CAPITULO VII. “INTELIGENCIA” MEXICANA

Megan Mederos Suarez

Ética, Identidad y Profesión

13 02 2016

CAPITULO VII. “INTELIGENCIA” MEXICANA

Dándole seguimiento a lo ya mencionado en capítulos anteriores, el autor hace notar  como los cambios históricos marcan razones por las que actuamos y somos así. Con Vasconcelos, educación moderna, y con Justo Sierra, educación de nuestra tradición, se marcan ciertas contradicciones por estos dos polos sobre la educación  mexicana. Dentro del termino “inteligencia” mexicana sobreentendemos que entran los poetas, escritores, pintores, músicos, maestros, etc., así como también sabemos que estos fueron parte del movimiento revolucionario. Esta época también se observa como vuelven las artes olvidadas; para Vasconcelos la educación es una imagen que se concibe del mundo y la cual reclama una planeación de la vida. El volver a la tradición es volver en nosotros mismos y en algún punto darnos cuenta que seguimos siendo parte de la tradición universal de España, es decir, nuestros movimientos revolucionarios fueron nulos al pensar que adoptaríamos una especie de independencia.

        El movimiento revolucionario mexicano se puede definir como una búsqueda de nosotros mismo, de nuestro origen y del orden. Volviendo a retomar el tema de la educación, con Carranza se modifica el articulo 3, exigir dar una educación laica y socialista, en consecuencia esto trajo la gran interrogación de los filósofos y preocupación sobre el tipo de educación de los jóvenes mexicanos, ya que esta educación era contradictoria a lo que pensaban los “inteligentes”, además se presenta el problema sobre como expresarse sin tener que llegar a ese punto de “desnudarse” completamente pero, al mismo tiempo sin que excluyan su participación.

        La gente joven que no participo militarmente encontró la función de ser consejeros intelectuales, así como se llego al punto de que los problemas no se discutían sino se cuchicheaban, es decir no se le ponía la atención y seriedad indicada. Con la revolución mexicana se descubrieron partes de México y con estos descubrimientos, Samuel Ramos busca quitarle a México sus múltiples máscaras y mostrarnos, como ya lo habíamos comentado, la actitud de los mexicanos al momento de expresarse como se ocultan y comienzan a creer mentiras que terminan siendo máscaras. El mexicano se construye negándose a si mismos en su pasado; Jose Gaos, maestro joven de la “inteligencia” mexicana, piensa que es mejor impulsar a los jóvenes a que creen y no solo a aprender.

Hemos estructurado un lenguaje erróneo, el cual aviva al ser enmarañado en vez de crear un orden. Se llega a un punto donde nosotros debemos de ser la respuesta a nuestras interrogaciones. La mexicanidad es significado de no ser uno mismo sino de buscar una manera de vivir en base a otras cosas. A O´Gorman le preocupa a lo que le llamamos América, ya que este no es un lugar con ubicación geográfica sino una idea, un concepto histórico, es decir algo que se fue creando con el tiempo. La historia fue conformada por verdades de diferentes culturas que chocaban entre ellas. En conclusión la revolución mexicana hizo que nos despegáramos un poco de nosotros mismos y que nos planteáramos una necesidad de crear un futuro, siendo así la historia universal el laberinto de todo hombre.

CAPITULO VIII. NUESTROS DÍAS

En este capitulo el autor menciona el ser nosotros mismos como un descubrimiento de aspectos en nuestro interior, pero gracias a que no fuimos nosotros mismos, es decir ignoramos aspectos de nuestro interior, la revolución no llego a formar una sociedad ideal. La historia tiene una lógica que sigue continuamente, el autor menciona como aquel que descubra el funcionamiento de esta logística puede tener el poder del futuro, saber como funciona y que consecuencias traerá dichas acciones. Para algunos pueblos el progreso era significado de normalidad, es decir de ser incluidos en los aspectos sociales; esto implico un constante cambio en la sociedad lo cual resulto ser un factor importante para que esto estuviera sucediendo.

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