Caso catalina-Freud

CASO CATALINA

Catalina era una joven que luego de haber concurrido a distintos médicos, en busca de una cura. Ante la presencia de Freud decide consultarle sobre su enfermedad.

De acuerdo a Lagache: “Las conductas patológicas son “ el conjunto de respuestas significativas por las cuales un ser vivo en situación integra las tensiones que amenazan la unidad y el equilibrio del organismo”

Síntomas:

 Sensación de ahogo

 Dificultad para respirar

 Peso en los ojos y en la frente

 Zumbido en la cabeza y latidos intensos

 Mareos

 Presión en el pecho

 Presión en la garganta como si se fuese a ahogar

 Sensación de muerte

 Ve una cara que la asecha

El síntoma aparece cuando Catalina tenía 16 años y encuentra a su tío con Francisca. Recuerda haber visto al tío sobre Catalina, no más que eso. Expresa haber olvidado todo. Al aparecer los síntomas y ante la insistencia de su tía en recibir una explicación, Catalina le cuenta o que vio.

De ahí en más su tío la persigue y maltrata culpándola de ser responsable de la separación.

El aparato psíquico regula la energía, cuanto más reprime, mas energía se utiliza, esta energía presiona y filtrando en forma de síntoma.

La represión es un mecanismo de defensa del yo, la función exclusiva de la represión es rechazar y mantener alejados del consciente determinados elementos mediante un esfuerzo continuo y permanente.

Freud considera a la angustia como una señal de alarma que pone en marcha el mecanismo de represión.

Así diagnostica el cuadro de Catalina, de acuerdo a los síntomas, como ataques de angustia con signos de histeria.

Cabe destacar que el término angustia deriva, etimológicamente del griego y significa: yo estrangulo, yo impido respirar. Esos son precisamente los síntomas de la angustia .La constricción y la sintomatología respiratoria.

Freud toma como elemento histórico de la angustia la vivencia del parto, considerando que en los seres humanos el nacimiento es el prototipo de las experiencias que se adecuan a esta descripción. La separación del niño del cuerpo de su madre es el primer gran drama de la vida, reproduciéndose en la angustia el trauma de nacimiento.

“La angustia dice- Pichon Riviere -tiene formas de expresión y contenido psíquico que son diferentes en cada una de las etapas de la evolución libidinosa”. En la etapa fálica correspondería al temor a la castración y estaría expresada por síntomas de conversión (Transformación de energía sexual reprimida en dolencia física). Estos síntomas comprenden todos los trastornos respiratorios y los temblores, pero los que caracterizan la etapa oral son los respiratorios, mientras que en la etapa fálica los peculiares son los síntomas

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