Incentivos y motivación

Incentivos y motivación.

En el ámbito laboral, se usan las palabras; incentivo y motivación. Según los datos obtenidos de una pequeña encuesta que nos permitimos hacer; el 30% de los encuestados creen que es lo mismo, otro 30% opina que son sinónimos, un 25% dio opiniones variadas, desde que son prestaciones laborales, hasta que son formas de engañar al trabajador, solo el 5% tuvo idea de los que son, más o menos.

En el diccionario, estos dos conceptos tienen el mismo significado:

“Motivación o incentivo es un estímulo que induce o impulsa a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones o actuar de una manera determinada”.

Ambas palabras tienen el mismo significado pero sus conceptos tienen diferentes enfoques.

Motivación. Es aquello que induce, impulsa o estimula a una persona (o personas) física y solo a personas físicas en lo individual, a llevar a cabo acciones de una manera determinada.

La psicología es la ciencia que estudia la motivación porque, esta es, un estimulo que actúa sobre la conciencia (mente) de un individuo, invitándolo a hacer o pasar a la acción de determinada forma, con esto queremos decir, que la acción es voluntaria. Una de las características de la motivación (quizá la principal de ellas) es que no existe coacción sobre el individuo a hacer o actuar, es libre de hacerlo o no hacerlo.

En el ámbito laboral se presenta otro aspecto de la motivación. En este ámbito, la motivación se entiende (por costumbre) como un beneficio para el trabajador o los trabajadores; siempre es de carácter positivo, es decir, a favor del trabajador (para motivarlo), es permanente, en función del tiempo que no se retrocede, no decrece y tiende a incrementarse. Es resultado de una decisión unilateral y voluntaria del empleador a favor de los trabajadores, estos, tal vez puedan opinar o sugerir, pero no pueden intervenir en la decisión ni en las características de estímulos motivacionales. Son por lo general permanentes y definitivas. NO tiene carácter legal.

Incentivo. Es un término de carácter económico y se aplica tanto a personas físicas como morales y se caracteriza, por ser un estímulo a una persona, personas, o grupos de personas, que las induce o impulsa a hacer algo a cambio de un beneficio. El incentivo tiene dos vertientes, puede servir para premiar o para castigar, esto es, uno de sus objetivos es coaccionar, por esta razón tiene carácter legal. En las leyes laborales mexicanas, los incentivos tienen un doble carácter; unos son ordenados por las leyes, otros son otorgados voluntariamente por el empleador. En el primer caso, tenemos: la filiación obligatoria del trabajador al seguro social, vacaciones pagadas, reparto de utilidades, aguinaldo, Infonavit, etc. estas son llamadas ”prestaciones de ley”. En el segundo caso tenemos que los incentivos otorgados por el empleador. Otorgarlos es una acción unilateral y voluntaria, como; seguro de gastos médicos mayores, los bonos de productividad, el bono anual, gratificación anual superior a la de ley, pago de comisiones, vivienda otorgada por la empresa, servicio de comedor, ayuda para transporte, vales de gasolina, vales de despensa, etc. Algunos, si se otorgan, legalmente están acotados, como los fondos de ahorro y los vales de despensa, entre otros.

El empleador está en la libertad

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