PROCRASTINACIÓN: SALUD FÍSICA, MENTAL Y EL TIEMPO
Enviado por psicologiauss • 15 de Agosto de 2022 • Ensayo • 1.973 Palabras (8 Páginas) • 60 Visitas
[pic 1]
ENSAYO EXPOSITIVO
TEMA
PROCRASTINACIÓN: SALUD FÍSICA, MENTAL Y EL TIEMPO
ASIGNATURA: TALLER DE DESARROLLO PERSONAL
MAYO 2022
PROCRASTINACIÓN: SALUD FÍSICA, MENTAL Y EL TIEMPO.
Me he propuesto mediante este breve ensayo expositivo presentar las características de un fenómeno del comportamiento humano, que muchas veces se confunde con pereza e irresponsabilidad en el ideario común, pero que en realidad consiste en un trastorno que afecta a las personas en su eficiencia en las distintas dimensiones de sus vidas. En este análisis tratare de dar bases generales de la Procrastinación, su naturaleza neurobiológica y las consecuencias para la salud física y mental de las personas, todo en base a hechos de diversos artículos académicos sobre el tema de manera incipiente. La idea causal determinada para este trabajo consiste en que la procrastinación tiene características de trastorno de la personalidad lo puede producir problemas en la salud mental y física de las personas, asociándose con otras patologías psiquiátricas como estrés, ansiedad y depresión.
¿Qué significa procrastinar? Según el diccionario de la RAE (2022), la palabra procrastinar tiene su origen en la palabra procrastinus, donde pro significa “posponer” y crastinus significa “de mañana”, por tanto, su significado etimológico sería diferir o aplazar para mañana. Si consideramos un concepto de dimensión clínica, la procrastinación hace referencia a un constructo psicológico que se caracteriza por la falta de presteza para iniciar, desarrollar o finalizar una tarea, lo cual tiene como consecuencia un aplazamiento de la tarea, lo que además provoca sentimientos de ansiedad, inquietud y abatimiento. Procrastinar implica demorar el inicio o conclusión de una tarea obligatoria y aplazarla para llevar a cabo actividades incompatibles con ésta. Algunos autores señalan que un 80% de la población muestra este comportamiento y que hasta un 50% lo hace consistentemente, es decir, siempre procrastina. Sin duda hablamos, por tanto, de un fenómeno psiconeurologico en donde coinciden elementos cognitivos-conductuales y emocionales que influyen en la ejecución de las tareas, como también en la y eficiencia de los individuos. Se evidencia hace muchos años que el sufrimiento psicológico y físico está relacionado con el estrés, lo que lleva a la disminución en el bienestar, el rendimiento, mayores preocupaciones económicas, todo lo cual lleva a tener más riesgo de sufrir enfermedades físicas y mentales.
Otra característica de la procrastinación es que es un fenómeno amplio y propio de las sociedades y culturas, que finalmente tiene consecuencias no solo para la persona que la desarrolla, sino que, para la sociedad en su conjunto, como por ejemplo en el ámbito educativo, la salud pública y la economía. No solo se nos plantea un problema en la gestión del tiempo simplemente, hablamos de un concepto clínico que denomina un rasgo de la personalidad o levanta una limitación neurobiológica que es de naturaleza compleja, que incluye componentes diversos como cognitivos, conductuales y afectivos, y que se acompaña generalmente por sentimientos de culpa, inquietud o ansiedad, donde esto podría significar muchas mermas en los proyectos personales, problemas en las relaciones tanto familiares, como profesionales y sociales, Lo que hace que no puedan lograr fluidamente sus metas, objetivos en su día a día, incluso incumpliendo responsabilidades poco complejas para todo ser humano.
En términos neurobiológicos, existen influencias genéticas que subyacen al fenómeno de la procrastinación, considerándose generalmente un fracaso en el funcionamiento de los mecanismos de autorregulación, asociándose también a la impulsividad y los pensamientos intrusivos. En la actualidad no se considera un trastorno psiquiátrico, pero cuando la procrastinación es persistente, sistemática en el comportamiento, este si podría constituir un trastorno de la personalidad donde las evaluaciones de las propias capacidades estarían comprometidas de alguna manera. El fracaso de los mecanismos de autorregulación en un alto porcentaje de seres humanos a nivel mundial nos estaría diciendo hoy el conocimiento neurocientífico, sobre cómo funciona nuestro cerebro y cómo podemos lograr regular o controlar ciertos aspectos de su funcionamiento para una mejor calidad de vida, básicamente, son un elemento importante en estos momentos cargados de violencia y la concepción de un tiempo que eliminó las distancias.
En la misma línea, se ha planteado que se trataría de una conducta coherente con la neurobiología humana, debido a que estos procesos se generarían en la corteza prefrontal, pero con mucha facilidad pueden ser influenciados por el sistema límbico, el cual es muy sensible a estímulos que demandan satisfacción inmediata. Debido a esto las intenciones de trabajar activamente en nuestras tareas se van desactivando y se reemplazan por acciones más placenteras y que otorgan satisfacción inmediata.
Dentro de otras características, se han encontrado relaciones entre la procrastinación y la impulsividad en las personas, además de la preferencia inequívoca por obtener recompensas inmediatas, esto en base a estudios de potenciales evocados. Según otras investigaciones en el área, la impulsividad y la procrastinación comparten espacios neurobiológicos comunes en la corteza prefrontal dorsolateral, que explican su estrecha relación (Liu y Feng, 2017, en Brando; 2020). Los mismos autores sugieren la influencia de las estructuras neuronales en la relación entre la perspectiva futura del tiempo y la procrastinación.
Esto nos lleva a relacionar también a los trastornos de ansiedad, como el Trastorno de Ansiedad Generalizado, con la procrastinación. En un estudio de Zhang, Wuang y Feng (2016, en Brando; 2020), se utilizaron técnicas de resonancia magnética neuronal en estado de reposo y este arrojó como conclusión que la procrastinación podría relacionarse con la hiperactividad de la red neuronal que inhibe la señal de control prefrontal. En un estudio similar, los autores observan que los mecanismos de regulación sobre procrastinación actúan bajo el control de la conectividad funcional del córtex del parahipocampo con la zona cingulada dorsal y prefrontal anterior. Hu, Liu, Guo y Feng (2018, en Brando; 2020) encuentran una correlación significativa en las características procrastinadoras de los sujetos y el volumen de la materia gris de la corteza orbital central y la circunvalación frontal media, que son las principales regiones cerebrales que están involucradas en el autocontrol y la regulación de las emociones. Al evaluar los estudios existe bastante evidencia científica sobre cómo se comporta el cerebro bajo ciertos escenarios, donde el funcionamiento de la corteza prefrontal es esencial para el control y el funcionamiento racional del comportamiento.
...