Un fundamento humano en las comunicaciones efectivas

Un Fundamento Humano para la Escucha Activa Efectiva

Omar A.Vivanco Núñez

En la actualidad, es de vital importancia saber escuchar, mucho énfasis se le otorga a los programas de cómo hablar en público, cursos de oratoria, e incluso cursos de redacción, pero pocos se especializan o capacitan en la escucha activa, es decir, saber escuchar a otras personas. Los objetivos que Dulcic, M. y Fajardo, P. (2008) recomiendan es: (a) reconocer en la relación con los otros qué conductas no verbales reflejan una escucha activa, (b) tomar conciencia del valor de las conductas no verbales para la escucha activa. Por otro lado, existen técnicas que la página oficial de Estudios: guías y estrategias (1996) recomienda: (a) Focalícese en el otro, siga y entienda a la persona que está hablando como si estuviera en su lugar. (b) Preste atención a los signos no verbales que muestre el orador, no se oponga o esté de acuerdo con el tema, sino deje que los pensamientos sigan su curso y (c) Involúcrese, responda en forma activa a las preguntas o directivas, asimismo, parafrasee los puntos más importantes.

Los objetivos y técnicas antes mencionadas pueden ser de mucha ayuda, sin embargo, queda de por medio una pregunta ¿Cuál es el verdadero fundamento para aprender o desarrollar la escucha activa?

La escucha activa puede ser entendida como la habilidad de escuchar lo que otra persona está expresando directamente ya sea: sentimientos, ideas o pensamientos que nacen a través de lo que desea expresar. Otra definición muy parecida a la anterior es la que expresa el Diccionario de la Real Academia (2001) a través del concepto empatía como: Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Entonces podemos intuir que la clave para una comunicación activa es guardar el mayor tiempo una empatía con las personas; de esa manera podremos estar preparados para cualquier demanda, pedido, ayuda, informe o consejo que nos soliciten desde nuestros seres más cercanos hasta las personas con las que nunca hemos tenido contacto alguno.

Si la clave es la empatía, entonces la pregunta sería: ¿Cómo fortalecer o despertar nuestra empatía?. En la internet y en libros especializados se pueden encontrar una serie de información que sustentan la forma en cómo transformar personas que escuchan activamente e incluso recomiendan pasos y talleres, sin embargo, pocos son los que analizan y fundamentan que la escucha activa no tiene la finalidad de actuar con prudencia, simpáticos o diplomáticos con el propósito de enganchar o vender una imagen que posiblemente no lo es, sino de estar tratando con un ser humano que piensa, actúa y siente. Así, uno de los mayores fundamentos del ser humano como tal, lo podemos encontrar en la Doctrina Social de la Iglesia, que defiende fuertemente la dignidad del hombre. Y no se piense que al hablar de ello, se tocarán tópicos de cristianismo, teología, cruzadas, etc. sino al hombre con sus necesidades y como tal. Ésta doctrina expone sus consecuencias directas del hombre en la vida social encuadrando incluso el trabajo cotidiano y las luchas por la justicia, una fuente insaciable por la unidad y paz frente a los conflictos que surgen inevitablemente en el sector socioeconómico. (Nguyen, 2000)

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