LOS PRECURSORES DE LA TEORÍA DE LA MENTE

LOS PRECURSORES DE LA TEORÍA DE LA MENTE: UN INICIO DE LA COMPRENSIÓN DEL DESARROLLO COGNITIVO                                                                                                                            Dra. María Consuelo Sáiz Manzanares
Psicóloga del EAT de Palencia  C.P: lSofía Tartilánn. Avda. Vacceos s/n, 34003 PALENCIA

  1. - Introducción:                                                                                                                                                 En los últimos años la Psicología Evolutiva ha comenzado a explicar el desarrollo de las habilidades cognitivas y sociales desde una nueva perspectiva en la que toman una especial relevancia los patrones de interacción. Siguiendo los planteamientos vygostkianos las funciones cognitivas superiores tienen un origen social y se desarrollan a través de los procesos de interiorización, "Ni la inteligencia humana puede comprenderse despojada de esa matriz social, ni la conducta social e interpersonal pueden entenderse sin explicar a fondo sus requisitos cognitivos" (Rivière y Nuñez, 1996).                                                                   El conocimiento de los precursores y la propia Teoría de la Mente son datos claves en el análisis de las habilidades mentalistas.                                                                                                                                                    La construcción del conocimiento en la escuela depende de los procesos de reconstrucción recíproca de los estados mentales de los sujetos que interaccionan, los niños realizan una actividad compleja que no podría explicarse sin tener en cuenta sus destrezas mentalistas. El aprendizaje humano debe de entenderse desde las competencias y motivaciones intersubjetivas que llevan a los niños a identificarse con adultos. Colwin Trevarthen (1982) ha desarrollado la idea de que los niños tienen "motivos primarios para cooperar y entenderse", éstos se expresan en los primeros meses de vida y son los pilares sobre los que evolucionarán más adelante los sistemas simbólicos y los procesos de aprendizaje más específicos de la especie humana (Rivière y Nuñez, 1996).                                                                                                                                            Cuando los niños acceden a la escolarización obligatoria ya han desarrollado (o se suponen que lo han hecho) habilidades mentalistas complejas que les permitirán el acceso a conocimientos más complicados, ya sean éstos cognitivos en sí mismos como los relacionados con la comprensión de los otros. Desarrollar una mente representacional es la habilidad de tener mentalmente presente situaciones, objetos y ser capaz de combinar sus posibilidades de relación desde un plano virtual. Así pues las representaciones que un sujeto puede tener en un momento dado pueden ser falsas. Los psicólogos evolutivos actuales están de acuerdo en que los niños de cuatro y cinco años aproximadamente, son ya capaces de comprender que las personas pueden tener creencias falsas sobre situaciones y de crear de forma intencional creencias falsas en situaciones de engaño deliberado y estratégico, estas habilidades se corresponden con otras que implican capacidades sociales y de cooperación interactiva necesarias en el trabajo escolar.                                                                                          En este pequeño trabajo nos proponemos analizar cómo se desarrolla en el niño el inicio de la adquisición de esas habilidades mentalistas que le servirán de punto de partida en la evolución de habilidades cognitivas más complejas.

2. - Análisis de los precursores de la Teoría de la Mente:                                                                                      Uno de los precursores importantes en el desarrollo de la TM es el desarrollo de las emociones y de los patrones de referencia social. Podemos decir que hacia los cinco meses el niño puede distinguir expresiones emocionales, y antes de los nueve meses manipulará objetos e interaccionará con los otros sonriendo y balbuceando y hacia los nueve meses podrá coordinar a las personas y a las cosas. La referencia social se utiliza pues para compartir cosas y situaciones y está  directamente relacionada con el desarrollo de los prerrequisitos de comunicación "la referencia social marca su capacidad para coordinar su interacción con una nueva persona y con los objetos; los niños pueden responder a la reacción de su madre a un objeto en el mundo" (Astington, 1998).                                                                                                                                  Otro de los precursores a tener en cuenta es el concepto de intersubjetividad introducido por Trevarthen (1982) éste diferenció dos momentos dentro del proceso de intersubjetividad al primero le denominó intersubjetividad primaria, el niño lo desarrollaría a temprana edad (2-4/5 meses) y se manifestaría por reacciones cara a cara con las figuras de crianza. Las emociones y los afectos serían las vías primitivas para el acceso hacía la intersubjetividad (el primer tramo en el camino hacía el descubrimiento de la mente de los otros). Posteriormente hacía el primer año se desarrollaría la intersubjetividad secundaria, que podría ser definida como la motivación deliberada a compartir los intereses y las experiencias de otras personas.                                                                   Otro de los precursores significativos en la adquisición de la TM es el desarrollo de conductas comunicativas, Rivière y Núñez (1998) se hacen una interesante relacionada con los precursores de la Teoría de la Mente Los estudios sobre el desarrollo evolutivo de las pautas comunicativas han demostrado que los niños entre el año y los dieciocho meses realizan un tipo de comunicación que parece estar directamente relacionada con el desarrollo de la mente, esta actividad podría ser definida como protomentalista, son actos que se dirigen a compartir experiencias acerca de los objetos, y no sólo a lograr los objetos a través de los otros, a estos actos se les ha denominado protodeclarativos, se manifiestan a través de actos de señalar con el dedo y se acompañan de expresiones emocionales y miradas alternantemente compartidas hacia los sujetos de interacción y a los objetos en si mismos. Los niños de dos años no saben que mentalizan pero emiten protodeclarativos que pueden implicar una mentalización implícita y aún rudimentaria. Después comenzaran a producir las primeras palabras que han sido consideradas como holofrases que hacen referencia a los objetos y a sus propiedades, atribuyen posesiones, hablan de los hechos acaecidos... están desarrollando la progresiva diferenciación entre los estados mentales propios y los de los otros.                                                                         Otro de los precursores importantes en el desarrollo de la TM será la adquisición del lenguaje oral, la utilización del lenguaje como vehículo de comunicación facilitará el desarrollo de los aspectos pragmáticos. Al final del segundo año los niños adquieren la capacidad para resolver problemas que se presentan en su vida diaria, pensando primero en las soluciones probables y actuando posteriormente en consecuencia evitando en la medida de lo posible las estrategias de ensayo-error. Lo cual indica que son capaces de pensar en situaciones ausentes e hipotéticas: ya sea hablando sobre sucesos que no están presentes o resolviendo problemas, pensando previamente en las consecuencias, encontrando objetos que fueron movidos sin que ellos vieran dicha trayectoria. Están adquiriendo pues habilidades de simbolización y de representación.                                   Otro precursor importante es el desarrollo de la simulación y de la imaginación. Harris (1991), propone cuatro periodos evolutivos en el desarrollo del sistema de simulación-imaginación: En un primer momento los niños hacía el primer año son capaces de reproducir su propio sistema perceptivo y emocional, es decir pueden intuir las intenciones de otras personas respecto de objetos o mentes presentes. Así se desarrollarán pautas de comunicación intencional.                                                                                                                                        En un segundo momento entre el primer y el segundo año, se produce el paso de la reproducción a la atribución de actitudes hacía objetivos presentes, muestra una capacidad simuladora muy ligada al momento presente.                                                                                                                                                                    Y en un tercer momento la simulación se convierte en imaginación, por lo tanto en representación, se desliga de los objetivos presentes e inmediatos. Su desarrollo comienza hacía los dos años hasta los cuatro años y medio. Aquí el niño puede simular intenciones hacia objetivos contrarios a lo que el mismo percibe.
 

...