El Ciclo Evolutivo Familiar: Crisis Evolutivas

El Ciclo Evolutivo Familiar: Crisis Evolutivas

INTRODUCCIÓN

El concepto de ciclo vital familiar a partir de los años 70 y 80 se convirtió en uno de los grandes temas en el campo de la terapia familiar, es así que el análisis de la evolución de los grupos familiares ha ocupado un papel cada vez más importante tanto en la teorización e investigación sobre familias (Carter y McGoldrick, 1989; Oslon, McCubbin, Barnes, Larsen, Muxen y Wilson, 1983) como los planteamientos de la terapia familiar (Minuchin y Fishman, 1981; Haley, 1980; Pittman, 1990).

Este resumen abarca aportaciones sobre temas de ciclo vital familiar, poniendo el acento ante todo en sus implicaciones clínicas. Analizando primero el concepto de “ciclo vital familiar”, y posteriormente después a comprobar las diferencias y similitudes entre los diversos autores que proponen un esquema de etapas o crisis evolutivas en el desarrollo de la familia “normal”, tras ello se trata la reflexión sobre el carácter cambiante del ciclo vital de la familia, relaciones entre ciclo vital y problemas clínicos.

EL CONCEPTO DE “CICLO VITAL FAMILIAR”

La idea principal sobre ciclo vital familiar es que todas las familias, en su sentido más amplio, experimentan cambios a lo largo del tiempo y estos cambios observan ciertas regularidades, en otras palabras, que se ajustan a un patrón previsible que se puede describir el etapas, transiciones o crisis.

En el campo de la terapia familiar, que tradicionalmente ha optado por centrarse en el presente, en el aquí y ahora de la interacción, y que además se ha interesado mucho más por los mecanismos patológicos del no-cambio por evolución y crecimiento. En este sentido la perspectiva del ciclo evolutivo ha permitido reintroducir en el terreno de la terapia familiar sistémica, cegada por la metáfora homeostática, dimensión diacrónica, histórica, de los sistemas.

El ciclo evolutivo familiar habitualmente limitado al corto espacio de tiempo que una familia está en tratamiento, hasta incluir el devenir de las familias a lo largo de las generaciones. Otra premisa fundamental a adoptar la perspectiva del ciclo vital es que el ciclo de desarrollo familiar es algo diferente que yuxtaposición de biografías individuales de los miembros de la familia (Carter y McGoldrick, 1989). No es el individuo el que va atravesando una serie de etapas en el transcurso del tiempo, sino la familia como tal la que evoluciona (Friedman, 1989). Se aplica pues la idea sistemática de que el todo es más que la suma de las partes, llegando algunos autores a considerar a la familia como un verdadero organismo que nace, crece, se desarrolla y (eventualmente) muere. Así, la familia posee una consideración holística de la familia y de su recorrido evolutivo no supone mas que negar la complejidad inherente a la multiplicidad de individuos deferentes que la integran. Miembros distintos del mismo sistema tendrán necesariamente experiencias diversas del desarrollo de su familia, vivencias que pueden entran en contradicción e incluso en conflicto. El punto de vista holístico pretende en cambios, subrayar la dimensión relacional en el proceso evolutivo, así como las conexiones entre personas distintas y entre generaciones.

Desde la perspectiva del ciclo vital familiar, se asume también la relevancia de este esquema para el trabajo clínico de los terapeutas familiares e incluso para el entretenimiento de los propios terapeutas. En cuanto se justifica que en base a que todas o caso todas las familias atraviesan estas crisis evolutivas; el aspecto se muestra con un factor importante en muchos casos; a que los aspectos relacionados con las transiciones evolutivas no jueguen originariamente un papel relevante.

LAS ETAPAS DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA TRADICIONAL

En la noción de ciclo vital familiar supone que el desarrollo de las familias puede vesre como una sucesión de etapas discontinuas entre las cuales se producen procesos que se describen como “transiciones”, “ritos de paso” o “crisis de desarrollo”. Las clasificaciones del ciclo vital familiar

se diferencian en cuanto al tipo de criterios utilizados para marcar las diversas fases: entradas y salidas de miembros en el sistema; cambios biopsicosociales de los integrantes de la familia.

Al hablar de ciclo vital familiar, se lo puede hacer a través de al menos 3 perspectivas: a) como variable para el estudio empírico; b) como constructo de orden superior, dimensión en la que integra diversos resultados teorizaciones y observaciones; c) como marco de referencia, como esquema conceptual y como (parte de un) modelo terapéutico.

Este ciclo puede presentar cambios sociolaborales, en consecuencia, se aprecia una cierta diversidad entre las distintas clasificaciones, variando el número y la duración de las fases que cada una de ellas propone. Todos estos autores comparten la idea de que las etapas son cualitativamente diferentes entre sí, dándose constelaciones emocionales y relacionales distintas en cada una de ellas.

Una forma de la discontinuidad de estos cambios es en términos de la transformación que sufre la definición de la relación entre los miembros del sistema. Las diferentes etapas no exigen solo cambios instrumentales, creación de nuevos repertorios de habilidades o el manejo de procesos emocionales potencialmente difíciles, sino que implica también un replanteamiento del contrato relacional básico. Estos cambios no solo se limitan a la vertiente diádica, sino que incluyen transformaciones profundas en dimensiones interpersonales tan amplias como pueden ser la cohesión y la adaptabilidad.

El hablar de procesos supraindividuales, no debe llevar a ignorar las variaciones individuales: la mujer, por ejemplo, puede encontrarse ya en la etapa del nido vació mientras que su marido no ha pasado aún esa etapa; un hijo puede haberse independizado, mientras que su hermano mayor no lo ha hecho. En otras palabras, las fases (al menos las postuladas), se solapan entre sí, y rara vez se dan en “estado puro”.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LAS FAMILIAS DEL SIGLO XXI

Las familias a lo largo de los siglos ha atravesado por diversos cambio pero el que más ha impactado es el descubrimiento médico que constituye el surgimiento y perfeccionamiento de los métodos anticonceptivos, los cuales otorgaron por primera vez la posibilidad que la mujer pueda planificar el número de hijos y el momento de su nacimiento, y así organizar con mayor facilidad su realización profesional y personal, desencadenando un cambio de actitud en el que asegura el porvenir de sus hijos enfocándose en la educación y la mejora de su nivel de vida, y ya no solamente traerlos al mundo, incremento así la edad promedio en que tanto hombres como mujeres contraen matrimonio y tienen su primer hijo.

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