LAS AFASIAS
Enviado por Luciana Santos • 1 de Octubre de 2019 • Monografía • 9.293 Palabras (38 Páginas) • 240 Visitas
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INTRODUCCION
La comunicación entre los seres humanos es uno de los puntos más importantes que pueda tener toda sociedad en el mundo, desde el lenguaje de las palabras hasta el escrito implican en una persona un funcionamiento muy complejo por parte del sistema nervioso.
Empero, a veces, esa comunicación se ve perjudicada por diversas afecciones en nuestro cuerpo. Una de ellas es la afasia, que no es otra cosa que “una alteración del lenguaje y del habla provocada por una lesión cerebral en una persona, que antes podía hablar con normalidad” (Ferreti J., 2018)
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, la causa más frecuente de trastornos del lenguaje es el ACV, que afecta a unos 100.000 argentinos por año. Aproximadamente la mitad de las personas que sufre un accidente cerebro vascular experimenta algún trastorno del lenguaje durante su evolución. [1]
Todas las funciones del lenguaje están ubicadas en el hemisferio izquierdo del cerebro. Cuando alguna de las zonas dedicadas al lenguaje sufre un daño, esto provoca una afasia:
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- Área de Broca: Esta región está implicada principalmente en la planificación y programación fonológica; contiene los patrones motores del habla y desde aquí se proyectan las órdenes a la corteza premotora adyacente, a la corteza motora y a los músculos del mecanismo bucofonatorio. Esta área se activa incluso en tareas en las que no se requiere explícitamente respuesta oral, ya que está relacionada con la decodificación del habla y la memoria de trabajo verbal.
- Área de Wernicke: Esta región es responsable del análisis de los estímulos auditivos, la trasformación de las secuencias auditivas y el acceso a las representaciones de las palabras y su significado. También interviene en el procesamiento de oraciones y del discurso.
- Área motora: Está relacionada con el control de movimientos voluntarios de los músculos en el lado del cuerpo opuesto al hemisferio en cuestión, enviando sus mensajes a los músculos a través del sistema piramidal.
- Cortex auditivo y cortex visual: Captan los estímulos externos del lenguaje oral o escrito que envían su información al hemisferio izquierdo para ser analizado por las zonas del lenguaje.
- Fascículo arqueado: conjunto de fibras que pone en relación las áreas del lenguaje para hacer llegar la información de unas a otra.
Las áreas del lenguaje pueden verse afectadas de diferente manera dependiendo del tipo de lesión que presente el paciente (etiología, extensión, localización,…) y de factores personales (personalidad, factores intelectuales, motivación,…) pudiendo dificultar en diverso grado a su capacidad comunicativa. A pesar de la alta prevalencia de este trastorno, el conocimiento del término “afasia” es todavía altamente desconocido en relación con otros trastornos neurológicos con menor incidencia y prevalencia.
La afasia puede llegar a ser el déficit cognitivo más devastador, hasta el extremo de que algunos pacientes consideran que con la alteración del lenguaje han perdido su identidad personal, creando sentimientos de profunda angustia e invalidez que afecta a todas las esferas de su vida.[2]
Por eso queremos que el objetivo de este trabajo sea acercar información y dar conocimiento acerca de las afasias.: explicaremos a continuación cuáles son sus causas, sus tipos y como es su tratamiento para mejorar la calidad de vida de una persona que sufre de este trastorno.
HISTORIA DE LAS AFASIAS[pic 3]
No tenemos certeza de cuándo comienza el problema de la afasia, podríamos decir sin seguridad, que desde que el hombre posee lenguaje, sin embargo, podemos saber cuando comienza la historia de su estudio, ya que es algo de lo que el ser humano ha tenido conocimiento, aunque fuera de manera muy precaria, al menos desde los tiempos del antiguo Egipto.
Las primeras evidencias sobre alteraciones del lenguaje, se encuentran en papiros de cirujanos egipcios que datan aproximadamente del año 1700 a.C. en ellos se describen 48 pacientes de los cuales 27 presentaban traumas en la cabeza pero 2, que entre otras cosas, perdieron el habla. Los egipcios hacían una relación casual entre alteración del habla y daño cerebral, ya que no asociaban el lenguaje con el cerebro, y creían que el corazón era el órgano responsable de los sentimientos, pensamientos y otras funciones cognitivas.
Hacia el año 400 a.C. Hipócrates y sus seguidores estaban convencidos de que el miedo, el terror, la risa, el llanto y el conocimiento eran parte del cerebro, siendo un avance con respecto a las creencias de los médicos egipcios.
En los escritos de Hipócrates encontramos descripciones sobre alteraciones del
lenguaje, pero donde más referencias se encuentran es en su Tratado de la Medicina Antigua “los que por cualquier causa, han recibido un golpe en la cabeza, por necesidad quedan privados del habla”. No obstante las descripciones propias de las alteraciones del lenguaje son muy pobres y no queda claro si las alteraciones que se describen pertenecen al lenguaje, del habla, de la voz, o combinación de ellas.
En 1481 aparecen las primeras referencias claras de afasia en documentos médicos que hablan de casos concretos de pacientes que sufren de alguna alteración lingüística debida a un daño en el cerebro. Antonio Guainerio, profesor de la universidad de Padua, en su publicación “Trabajos Médicos” describe dos casos, que según él, sufrían alteraciones de habla por acumulacion de flema en el ventriculo posterior, por lo tanto el órgano de la memoria logra retener poco o nada. Aunque esta propuesta es totalmente falsa, fue el primero en localizar el lenguaje en un lugar específico del cerebro.
Johann Schenck, fue un médico alemán que publicó “Observaciones médicas sobre la cabeza humana” 1585 donde señala la consecuencia del daño cerebral en muchos casos de apoplejía, donde la lengua no está paralizada y el paciente no puede hablar, porque la memoria está alterada sin poder producir palabras. Siendo el primer autor que implícitamente hace una distinción entre una alteración del lenguaje, afasia, y una alteración del habla, disartria.
Para el primer intento de localizar el lenguaje en un área cerebral tenemos que remitir al médico y neuroanatomista austriaco Joseph Gall, quien desarrolló las ideas principales de la frenología, teoría sin ninguna validez en la actualidad, que afirmaba la posible determinación del carácter y los rasgos de la personalidad basándose en la forma del cráneo. A pesar de posteriormente ser descartada por toda la comunidad científica, es destacable que Gall fue el primero en defender la tesis de que dentro la corteza cerebral existen dos órganos del lenguaje, uno para la articulación y otro para la memoria de las palabras, y que ambos estaban situados en el lóbulo frontal, siendo uno de los argumentos básicos de este autor, que los niños que tienen ojos grandes y prominentes poseen una buena memoria para las palabras, por eso llegó a la conclusión de que la memoria verbal se encuentra en la región trasera de los ojos. Aunque siendo errada la teoría de que era asimétrico y una lesión en cualquier lado del lóbulo podía producir este tipo de afasia.
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