Anorexia Y Bulimia
Enviado por dabarcag • 10 de Agosto de 2014 • 2.872 Palabras (12 Páginas) • 262 Visitas
RESUMEN
“Anorexia y Bulimia: lo que hay que saber” Crispo, Figueroa y Guelar
“Anorexia nerviosa y Bulimia” Herscovici
¿En qué consisten los trastornos de alimentación?
Es una enfermedad producida por muchos factores que predisponen a su desarrollo, combinándose aspectos individuales, familiares, contextuales y vitales de la persona.
Estas son “NOREXIA NERVIOSA”, “BULIMIA NERVIOSA” Y “TRASTORNO ALIMENTARIO NO ESPECIFICADO”
El elemento común: Preocupación extrema por el peso y la forma corporal; y practicas reiterativas de control del peso. (Controlando la ingesta alimentaria, ya sea a través de restricciones y/o purgas como vómitos, uso de laxantes y diuréticos)
Lo que perpetúa la enfermedad está más relacionado con lo que se está haciendo, en cuanto a la alimentación y al estilo de relaciones interpersonales, que con lo que puede haber dado comienzo al trastorno.
¿Cómo comienza y se perpetúa? (circuito)
Comienza con una dieta restrictiva, porque esta es la forma más común de controlar el peso. Con estas las pacientes se saltan comidas, disminuyen porciones, se restringen calorías y se eliminan algunos alimentos. El cuerpo está equipado para manejarse sin muchos problemas con reducciones calóricos a corto plazo, pero a mediano y largo plazo, esto provoca cambios internos en el cuerpo.
Una de las consecuencias es comer descontroladamente, porque la dieta ocasiona apetito y necesidad de ingerir hidratos de carbono (principal combustible energético del organismo).
Lo que sucede al realizar una dieta restrictiva o hipocalórica es:
1) Se suprimen alimentos ricos en carbohidratos, por eso aparece la necesidad imperiosa de comerlos.
2) Si la persona se resiste a comerlos, a lo largo de los días, esta necesidad aumenta, el organismo no resiste más y se desata el primer atracón o descontrol alimentario.
Sigue con el atracón, que es consecuencia natural de la deprivación calórica y consiste en una ingesta enorme de hidratos en muy poco tiempo, con sensación de no poder controlar qué ni cuanto come, después de lo cual la persona se siente culpable y disgustada consigo misma.
Como consecuencia del atracón y de la ansiedad ante el miedo a engordar, se recurre a una purga o compensación inapropiada (vómitos, laxantes, diuréticos y ejercicios)
Continúa con el vómito autoinducido, como método para intentar eliminar las calorías indeseadas ingeridas durante el atracón. Comienza implementándose como sistema para recuperar el control después del atracón y termina siendo un fracaso en el control, ya que legitima el atracón y, por lo tanto, el descontrol.
Recomienza el ciclo con un nuevo ayuno o dieta restrictiva, que conduce nuevamente a una situación de hambre y necesidad de hidratos, que desencadena un nuevo atracón con las subsiguientes purgas.
¿Cómo podemos darnos cuenta?
Con comportamientos “extraños” en relación a la comida o el cambio de hábitos alimentarios, Ej. Dejar de comer ciertos alimentos, comenzar dietas estrictas, etc.
Con comportamientos que expresen una preocupación por el cuerpo y la apariencia física que antes no existían, generalmente apareciendo conductas nuevas como pesarse constantemente, hablar constantemente del peso, preocupación por hacer ejercicios, etc.
Observar síntomas depresivos como aislamiento social, fatiga, poca energía, perdida de interés en lo que antes resultaba placentero, sentimientos de culpa y desesperanza, etc.
¿Qué hay que hacer?
Primer Paso: ”el cuidado del cuerpo”
Lo primero que hay que hacer es solicitar evaluación médica para verificar el estado nutricional de la paciente (peso, complicaciones médicas)
La primera meta es: “volver a aprender a comer”, esta es la clave de la recuperación, que genera el restablecimiento orgánico y anímico, para eso la paciente debe dejar de hacer dieta y de tener atracones.
La nutricionista deberá diseñar un plan alimentario específico para la persona, que este bien pauteado, sea normal en calorías e hidratos de carbono (entre el 50 y 60% de los alimentos), que sea fraccionado; para que la persona alcance su peso esperado (que depende de factores hereditarios, la historia del peso, la altura y la contextura física).
Consecuencias de la Inanición: Genera depresión
Segundo Paso: Solicitar ayuda psicológica, para ayudar a la paciente a corregir ideas y mitos sobre el peso y la figura corporal, al cambio de conductas y de hábitos alimentarios y de estilo de vida; para luego apoyar a la paciente es su proceso de crecimiento y que logre las metas del desarrollo que corresponden a su edad, ayudándola al logro de una nueva identidad.
Tercer Paso: “la familia”
Es necesario que tanto médicos como la familia y la paciente funcionen como un equipo.
En primer lugar, la familia debe incluirse en el tratamiento, particularmente los padres, especialmente en aquellos casos en que las hijas se resisten más a tomar la ayuda que se les está ofreciendo, porque esto es un indicador de riesgo (por lo tanto, más constantes deben ser los padres en el seguimiento de la hija). Recuerden: su hija no está en condiciones de asumir, por si sola, el compromiso de llevar a cabo las indicaciones del médico respecto al plan de alimentación. Generalmente, sienten que las van a engañar y hacer engordar. Hay que confiar entonces en la fuerza de los padres para hacer cumplir las indicaciones y lograr nuestra 1ª meta (volver a aprende a comer). Al menos en las primeras etapas, pero a medida que avanza el tratamiento y se evidencian cambios, se debe ir desplazando esta responsabilidad y compromiso a la paciente.
En segundo lugar, hay formas de relacionarse al interior de la familia que hacer que el trastorno perdure (Ej. No comen juntos, tienen límites y reglas poco permeables o flexibles, hay sobreexigencias y expectativas muy altas de los padres hacia los hijos, sobreprotección, dificultad para resolver conflictos, etc.)
TIPS (esto no lo incluí en el power)
Debido a los cambios metabólicos, cuando uno se restringe y luego se da atracones, aumenta de peso, porque las calorías consumidas en un atracón dejan de ser usadas como combustible y comienzan a ser almacenadas como grasa.
La depresión, ansiedad y el consumo de alcohol, aumentan las ganas de comer en las personas que hacen dietas.
Los estados emocionales negativos disparan el atracón sólo si la persona está crónicamente a dieta
La “adicción” a la comida no existe, lo adictivo no es la comida, sino el proceso que implica hacer dieta.
Los laxantes
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