Análisis funcional de una conducta de estudio
Enviado por saralorenzo • 25 de Marzo de 2021 • Práctica o problema • 4.841 Palabras (20 Páginas) • 127 Visitas
Tratamientos Psicológicos I
TRABAJO 1
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Terapias de tercera generación
- INTRODUCCIÓN
En los últimos años se puede apreciar la aparición de una serie de terapias con nombre propio dentro del ámbito de terapia cognitivo-conductual, la “Tercera Generación”.
La tercera generación de la terapia de conducta está situada a partir de 1990, pero su auge se produjo en 2004. Esta tercera generación es el desarrollo del análisis funcional, desarrollo identificado como “análisis de la conducta clínica”, con el fin de subrayar su interés en la clínica de los pacientes ambulatorios. Representa un salto cualitativo debido a que las técnicas que engloba están orientadas a que la persona actúe con la responsabilidad de la elección personal y la aceptación de los eventos privados que conlleve ese proceder.
La emergencia de esta generación es debida al desarrollo del análisis de la conducta y del conductismo radical, así como de las limitaciones de la terapia cognitivo-conductual. Otras numerosas razones fueron: el desconocimiento sobre por qué funciona o fracasa la terapia cognitiva, la existencia de concepciones radicalmente funcionales del comportamiento humano y la curva acelerada de investigaciones básicas en lenguaje y cognición desde una perspectiva funcional.
En esta emergencia están influyendo a su vez los límites de la terapia cognitivo-conductual. Estos son: la desvirtuación del sentido contextual e ideográfico original de la terapia de conducta y ciertos problemas de eficacia.
Las aportaciones de las terapias de tercera generación podrían situarse en el marco general de un replanteamiento contextual de la psicología clínica. Este replanteamiento es importante en el estado actual de la psicología clínica, dominada por el `modelo médico´, también identificado como `modelo del déficit´, puesto que supone que hay un déficit en la base de los trastornos mentales.
Este replanteamiento contextual tendría una principal tarea en la desmedicalización de los problemas psicológicos. Razones para ello están fundadas en una discusión sobre la naturaleza de los `trastornos mentales´, pues estos son hechos reales a la manera médico-psiquiátrica por conveniencias.
La desmedicalización de la depresión está propuesta por Jacobson y Gortner a partir de una de las terapias de la tercera generación, la Terapia de Activación conductual.
La aportación de la tercera generación concierne a la psicopatología, ofreciendo alternativas a las categorías al uso. En el tratamiento es donde estarían las aportaciones más significativas, la aportación terapéutica formulada como principio sería: abandono de la lucha contra los síntomas y en su lugar reorientación de la vida. Se propone una aceptación y reconstrucción del horizonte de la vida, ya sea en términos de orientación a valores (Terapia de Aceptación y Compromiso), o de activación conductual (Terapia de Activación Conductual). Es un principio terapéutico difícil de llevar a cabo, por ello son terapias complejas, que requieren ideas claras. La novedad en esta generación es el estudio sistemático del principio.
Abarca una serie de terapias, de las cuales las primeras con `nombre propio´ fueron la Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC) y la Psicoterapia Analítica Funciona (PAF) y la Terapia de Conducta Dialéctica (TCD), reconocidas en un comienzo como psicoterapias conductistas radicales.
Comenzaron a establecer el punto de vista contextual de la terapia de conducta frente al punto de vista cognitivo.
La Terapia de Activación conductual surge de estudios cuyo fin era el desmantelamiento de los componentes de la terapia cognitiva de la depresión de Beck, que mostraron que el componente decisivo es el conductual. A raíz de esto el componente conductual fue tomado como terapia por sí misma, dando lugar a esta terapia. Tras esto se llevaron a cabo nuevos estudios empíricos y se desarrollaron nuevas formas de aplicación.
Los puntos novedosos de esta Terapia de Activación Conductual son: el énfasis en el contexto ambiental de la vida de los clientes, el insistente aliento al cliente para su compromiso con actividades que entren en contacto con reforzadores naturales, la modificación del ambiente, la focalización en el patrón de evitación conductual, el entendimiento contextual e ideográfico de la conducta humana y el énfasis en las contingencias naturales más que en la conducta gobernada por reglas.
Las terapias de conducta de tercera generación serían: Terapia de Aceptación y Compromiso, Psicoterapia Analítica Funcional, Terapia de Conducta Dialéctica, Terapia Conductual Integrada de Pareja, Terapia de Activación Conductual, Terapia Cognitiva con base en Mindfulness y otras, variantes de la Terapia Cognitivo-Conductual
- La Activación Conductual (AC) y la Terapia de Activación Conductual para la Depresión (TACD)
El origen de la activación conductual como terapia para la depresión podemos establecerlo con Ferster (1973), quien publicó un artículo clave para orientar la intervención conductual de la depresión. En este, apostaba por el análisis funcional y desde este explicaba el estado depresivo como consecuencia del descenso del reforzamiento positivo originado por la falta de emisión de conductas adaptativas.
A estas aportaciones se sumaron las de Lewinson (1974), para el cual el descenso en la tasa de reforzamiento positivo contingente constituía el principal determinante de la situación depresiva,
Con estos trabajos, Ferster y Lewinson fueron pioneros en un análisis comportamental de los estados depresivos y sentaron las bases para la intervención con objetivos de tratamiento centrados en el incremento de actividades de refuerzo, bloqueo de la evitación y recuperación de interacciones sociales. A la par, Beck presentó su terapia cognitiva para el tratamiento de la depresión, considerada cognitivo-conductual por sus técnicas.
Durante un tiempo se asumió que un tratamiento combinado de técnicas conductuales más cognitivas junto con medicación antidepresiva en casos más graves, era lo mejor que podía ofrecer la clínica actual. Sin embargo, en una serie de investigaciones se puso en cuestión que las técnicas cognitivas fueran un importante factor de cambio.
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