Adulto Mayor Y Sus Etapas
Enviado por Pretty4321 • 5 de Junio de 2013 • 4.673 Palabras (19 Páginas) • 685 Visitas
INTRODUCCIÓN
En esta etapa de la vida (adultez) el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico. Su personalidad y su carácter se presentan de cierta manera firme y segura. Da inicio en el momento en que todos los órganos de nuestro cuerpo han completado su desarrollo funcional y anatómico, y el organismo puede trabajar con pleno rendimiento.
“El sol se levanta por la mañana (infancia),
va ascendiendo (juventud),
continúa hasta alcanzar el cenit (madurez),
para luego comenzar su descenso (vejez)
y hasta llegar a la puesta del sol” (Jung, 1933).
Por lo general, en la adultez la persona consigue realizar sus metas, sobretodo en el aspecto individual y social. Caracterizada por la dicha de ser padres.
Sin embargo el llegar a esta etapa no quiere decir que todos los adultos alcancen la madurez esperada, es por ello que principalmente se encuentra conformada por el adulto maduro e inmaduro.
El adulto maduro es aquel controla adecuadamente su vida emocional, lo que le permite afrontar los problemas con mayor serenidad y seguridad que en las etapas anteriores, se adapta por completo a la vida social y cultural, forma su propia familia, ejerce plenamente su actividad profesional, cívica y cultural. Es la etapa de mayor rendimiento en la actividad, es capaz de reconocer y valorar sus propias posibilidades y limitaciones; Esto lo hace sentirse con capacidad para realizar unas cosas e incapaz para otras. Normalmente tiene una percepción correcta de la realidad (objetividad), lo cual lo capacita para comportarse con mayor eficacia y sentido de responsabilidad.
El Adulto Inmaduro es contradictorio en su comportamiento (incoherente) y no controla sus reacciones emocionales, no percibe la realidad tal como ésta es (falta de objetividad), menos consciente, responsable y tolerante (falla en el trabajo) y no se adapta adecuadamente a la vida social (inadaptado).
DESARROLLO EMOCIONAL Y SOCIAL DEL ADULTO, DEFINICIÓN Y SUS DIFERENTES ETAPAS
Según Cuyumba y Nilda (2003) “la adultez es la etapa donde la identidad, responsabilidad y aptitud están bien definidas, los valores, conceptos y definiciones se han ido adaptando a los cambios usuales de la vida en el desempeño de su quehacer diario y en su centro de trabajo” (p.1).
Por otro lado Alorda, T. (2011) argumenta que:
La adultez es la etapa más extensa de la vida de la persona, ya que en muchas sociedades occidentales comienza legalmente a los 18 años y termina a los 65. Comprende, por lo tanto, un largo período de tiempo en el cual intervendrán muchas variables sociales, culturales y psicológicas que condicionarán el desarrollo de la persona adulta durante su juventud y madurez. Con el fin de reflejar la forma como la sociedad ordena y estructura los diversos grupos de edad y da a cada uno de ellos funciones específicas, las ciencias sociales diferencian dos etapas para la adultez: el adulto joven (de 19 a 25 años) y el adulto maduro (de 26 a 65 años). (párr. 1).
Fernandez, N. (s.f.) describe los principales enfoques que han dedicado esfuerzos para comprender el desarrollo de los humanos, tanto en forma individual como en su posición dentro de un proceso social:
• La perspectiva mecanisista o conductista
Aunque sus antecedentes se ubican en las aportaciones de Thorndike y Pavlov, los personajes que más renombre ha tenido en nuestros tiempos son J. B. Watson y B. F. Skinner. Este último con otros seguidores, postuló que el comportamiento del hombre, como animal, esta supeditado a las consecuencias que recibe del medio ambiente sean estas reforzantes o castigantes.
Otro personaje ubicado en esta perspectiva es A. Bandura con su afirmación sobre el aprendizaje social. Según Bandura, aprendemos con base a lo que observamos le sucede a otras personas por su comportamiento.
• La perspectiva organicista o psicogenética
El defensor más destacado de este enfoque fue el biólogo suizo Jean Piaget quién afirmó que el pensamiento de los individuos se va formando como consecuencia de la misma formación de estructuras cognitivas que, al reunirse, forman a su vez esquemas más complejos. Estos mismos esquemas se relacionan con otros constructos y/o con otros esquemas y la complejidad del proceso intelectual se convierte así en un estado dinámico de un intercambio constante de información entre el sujeto y el medio; es decir, se combina la maduración y la experiencia del sujeto.
De acuerdo con este enfoque, el humano pasa por las siguientes etapas: sensorio motriz, pre operatoria, operatoria concreta y operatoria formal (La etapa operatoria formal corresponde al adolescente y al adulto). Como parte de este proceso cognitivo también se incluye el desarrollo de la moral, en la que los valores de “bueno y malo” se van modificando de acuerdo a las experiencias que el individuo tiene con la comunidad y a las expectativas que esta tiene sobre sus integrantes.
Una aportación muy importante de uno de los seguidores de este contexto es la de Ausubel quien propuso que en el proceso de desarrollo de los individuos se manifiesta constantemente el aprendizaje significativo.
• La perspectiva psicoanalítica o psicodinámica
Como ya se mencionó, S. Freud -médico vienés- es considerado el pedestal del psicoanálisis. Esta postura manifiesta que contamos con una energía psicosexual y que su constante presión por manifestarse permite a los individuos permanecer activos; por otro lado, su infraestructura psíquica limita la expresión desmedida de esa energía. Los estados emotivos del hombre juegan un papel primordial en este punto de vista. Considerando que esta energía se centra en diferentes partes del cuerpo, se asume que las etapas de desarrollo son: oral, anal, fálica, latencia y genital. Esta última inicia en la pubertad y continúa a lo largo de la vida.
Otro personaje muy relacionado con la postura de Freud fue E. Erikson quien propuso que el hombre rige su vida en la lucha por ubicarse en algunas de las ocho etapas críticas.
• La perspectiva humanista
En 1982 un grupo de psicólogos fundó la Asociación de Psicología Humanista como reacción contra las posturas mecanicistas de la teoría conductista y, según ellos, de la psicoanalítica. Los humanistas, como los organicistas, consideran que las personas tienen en sí mismas la habilidad para manejar sus vidas y propiciar su propio desarrollo. Además, estos teóricos destacan las capacidades individuales para lograrlo en forma saludable y positiva, mediante las cualidades específicamente humanas de selección, creatividad, evaluación y autorrealización. Esta perspectiva se fundamenta
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