Proceso de liderazgo.

Proceso de liderazgo y su importancia

Ana Maurit Devit del Ángel

Piensa en la historia de la humanidad sin esos grandes hombres que la marcaron. Piensa, ¿qué hubiera pasado si, por azares del destino Adolf Hitler o George Washington no hubiesen nacido?, ¿qué tanto cambiaría nuestra historia? La respuesta sería obvia desde la perspectiva de la teoría del “Gran Hombre”, para esta teoría la historia se escribiría muy diferente sin el liderazgo innato de aquellos hombres, pero no solo eso, sino que esta teoría, según Pariente (2009), considera que el “Gran Hombre” ya estaba dotado desde su nacimiento de esa mística cualidad que lo hacía ser distinto a los demás y le otorgaba la capacidad de dirigirlos. En fin, en esta teoría se establece una distancia inmensa entre los llamados líderes y los demás seres “comunes y corrientes”.

Sin embargo, con el desarrollo de la psicología y sus aportaciones respecto a la influencia que tiene el contexto social en la formación de los líderes, se ha demostrado que el liderazgo pese a requerir cualidades específicas no es exclusivo y, que estas cualidades pueden ser potenciadas en otras personas. Así pues, comienza a estudiarse el “proceso de liderazgo” y, para entender en qué consiste es necesario concebir al proceso como un conjunto de fases sucesivas realizadas con cierto orden, dirigidas a una finalidad específica.

El proceso de liderazgo implica ejercer influencia en las personas para encauzar sus esfuerzos hacia la obtención de alguna meta en particular y, esta influencia proviene del poder y la autoridad ya antes definidos en la materia. En cuanto a este proceso es necesario mencionar que existen diversos modelos pero todos incluyen cuatro figuras elementales: el líder, persona que ejerce el liderazgo; los seguidores, personas influenciadas por un líder; la relación entre las personas; y el fin común, es decir, los objetivos que se pretenden alcanzar (Herrera, 2005).

Las figuras del líder, seguidores, relación y fin común estarán presentes en cada uno de los modelos del proceso de liderazgo aunque estos incluyan otros aspectos de acuerdo a cada una de las perspectivas de autor. Así, por ejemplo para Keith Davis (1983), profesor de administración, el proceso de liderazgo está relacionado a la trayectoria-meta. En este modelo se le da singular valor a las metas, recompensas y a los cambios de trayectoria que puede realizar el líder de acuerdo al desempeño obtenido de sus seguidores. El proceso en este modelo empieza cuando el líder relaciona las recompensas con las metas y éste traza una trayectoria para alcanzar dichas metas, posteriormente, los seguidores se sienten motivados logrando un desempeño eficiente que los lleva a lograr sus metas.

Por otra parte se encuentra el modelo de Ares (2001) en el que engloba y relaciona diferentes aspectos: los rasgos, la conducta, formación y selección del líder; los procesos, cambios, motivación y resultados del liderazgo; y, las expectativas, características, motivación y desarrollo de los seguidores. De igual forma Yunén (2010) hace énfasis en la importancia del acompañamiento, la evaluación y la retroalimentación mencionando que aplicando en forma cíclica estos tres pasos el líder garantiza que cada uno de los miembros consiga el éxito y pueda detectar a tiempo cualquier desviación entre lo realizado y lo propuesto en las metas.

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