Cambios físicos, sensoriales y psicomotrices de la adultez
Enviado por Mari Avilés • 3 de Junio de 2018 • Informe • 1.860 Palabras (8 Páginas) • 1.550 Visitas
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Desarrollo físico, sensorial y psicomotriz de la adultez
Desarrollo físico
- Adultez temprana:
Entre los diecinueve y los treinta o cuarenta años, cuando el cuerpo se ha desarrollado por completo, la mayor parte de las personas alcanza el clímax de su capacidad física, es decir: la fuerza, la energía y la resistencia llegan a su máximo nivel de desarrollo; el sistema cardiovascular, en un individuo sano, es muy fuerte y los músculos y los sentidos alcanzan igualmente su máximo desarrollo. Sin embargo, por el mismo hecho de haber alcanzado su cima el desarrollo de la condición física, posteriormente se genera una ligera declinación.
- Adultez media:
Para este momento, la mayoría de los individuos aceptan los cambios en sus capacidades reproductoras y sexuales (menopausia: mujeres y andropausia o crisis de la edad media; hombres), y en la disminución de la agilidad al caminar, y en alguno que otro caso, suele surgir angustia por la disminución del atractivo físico.
En sí, los cambios físicos más comunes son la habilidad disminuida para bombear sangre; deterioro en el funcionamiento de los riñones; secreción disminuida de enzimas en el tracto gastrointestinal, lo cual conduce a la indigestión y al estreñimiento; debilitamiento del diafragma; ensanchamiento de la glándula prostática en el hombre, dando como consecuencia problemas de vesícula y en el ámbito sexual.
- Adultez tardía:
La mayoría de las personas son saludables y activas, aunque la salud y las habilidades físicas empiezan a declinar. El retraso en el tiempo de reacción afecta algunos aspectos del funcionamiento, lo que puede traer como consecuencia el desarrollo de condiciones crónicas y enfermedades como la diabetes, reumatismo, alteraciones mentales o enfermedades cardiacas, pero que son posibles de controlar mediante la intervención médica necesaria.
Según estudios, por lo menos el 80% de los ancianos presentan una enfermedad crónica y el 50% tiene al menos dos de ellas. Los individuos mayores de 85 años son más frágiles, débiles y vulnerables al estrés, la enfermedad, la discapacidad y la muerte.
Algunos de los cambios más evidentes son los siguientes:
- La piel tiende a palidecer y pierde elasticidad, generando la aparición de arrugas al reducirse la cantidad de grasa y masa muscular.
- El cabello se adelgaza y se torna gris, luego blanco, y por su parte, el vello corporal disminuye.
- La estatura reduce por la reducción del espacio entre las vértebras de la columna.
Con respecto a la parte orgánica:
- El sistema digestivo permanece relativamente eficiente.
- El ritmo cardiaco suele ser más lento e irregular.
- La capacidad de reserva cae, por lo que muchos individuos en esta etapa no logran responder a las propias exigencias físicas.
- Se presenta una disminución en el número de células, así como en la sensación de sed.
- Se pierde la grasa sub-cutánea y glándulas sudoríparas.
Por su parte, el cerebro también envejece, por lo que los deterioros de la memoria se vuelven más evidentes a partir de los 60 años aproximadamente; la capacidad para entender palabras no familiares se mantiene fuerte hasta los 79 años. La plasticidad del cerebro reorganiza circuitos neuronales para responder al envejecimiento neurobiológico. Se dan disminuciones graduales del peso y volumen del cerebro, así como una disminución de neurotransmisores dopaminérgicos.
En el ámbito sexual los hombres tienen mayor probabilidad de mantener la actividad sexual en la vejez tardía, sin embargo, requieren de más tiempo para desarrollar una erección y eyacular. Por su parte, las mujeres presentan congestión mamaria y otras señales de excitación sexual son menos intensas.
Si quisiéramos identificar algunas de las principales causas de muerte en un adulto mayor, podríamos destacar algunas enfermedades como la cardiopatía, cáncer, apoplejía, enfermedad crónica de las vías respiratorias, diabetes e influenza o neumonía.
Cambios sensoriales en la adultez tardía
Con la edad, la agudeza de los sentidos decae, sin embargo, así como cada aspecto del desarrollo humano, va a depender del funcionamiento del organismo de cada individuo. Para tener una idea más clara de los cambios presentes en esta etapa de la adultez, a continuación desgloso algunos de ellos según cada órgano sensorial.
- Vista:
Más de la mitad de las personas mayores de 65 años desarrollan cataratas (nubes o áreas opacas en el cristalino, lo cual origina visión borrosa). Los ojos necesitan más luz para ver claramente. Se presenta dificultad con actividades como leer, coser, ir de compras o manejar en la noche.
A partir de los 60 años de edad, las pupilas pueden disminuir a aproximadamente un tercio del tamaño que tenían a los 20 años de edad. Asimismo, pueden reaccionar más lentamente en respuesta a la oscuridad o a la luz brillante. Los músculos oculares se vuelven menos capaces de rotar completamente el ojo.
A medida que envejecemos, la nitidez de la visión puede disminuir gradualmente. El problema más común es la dificultad para enfocar los ojos en objetos cercanos, afección denominada presbiopía, sin embargo, os anteojos para leer, los anteojos bifocales o los lentes de contacto pueden ayudar a corregir esta condición.
La reducción de la visión periférica es común en las personas mayores. Lo cual puede limitar sus actividades y su capacidad de interactuar con otros. Puede ser difícil comunicarse con personas que se sientan a su lado porque no las pueden ver bien. Además, conducir un vehículo puede volverse peligroso.
Adicionalmente, los ojos que envejecen pueden no producir suficientes lágrimas, lo cual lleva a que se resequen, y cuando esta afección no es tratada, se pueden presentar infecciones, inflamación y cicatrización de la córnea.
Finalmente, se puede decir que los cambios que se producen en la visión y que no son normales incluyen: cataratas (nublado del cristalino del ojo), glaucoma (aumento en la presión del fluido del ojo), degeneración macular (pérdida de la visión) y retinopatía (enfermedad en la retina provocada por la diabetes o hipertensión arterial).
- Audición:
Los problemas de audición son más comunes que los de visión, las personas mayores tienen dificultades especiales para seguir una conversación cuando interfiere algún ruido de la televisión, la radio, del exterior u otra persona habla al mismo tiempo. La pérdida de audición puede contribuir a la percepción de que las personas mayores son distraídas e irritables.
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