Anorexia Y Bulimia. Nuevas Formas De Subjetivacion
Enviado por veronicavega • 31 de Agosto de 2014 • 3.174 Palabras (13 Páginas) • 197 Visitas
ANOREXIA Y BULIMIA. NUEVAS FORMAS DE SUBJETIVACION.
INTRODUCCION
La creciente prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria, durante la adolescencia y especialmente en el género femenino, ha llevado a diversos autores e investigadores a ocuparse cada vez más del tema. Pareciera ser que la anorexia y la bulimia constituyen formas muy peculiares que plantean ciertas adolescentes de cómo se sitúan en torno a la feminidad y a la sexualidad.
Sabemos que la adolescencia es un fenómeno cultural, individual y vincular muy propicio para desarrollar conductas ligadas a la acción, es decir fenómenos que son una respuesta que da el sujeto frente a lo imposible de decir. Podríamos decir que el adolescente es alguien a quien se le han roto los espejos en los que se miraba. Es un momento de profunda desestabilización del cual no se sabe como saldrá parado el individuo. Intentaremos dilucidar como se hará ese nuevo surgimiento a la subjetividad en las jóvenes con anorexia o bulimia frente al encuentro que tiene con los juicios de existencia (castración y muerte).
LA SOCIEDAD ACTUAL
Si algo caracteriza a esta época es la caída de una serie de certezas que en la modernidad servían de apoyatura a un conjunto de ideales que se ofrecían como sostén y anclaje de los hombres y sus sociedades (Lipovetsky, 1993; Lewkowicz, 2004). Esta caída genera un clima de incertidumbre, en medio del cual surgen vivencias de vacío, de fragilidad sostenidos desde una lógica que privilegia la dimensión narcisista y el goce solitario, ilusionando al hombre con la idea de una completad o satisfacción total como metas posibles (un ejemplo de esto es la creciente tecnología al servicio de la manipulación del cuerpo que desmiente el paso del tiempo).
Los jóvenes de hoy se enfrentan a un doble desborde. Por un lado, no hallan bordes en lo social (por la caída de ideales); por el otro existe un desborde pulsional por la irrupción de la tensión genital, que corta ligaduras representacionales y ocasiona un trauma psíquico en donde faltan palabras. El desenfreno pulsional se ve así reforzado por los mandatos sociales, por un superyó sádico cultural que ordena el goce “mientras el mundo dure”. La sociedad impone y regula entonces formas específicas para el goce, y la comida no está ajena a estas formas.
LA ALIMENTACION
La alimentación es ante todo una actividad vincular. La comida introduce al bebé en una ¨sociedad¨ madre-hijo (la célula simbiótica de la que Freud habla en 1914) y a esa sociedad el bebé ingresa y pertenece por y con la madre, adquiriendo una identidad especular vía identificación (total, no mediatizada).
El niño desarrolla sus experiencias inaugurales de contacto con otro significativo a través del acto alimentario e incorpora no solo alimento a su organismo sino también a su mente. Por medio del alimento, el bebé descubre al mundo, juega y goza de la relación con su madre. En ese acto de alimentarse, la mirada de ese Otro (la madre o los grupos en la adolescencia por ejemplo) es fundamental. Con el tiempo el niño irá transformando la dimensión especular de la alimentación en un acto simbólico por medio del cual incorpora y adquiere también una identidad cultural, religiosa y grupal.
Que la comida pertenece a la cultura y al orden simbólico resulta evidente si tomamos en cuenta el valor del pan dentro del catolicismo ó las prohibiciones religiosas de los hindúes, quienes evitan lo salado porque induce a la lujuria, o los judíos que no comen levadura en pesaj para simbolizar la premura del pueblo de Moisés al huir de Egipto. Pero ahora bien, ¿podríamos decir que la anorexia y la bulimia son manifestaciones de tipo simbólico? o más bien conservan el carácter narcisista de la matriz inicial?
Quizás se traten de intentos fallidos de salir de una trampa especular…
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA ANOREXIA Y LA BULIMIA.
La anorexia es el más antiguo de los trastornos de la conducta alimentaria. Las primeras descripciones datan del siglo XIV y se atribuyen a la Iglesia.
Aunque la palabra anorexia significa etimológicamente falta de apetito; en la clínica no se evidencia tal pérdida de apetito hasta luego de haberse instalado fuertemente la enfermedad. Por el contrario lo que se observa es una tenaz oposición a la ingesta de alimentos. La delgadez en la anorexia es un concepto ontológico. Lo que determina a la paciente anoréxica a dejar de comer es descorporizarse. A diferencia de las primeras anoréxicas de la Iglesia, lo que se privilegia en las pacientes anoréxicas de los últimos años es la distorsión de la imagen corporal. En las primeras descripciones clínicas no se reseña dicha distorsión, de manera tal que esta distorsión parece ser un síntoma actual y probablemente su importancia se relaciones con las características descriptas anteriormente de la cultura postmoderna, en la cual la imagen determina la existencia. Las imágenes de la televisión, de las modelos publicitarias, de los blogs, aportan el goce a la anoréxica que es mirada por Otro social.
La paciente anoréxica aspira a una utopía, la de ser un esqueleto viviente; se trata de un ideal puramente especular y virtual, que actúa en sintonía con el discurso del capitalismo tardío (Barrionuevo, 2008) y se constituye en una trampa en cual la anoréxica cree tener acceso a la respuesta sobre las transformaciones del cuerpo y sobre la sexualidad, a la vez que se constituye en ¨alguien¨, la enfermedad le otorga una identidad: “soy anoréxica”. Mejor ser anoréxica que no ser, aunque la trampa es que la anorexia la lleva a la nada misma.
La anorexia es un intento de control de los impulsos de voracidad. Wilson (1988) sostiene que la anorexia se produce por una identificación con un padre o madre que teme a la gordura y afirma que estas pacientes evidencian un repliegue de la sexualidad hacia una característica infantil. Varios autores sostienen que hay una fuga de la sexualidad adulta acompañada de una regresión a defensas primitivas (Fenichel, 1954; Sperling, 1978, Deutch, 1940 En: Sorosky, 1988). Esta regresión incluye conflictos alrededor de fantasías orales sádicas y canibalísticas primitivas (Selvini Palazzoli, 1961, 1978; Sperling, 1953, 1968, 1978).
La Bulimia Nerviosa es definida recién en 1979, cuando Russell publica la primer descripción clínica de la enfermedad. En 1980 a través del DSMIII-R, la bulimia cobra una jerarquía científica internacional y describe un cuadro patológico caracterizado por la alternancia de períodos de restricción alimentaria con episodios de ingestas copiosas; seguidos por conductas compensatorias inapropiadas para anular la ganancia de peso (ejercicio físico intenso, ayunos,
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