COMO AFECTA LA LIBERACIÓN CONTRA REPRESIÓN SEXUAL

LIBERACIÓN CONTRA REPRESIÓN SEXUAL

(Benjamín Forcano)

La sexualidad condiciona nuestro existir, y a lo largo de los años ha sido vista como impropia del hombre, ha sido ofendida y menospreciada. Es por eso que Forcano nos habla de una liberación sexual, la cual trata de humanizar nuestra propia sexualidad.

La liberación sexual tiene una conexión con otros campos de la liberación humana, como lo puede ser la economía, la cultura, la socio-política, etc.

Una trampa de la liberación lograda es el ser supresora de la libertad de los demás. Y las liberaciones fallidas surgen por haber perdido de vista que la razón de la libración no reside en la liberación misma, sino en la promoción o en el incumplimiento de la libertad.

La sexualidad siempre ha sido entendida, vivida, expresada y legislada. Esto quiere decir que la sexualidad tiene un sentido abierto a las percepciones de diversos pueblos, siendo así patrimonio de una cultura más que de la naturaleza. Por lo que podemos encontrar actitudes y costumbres muy diversas, que llevan a la existencia de fenómenos como la miseria sexual o alienación sexual.

El nivel más serio de la opresión sexual se da cuando una persona que padecen alienación no es consciente de ella. Por lo tanto, no sufre de una represión ni de carencia.  Esta falta de conciencia puede ser por inmadurez o por usurpación de condicionamientos exteriores, por lo que no es posibles un cambio ni progreso.

Los tres principales aspectos para este nivel son:

1. No tomar en serio la sexualidad como una dimensión de vida, manteniendo la idea de que el sexo es irrelevante y utilizando para lucros comerciales y manipulación política.

1. Creer que el sexo es anti espiritual, al tener la idea de que el cuerpo es desdeñable. Por lo que una afición con el sexo es de mal gusto, nobleza y desmerecimiento.

Mostrándose en la reducción del sexo a lo puramente animal, al seguir siendo materializado e impidiendo con ello su humanización. Igualmente, en la falta de educación al considerar el sexo como algo malo, convirtiéndose esto en asco y condenación. Y por último la señalización de la mujer como tentación y perdición sexual, como justificación por parte del varón para no perder su dignidad.

1. Negación de igualdad entre varón y mujer. El varón identifica el mundo con mundo varonil y proyecta esta identificación a todos los ámbitos de la existencia. Y la mujer es vista como resultado accidental, por lo que es un ser inferior y por ende un objeto y victima para el hombre.

Vivimos en una cultura anti sexual, asexual, discriminatoria y masculina, por lo que muchos actores han propuesto planteamientos al problema, entre ellos están:  

• S. FREUD. No hay liberación sexual sin represión

1. La zona de los instintos gobernada por el principio del placer

El ser humano está conformado principalmente por dos instintos: la vida, o también conocido como el sexo, y el de la muerte. El instinto del sexo siempre buscará el placer por lo que este querrá salir al exterior, lo que lo hace un instinto vivo. Esta zona de los instintos esa gobernada por el “principio del placer”.

1. El principio de realidad organiza la represión

Ya que el instinto sexual busca salir el hombre debe de aprender a reprimirlo para poder logar una buena convivencia en la sociedad; aunque llegado el momento adecuado el principio de placer será sustituido por el principio de realidad el cual consta en que el hombre termine con la esterilidad y con este problema. Con el principio de realidad se producirá aspectos negativos en la cultura, pero es la única forma de asegurar el progreso.

1. No hay libertad ni progreso sin control de los instintos

Como se buscan la libertad y el progreso, debe de existir el principio de realidad. En este momento la sexualidad pasa a un término medio y no se le justifica más como una búsqueda de placer sino como un medio para procrear, aquí el cuerpo pasa de ser un instrumento de placer a ser uno de trabajo. En las generaciones futuras ya se reprimirá de manera automática el instinto sexual.

• W. REICH. La represión es, en última instancia, cultural y política

1. El hecho de la “miseria sexual”

El ser humano se va a enfrentar a una insatisfacción sexual impuesta por el sistema educativo. Con este solo se lograr obstaculizar la vida sexual y de esta manera el hombre buscara satisfacer su vida sexual en un ambiente más hostil, poco higiénico y de manera precipitada.

1. La negación de la bondad sexual y sus consecuencias

Al ser negada la naturaleza sexual del hombre origina de alguna manera perturbaciones psicológicas y de igual forma desencadena perversiones. Se cree que antes del patriarcado, que es la organización de la sociedad actual, existía el matriarcado, el cual era menos complicado y tenía una libertad sexual.

1. La represión sexual nace con el sistema económico patriarcal

La sociedad como tal es la que reprime la vida sexual. Esta represión nace con el sistema económico patriarcal, el cual función a través de dos clases: la propietaria y dominante, y la desposeída y dominada: en otras palabras, los dueños y los trabajadores. Este sistema económico es muy egoísta y avaricioso, en donde se basa la economía privada. Al ser los dueños los que implementan este sistema ellos crean su propia educación en donde se reprime la sexualidad y queda reservada solo para el matrimonio monógamo y a la familia patriarca. Con esto se logra inhibirlo desde edades tempranas y como consecuencia a la juventud, pero al reprimirla aparte de aumentar la necesidad sexual, provoca enfermedades sexuales, perversiones y neurosis. Dicho lo anterior la represión sexual no nace del individuo, sino como un fenómeno de la sociedad y la cultura capitalista.

1. La sexualidad, necesidad central del individuo

Todos los seres humanos nacemos a través de la sexualidad, lo que la hace una necesidad principal. El deseo sexual nos lleva al acto sexual como tal y como consecuencia a la conservación de la especie. Esto hace que la sexualidad ya exista y pertenezca al hombre; aunque sea regulada por cierto sistema.  

1. Regulación y recto ordenamiento de la sexualidad

La sexualidad es una función biológica de los seres y organismos vivos, por lo que la única manera de regular la necesidad sexual es a través de una gran satisfacción de está. Las personas que experimentan de manera natural la sexualidad son personas que son naturalmente más amables y gentiles con los demás, sin necesidad de presentar actos violentos. El problema es que se vive un intenso conflicto entre la naturaleza del hombre y su moral, ya que la cultura lo reprime y lo denota como algo inmoral e incorrecto.  

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