Reseña sobre El Hombre Ante la Muerte

El hombre frente a la muerte

En la búsqueda de información sobre el cómo surge la preocupación humana ante la muerte, nos remontamos a las épocas del Homo Sapiens  La paleo-antropología ha tratado de demostrar, que a partir de ciertos cambios sustanciales en la estructura anatómica, en los ciclos biológicos y en el comportamiento presentes ya en el antecesor de sapiens, se irá desarrollando el tamaño del cerebro (con la consecuente complejidad mental) a la cual se atribuye la emergencia de la conciencia que acompañará a sapiens. Por ello se afirma que lo que hoy día nos distingue como humanos, la autoconciencia y la conciencia de muerte, son producto de un intrincado y extenso proceso desarrollado durante un largo período de nuestra historia filogenética.

La conciencia de la muerte propia es un hecho pre histórico y antropológico pudiéndose rastrear a través de los registros arqueológicos teniendo como resultado los hallazgos de las sepulturas en distintos lugares del planeta, cayendo en cuenta de que en ese momento surge el temor, el miedo o la conciencia de muerte y ésta deja su marca en el registro prehistórico.

A partir del periodo paleolítico se multiplican las sepulturas y cementerio, dando origen a diferentes rituales funerarios con los cuales hoy en día se logra conocer un poco de las creencias y actitudes que en aquella época se tenían ante la muerte.

Las tumbas más antiguas datan al hombre de Neanderthal y demuestran que la sepultura no era el acto de cubrir al cadáver para protegerlo de su descomposición sino que señala una actitud ritual, siendo las sepulturas y rituales mortuorios los facilitadores de la conciencia de muerte en el ser humano.

En el hombre de Neanderthal aparece una estructura de pensamiento que señala a la muerte como una sujeción de todos los seres vivos evidenciando la presencia de los muertos en el mundo de los vivos así como la conciencia de la muerte.

Hoy en día existen medios para contrarrestar el temor a la muerte, siendo esto la religión y la filosofía, si bien la angustia o el miedo a la muerte se encuentra en todos los universos culturales en todos ellos el hombre ha tratado de liberarse de tal sentimiento. Las construcciones mentales que produce la muerte, producen fantasías individuales y colectivas creando con ello diversos mecanismos de defensa ante tal suceso; En su lucha por superar esta angustia los hombres ha puesto en movimiento diferentes mecanismos de defensa. Los procedimientos más frecuentes son los mitos, que promueve múltiples rituales, y la intelectualización, especialmente en la filosofía. De tal manera en cada grupo social o región del planeta se percibe a la muerte a través de sus propios sistemas de pensamiento.

Por otro lado tenemos las actitudes que el ser humano tiene ante la muerte, teniendo que el niño o infante no tiene una percepción clara de la muerte esto debido a que a su corta edad su aparato psíquico está centrado en su propia perspectiva de la vida y sus vivencias o expectativas formulando su propia realidad de las cosas.

Mientras tanto el adolecente se encuentra en una etapa en la que busca mayor seguridad y autonomía así como una necesidad de diferenciación. En esta etapa se vuelve vital un rol o un ciclo familiar en el cual es la familia la cual lo ayuda a salir adelante ante sus problemas de vida, debido a que en esta etapa el adolecente suele ser muy vulnerable y suele buscar el extinguirse o morir como la puerta de salida a sus problemáticas de vida.

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