Crianza Positiva
Enviado por junho • 26 de Julio de 2013 • 1.251 Palabras (6 Páginas) • 366 Visitas
CRIANZA POSITIVA
Uno de los problemas comunes que se observa en las familias de hoy, son padres que admiten tener dificultad para poner límites a sus hijos. Y es que la mayoría de padres de esta generación no se identifican con una educación basada en el autoritarismo, sin embargo, la mayoría, por miedo a no ser aquellos padres, terminan cayendo en el otro extremo: la “permisividad”. Pero qué pasa, al ver que este estilo de disciplina no funciona, empiezan a ser autoritarios; luego surge la culpa y vuelven a ser permisivos, creando gran inestabilidad en los niños, quienes terminan haciendo lo que creen más conveniente.
Ser padres permisivos significa educar a los hijos con ausencia de límites, lo que implica falta de respeto a nosotros mismos, libertad sin orden, darles opciones ilimitadas y por lo tanto enseñarles que todo lo que ellos quieren es absolutamente válido, aún cuando esto signifique perjudicar a los demás.
Por otro lado, ser padres autoritarios significa tener un control excesivo sobre nuestros hijos, ausencia de libertad para que tomen decisiones y falta de respeto hacia ellos, en pocas palabras “ahora haces esto porque yo mando.”
Llegar a un punto medio donde se puedan establecer límites con amabilidad, es educar con dignidad y respeto, buscando la cooperación de nuestros hijos y desarrollando en ellos valiosas habilidades de vida sin llegar a excesos ni decisiones extremistas.
En vez de dar órdenes, haz preguntas que inviten a la reflexión
Habla menos y actúa más. Acércate a tu hijo y muéstrale lo que tiene que hacer, en vez de decir “1000 veces los mismo” desde lejos, esperando que “obedezca” rápidamente.
Practica la escucha activa. Deja de hablar un momento y trata de escuchar las palabras y el mensaje detrás de las palabras.
Crea rutinas y luego recuérdale qué es lo que habían acordado. Ej. Tu hijo se levanta de la mesa al terminar de comer y va directo a jugar, entonces le puedes recordar “¿qué es lo que tenemos que hacer después de cenar?”
Dale opciones limitadas, esto les dará la sensación de que no tienen que obedecer todo a rajatabla y que tienen la opción de elegir.
Decide lo que harás y se consecuente. Jugaré contigo, apenas termines de hacer las tareas.
el autocontrol. Cuando entramos en la lucha de poder queremos controlar todo, pero cuanto más controladores queremos ser, más descontrolados nos volvemos. A la primera persona que tenemos que controlar es a nosotros mismos.
Ponerse de acuerdo. Ambos padres tienen que manejar el mismo estilo de crianza para no crear confusión en los hijos que inviten a buscar “al más bueno” .
Qué madre o padre no ha pasado por aquellos momentos donde los hijos se quejan de todo, se enojan, no quieren jugar con nadie o se desconcentran fácilmente a la hora de estudiar. Los notamos un poco “tristes” pero al día siguiente o al cabo de unos días, esa tristeza desaparece.
Y es que, es casi seguro que muchos niños alguna vez en su vida han han tenido un episodio de tristeza, sin embargo, cuando esa conducta o estado anímico persiste por varias semanas, aunado a otros síntomas como disminución de la vitalidad, alteraciones en el sueño y la alimentación, podemos estar frente a un trastorno: la depresión infantil.
Evite etiquetarlo con mensajes absolutistas como: "eres un malcriado", "nunca me haces caso, en vez de eso hágale preguntas que inviten a la solución de problemas “Qué” y “Cómo”, "¿Qué podrías hacer para...? ¿Cómo harías…? ¿y qué más?", converse con él, rebata sus ideas y creencias irracionales.
Establece una relación cordial con sus hijos, donde puedan experimentar emociones positivas de manera mutua.
Trata tus hijos con dignidad y respeto. Sólo así se sentirán y se comportarán mejor.
Escúchalos. Tus hijos aprenderán cómo escuchar con empatía, poniéndose en los zapatos del otro, si es que le brindas el modelo adecuado para saber cómo hacerlo.
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