ESTRUCTURACION DEL ACUERDO TERAPEUTICO. EL MARCO DE TRABAJO.

UNIVERSIDAD PRIVADA DE MICHOACAN
“Educación constante, servicio de excelencia”

LICENCIATURA EN PSICOLOGIA

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SEMINARIO DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

ESTRUCTURACION DEL ACUERDO TERAPEUTICO. EL MARCO DE TRABAJO.

Elaborado por: Gamiño Molina Karla Yubaniyali

Maestro: Isaac Santana Camarena

ESTRUCTURACION DEL ACUERDO TERAPEUTICO. EL MARCO DE TRABAJO.

Algo que yo ya conocía y que considero importante es que después de que el paciente y el terapeuta llegan al acuerdo de iniciar un tratamiento terapéutico es importante que queden claro los objetivos que se pretenden alcanzar con esta, así como la relación que existirá entre ambos, el tiempo que durarán las sesiones y la frecuencia de estas, sin embargo, por mi parte desconocía que el hecho de aclarar cada uno de estos aspectos se denomina “marco de trabajo”,

Por otro lado, respecto al dilema de si las sesiones terapéuticas deben ser focalizadas o con libertad de asociaciones, considero que es importante que se evite un dialogo sin rumbo y se pueda lograr que la sesión sea focalizada para el terapeuta pero libre para el paciente. Dicho de otra manera, el paciente podrá tener la libertad de expresar todos sus pensamientos, sentimientos y fantasías pero el terapeuta tendrá que seleccionar aquellas cuestiones que interesan o que están vinculadas con los aspectos que en ese momento se intenta esclarecer.

En ningún caso el terapeuta deberá decir al paciente que se centre en un tema determinado pues esto ocasiona que el paciente se sienta presionado y se pierda la oportunidad de ver el conflicto desde diferentes perspectivas, pues recordemos que las asociaciones libres son ramificaciones del inconscientes que pueden ser interpretadas de diversas maneras. En caso contrario, cuando el paciente demuestre y exprese que quiere concentrarse en un tema determinado, el terapeuta de ningún modo podrá mostrarse a favor ni en contra, simplemente demostrará al paciente que él puede hablar del tema que él desee.

Al hablar del ritmo y la duración del tratamiento, estoy totalmente de acuerdo en que las sesiones se den una vez por semana y que cuando requiera una mayor profundización se den dos sesiones semanales, y que la duración del tratamiento no debe ser inferior a un año. Sin embargo, me encuentro en la disyuntiva entre considerar mejor que no se fije una duración del tratamiento y se deje que el avance del proceso vaya señalando los límites del mismo, o, programar la duración del tratamiento no menor a un año.

Por esta razón es que yo creo conveniente que el terapeuta le señale al paciente que es conveniente trabajar durante cierto periodo de tiempo, el cual puede variar dependiendo del avance que se vaya logrando, pues es común que los pacientes pregunten sobre el tiempo que trabajaran juntos y si el terapeuta establece un periodo especifico, el paciente llegará a creer que al cumplir dicho periodo sus problemas habrán desaparecido y de esta manera no hará el esfuerzo necesario esperando que la mejoría llegue mágicamente.

Por otro lado, es importante que el terapeuta ofrezca al paciente una visión general la parte que le pertenece en el proceso de una manera suficientemente amplia y flexible para que así el paciente no considere este aspecto como un conjunto de reglas o normas. Se trata simplemente de hacer saber al paciente que en el proceso terapéutico trabajarán ambos para lograr una comprensión y conocimiento de algunos aspectos inconscientes del funcionamiento mental del paciente para utilizar dicho conocimiento en la resolución de sus dificultades, pero, que el terapeuta tiene la función simplemente de un guía y es el propio paciente quien deberá llegar a un mayor conocimiento de sí mismo.

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