compras en el mercado, la miscelánea, o puestos sencillos, en donde las compras y ventas siguen siendo a la antigua y seguramente así permanecerán.

Actualmente existen diversos medios de pago alternativos al efectivo, los que con el paso del tiempo se han ido multiplicando y mejorando gracias a la nueva tecnología, como consecuencia de esto el uso de efectivo ha ido disminuyendo paulatinamente. Las personas ya no se preocupan por cuidar y darles una buena utilidad a sus billetes y monedas, ahora cuentan con tarjetas de crédito o débito que remplazan la necesidad de cargar con ellos una fuerte cantidad de efectivo.

Hoy en día la utilización del efectivo como un medio de pago supone mayores costes y mayores riesgos en cuanto a la seguridad, pues los niveles de delincuencia han incrementado notoriamente en el país. A pesar de todo esto, las estadísticas realizadas por diferentes organizaciones muestran que el efectivo continúa siendo el medio de pago más frecuentemente utilizado por la población, por ser considerado el medio de pago más rápido y simple, su uso no requiere de ninguna tecnología en especial y puede ser utilizado de manera anónima, lo que facilita su uso, además de tener un amplio campo para las transacciones, desde las de bajo importe hasta las de una cantidad significativa. El efectivo, como cualquier otro medio de pago, tiene ciertas desventajas; es un inconveniente el deterioro y ensuciamiento que adquieren después de un largo periodo de utilización, la falsificación y otros aspectos en el tema de seguridad también resultan problemáticos para los usuarios y los encargados de regular la cantidad de efectivo en circulación pues  lamentablemente hoy en día el uso incorrecto de la tecnología permite conseguir de manera más sencilla acceso a información personal y así llevar a cabo robos y otros actos de delincuencia. Afortunadamente contamos con nuestra propia Fábrica de Billetes del Banco de México y como es de esperarse, ya se han tomado cartas en el asunto y se han implementado, al igual que en otros países, diversas medidas para controlar este problema en nuestro país, como el tipo de papel con el que están fabricados los billetes, en el caso de México, sustrato polimérico para los de menor denominación (veinte y cincuenta pesos) ya que son los billetes de mayor circulación, además de las diversas técnicas de impresión utilizadas, como la multicolor, la calcográfica y tipográfica, y por otro lado, los elementos de seguridad, que en México se eligieron los más convenientes posibles, como el hilo 3D, la tinta ópticamente variable, la marca de agua registrada, el registro perfecto y la microimpresión. Todos estos factores, que contribuyen a que cada vez sea más difícil la falsificación y deterioro de nuestros billetes.

El efectivo es la manera de pago más conocida por los usuarios, sobre todo por los de mayor edad que en ocasiones no cuentan con el acceso necesario a la tecnología para efectuar pagos vía internet, o no tienen los conocimientos para realizarlos. Muchas personas son conservadoras en cuanto a sus hábitos de pago, por esto es  importante que recalquemos en la población la importancia de darle una buena utilidad a las monedas y billetes y de mantenerlos en buen estado, porque no solo son indispensables para satisfacer nuestras necesidades diarias sino que además son un símbolo de nuestro país, ya que en ellos se muestran personajes importantes que dejaron una marca en la historia de nuestra nación, además de que en cada uno de los billetes está representada la cultura de nuestro país.

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