Aplicacaion De Procesos Cognitivos Del Aula
Enviado por aldayi78 • 15 de Mayo de 2014 • 4.231 Palabras (17 Páginas) • 287 Visitas
INTRODUCCIÓN
El aprendizaje es un proceso que pone en ejecución estrategias cognitivas y metacognitivas, siendo la primera actos o procesos destinados a construir sentidos, producir conocimientos, lograr comprensión y recordar y la segunda monitorear y ejercer control mental sobre las variables o características intrínsecas de la persona de la tarea y de las estrategias en uso y del entorno.
El siguiente trabajo desarrolla temas relacionados al proceso cognitivo y sus aplicaciones dentro del aula, como lo son la inteligencia, la mediación y la Metacognición.
CONCIENCIAR LAS DEFICIENCIAS, FACTORES AFECTIVOS Y MOTIVACIONES
El Enfoque de Competencias:
En sintonía con los actuales enfoques curriculares, se adopta como referente un concepto global de competencia, que la concibe como una compleja estructura de atributos y tareas, que permite que ocurran varias acciones intencionales simultáneamente, tomando en cuenta el contexto, la cultura del lugar de trabajo, la ética y los valores como elementos de desempeño competente. Una de las características de las competencias es poder seleccionar y combinar en función de los objetivos planteados diversos recursos, entre éstos se encuentran: los saberes (teórico, contextual y procedimental), el “saber hacer” (formalizado, empírico, relacional), y las aptitudes y recursos emocionales.
En este sentido, Perrenoud (1999), en uno de sus trabajos intitulado “Construir competencias desde la escuela” expresa que una competencia “es una capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos pero que no se reduce a ellos…, generalmente requiere que usemos y asociemos varios recursos cognitivos complementarios”; una competencia tiene que ver con la capacidad de juzgar la conveniencia de los conocimientos de acuerdo a la situación y de manejarlos de la manera más adecuada.
Existen dos versiones de la idea de competencia que rivalizan en el ámbito académico: una es la forma interna o académica de la competencia, construida en torno a la idea de dominio de la disciplina por parte del estudiante, y la otra -muy difundida hoy es la concepción operacional de la competencia, que reproduce esencialmente el interés de la sociedad en el desempeño, sobre todo en los desempeños que mejoran los resultados económicos”.
Asimismo, el ser humano puede darnos nuevos tipos de objetivos educativos para este siglo, para la cual la competencia no se sitúa ni en las operaciones y la técnica, ni tampoco en los paradigmas intelectuales y la competencia disciplinaria, sino en la experiencia total del mundo de los seres humanos. Desde esta visión el mundo de la vida es más amplio que el de la competencia corporativa o el de la competencia académica.
Se afirma que el enfoque de competencias en la educación, representa retos importantes para la docencia y el proceso enseñanza-aprendizaje, en virtud de que implica el rompimiento con prácticas, formas de ser, pensar y sentir desde una racionalidad en la que se concibe que la función de la escuela es enseñar (acumular saber), para reproducir formas de vida, cultura e ideología de la sociedad dominante, a través de un Sistema Educativo que pondera los programas de estudios cargados de contenidos y la enseñanza de la teoría sin la práctica.
El enfoque de competencias se plantea como alternativa para el diseño curricular y para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, desde un sustento constructivista se considera el desarrollo de competencias como un saber hacer en la práctica, pero motivado en un aprendizaje significativo que se transfiere a situaciones de la vida real y que implica la resolución de problemas.
La Inteligencia como Capacidad para Aprender:
Inteligencia como capacidad para aprender o comprender, suele ser sinónimo de intelecto (entendimiento), pero se diferencia de éste por hacer hincapié en las habilidades y aptitudes para manejar situaciones concretas y por beneficiarse de la experiencia sensorial.
La inteligencia se define como la capacidad de adquirir conocimientos o entendimiento y de utilizar en situaciones novedosas. Los psicólogos creen que estas capacidades son necesarias en la vida cotidiana, donde los individuos tienen que analizar o asumir nuevas informaciones mentales y sensoriales para poder dirigir sus acciones hacia metas determinadas. No obstante, en círculos académicos hay diferentes opiniones en cuanto a la formulación precisa del alcance y funciones de la inteligencia; por ejemplo, algunos consideran que la inteligencia es una suma de habilidades específicas que se manifiesta ante ciertas situaciones.
Desde la década de los sesenta, han sido numerosas e intensas las propuestas de teorías, investigaciones y programas de intervención, con el objetivo de mejorar la capacidad cognitiva de los estudiantes. Es un hecho que la capacidad para adquirir y utilizar la información se puede mejorar entrenando las estrategias de procesamiento que se precisan. La psicología cognitiva ha puesto de manifiesto, sin negar por ello la existencia de un componente básico de carácter individual, que la inteligencia es una capacidad fundamentalmente dinámica y flexible, a saber, es sobre todo una capacidad para pensar y aprender.
Esta capacidad opera a través de una serie de habilidades, estrategias, tácticas y técnicas cuya adquisición se puede manipular y mejorar. Sin embargo, frente al notable interés que la investigación y la práctica educativa han dispensado al entrenamiento de las habilidades intelectuales, también es notable la decepción generada por los programas en relación con el impacto real que ejercen sobre el rendimiento de los estudiantes.
Hace unos años, una parte de la pobreza de los resultados observados se debe a la falta de una teoría coherente y comprensiva sobre el desarrollo de las habilidades que caracterizan el comportamiento inteligente de los estudiantes.
Por otra parte, los programas de intervención, deberían orientarse tanto al desarrollo intelectual como al desarrollo de la motivación de los estudiantes y, además, deberían relacionar la enseñanza que se imparte en la escuela con los comportamientos de los individuos en la vida real.
La preparación de los estudiantes como aprendices autónomos, creativos y con capacidad para resolver problemas requiere un número considerable de estrategias cuyo entrenamiento puede ayudar de manera notoria a atenuar las dificultades para aprender, particularmente,
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