COMPARAR LAS ACTITUDES PRO AMBIENTALES ENTRE LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO Y CUARTO AÑO DE LA UNIDAD EDUCATIVA INSTITUTO SAN ANTONIO EN EL PERIODO ESCOLAR 2016 – 2017

COMPARAR LAS ACTITUDES PRO AMBIENTALES ENTRE LOS ALUMNOS DE PRIMER  AÑO Y CUARTO AÑO DE LA UNIDAD EDUCATIVA INSTITUTO SAN ANTONIO EN EL PERIODO ESCOLAR  2016 – 2017

GABRIEL ALEJANDRO COLMENARES MARTINEZ

LUIS MOISÉS FALCÓN GONZÁLEZ

YOSNAYLIN ISABEL GALLO GUEVARA

UNIDAD EDUCATIVA INSTITUTO SAN ANTONIO

CARACAS - EL PARAISO

2016

COMPARAR LAS ACTITUDES PRO AMBIENTALES ENTRE LOS ALUMNOS DE PRIMER  AÑO Y CUARTO AÑO DE LA UNIDAD EDUCATIVA INSTITUTO SAN ANTONIO EN EL PERIODO ESCOLAR  2016 – 2017

GABRIEL ALEJANDRO COLMENARES MARTINEZ

LUIS MOISÉS FALCÓN GONZÁLEZ

YOSNAYLIN ISABEL GALLO GUEVARA

TRABAJO DE INVESTICIÓN PARA OPTAR AL TITULO DE BACHILLER EN CIENCIAS

TUTORA: PROFESORA, WENMAR RUMBOS

UNIDAD EDUCATIVA INSTITUTO SAN ANTONIO

CARACAS - EL PARAISO

2016

CAPITULO I

 EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

El problema del progresivo deterioro ambiental y social se ha atribuido a ciertas creencias o formas de ver el mundo que establecen, en gran parte,  los valores y las actitudes con respecto al medio ambiente y a los otros seres humanos que generarán determinados comportamientos o conductas ecológicas. Todo esto en conjunto determina la cultura ambiental que identifica  a los pueblos. Por tal  razón es importante formar desde edades tempranas una adecuada cultura ambiental, como una alternativa para preservar el medio ambiente y garantizar la supervivencia de las especies.

Estamos viviendo una etapa de cambios rápidos y crecientes en el avance de la ciencia y tecnología que nos ha llevado en estos últimos 45 años al desarrollo de ciertas costumbres y pensamientos que favorecen la cultura del consumismo moderno y a su vez al consumo cada vez más excesivo de los recursos naturales.

Por eso, la educación sobre este tema que es una educación particular la cual es educación ambiental, es una responsabilidad compartida por la sociedad y la familia, la cual constituye el escenario fundamental del desarrollo integral de los niños y adolescentes, tanto los docentes como los padres participan activamente para que los jóvenes desarrollen una conducta pro ambiental.

Una educación ambiental (EA) ha sido definida muy claramente en el Seminario Internacional de la EA (Belgrado, 1975), como una metodología activa centrada en modificar actitudes frente al entorno que nos rodea. Metodología que proporciona conocimientos sobre el medio entorno y su problemática, que crea actitudes para detectar la problemática ambiental, y que desarrolla un espíritu crítico y participativo tendiente a mejorar el Medio Ambiente (MA).

Para educar hacia el Medio Ambiente (MA), se necesita inculcar valores y actitudes pro-ambientales, especialmente en la juventud escolar, sin embargo dicho proceso educativo no se podrá llevar a cabo si antes no se forma en EA a los docentes, son éstos últimos los que pueden  transmitir y modelar, en sus alumnos, una interacción sana con el MA, utilizando sus conocimientos y haciendo transparente su conducta ambientalista. Para empezar a explicar que es una actitud pro ambiental, hay que conocer el significado psicológico de que es actitud, Eagly y Chakien (1993) describen que “ La actitud es una tendencia psicológica que se expresa mediante la evaluación de una entidad (u objeto) concreta, con cierto grado de favorabilidad o des favorabilidad”, esto quiere decir que la persona tiene que tener un comportamiento a la situación, que se mide si la favorece o no, si no lo favorece se podría decir que la persona no tiene un comportamiento adecuado afectando así su actitud ,y por el contrario si es favorable su comportamiento tiene una actitud adecuada.

Una actitud pro ambientalista es el comportamiento de un individuo que interactúa con su medio ambiente, por ejemplo, si el individuo bota desperdicios en los parques, si maltratas las plantas, no cierra la llave al realizar el cepillado de sus dientes, si deja la luz encendida toda la noche, entre otros. La actitud ambiental no solo se mide individualmente, también se mide en agrupaciones, instituciones, e incluso se puede medir la actitud de una nación, si en este país existe un gran número de contaminación, nivel de deforestación, tratamiento de aguas entre otros aspectos.

               Estudios realizados en la Universidad Complutense (Madrid, 1995), cuyo estudio mide la actitud pro ambiental que poseen los estudiantes universitarios, se seleccionó 50 opciones y se aplicó una escala Likert (que va desde “muy de acuerdo” hasta “muy en desacuerdo”), los resultados que obtuvieron fueron acordados como en normalidad ya que obtuvieron un porcentaje de 74.4% de muy de acuerdo con y un 25.5% de muy en desacuerdo, se pudo llegar a la conclusión de que estos estudiantes poseen una buena educación ambiental inculcada por sus unidades educacionales previas.

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