DEPENDENCIA EMOCIONAL

DEPENDENCIA EMOCIONAL

AUTOR: EDUARDO SANCHEZ

ASIGNATURA: COMPETENCIAS COMUNICATIVAS

PROFESOR: JULIO GARCIA

PROGRAMA: PROCESOS LOGISTICOS Y DE COMERCIO EXTERIOR.

FECHA DE PRESENTACIÓN: 24/05/2022

UNIVERSIDAD AMERICANA

(Sede centralización cevillar)

INTRODUCCIÓN

La dependencia emocional en psicología es la dependencia afectiva o afectiva, la cual consiste en una serie de conductas adictivas que se dan en las relaciones interpersonales, cada una con un rol asimétrico.

La necesidad emocional básica que todo el mundo necesita se vuelve emocionalmente dependiente cuando exhibimos conductas patológicas y desproporcionadas para satisfacerla.

Las fortalezas y la autoestima son factores protectores frente a la dependencia emocional.

De esta forma, los dependientes exhiben un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que tratan de enmascarar ante los demás de manera inapropiada. Por tanto, una pareja afectiva es una necesidad afectiva extrema, así como un drogadicto necesita su dosis de sí o no, la persona dependiente necesita a la persona de la que depende, y en la dependencia emocional operan mecanismos de refuerzo positivo similares a los de otras adicciones, produciendo en última instancia una dependencia psicológica prácticamente incontrolable en el suje

"No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío de una persona que no se ama a sí misma" (Irene Orce)

Hoy en día, muchos de nosotros seguimos buscando ese algo que no sabemos qué es. Al vivir desconectados de nuestros corazones percibimos que algo falta, algo esencial para ser felices, esto es la ilusión que todos han fomentado sobre el tan cuestionado “AMOR”. Esto provoca que algunas personas no soportan estar consigo mismas, ya que al estar solas sienten un vacío interior que, según ellos, no puede llenar nada más sino a otra persona.

Pero dicha búsqueda de ese algo que no sabemos que es, está condenada al fracaso, puesto que precisamente nuestro respeto y amor propio es lo único que les falta a nuestras vidas para que seamos plenamente felices. Mas allá del placer y la satisfacción temporal que nos dé una relación u persona lo único que necesitamos para ser felices es aceptarnos como somos. Seamos honestos: ¿cuánto tiempo, dinero y energía dedicamos en conocernos, cuidarnos y mimarnos? ¿Cuándo fue la última vez que sentimos paz? ¿Qué hemos hecho recientemente para amarnos?

Como en cualquier otro ámbito de la vida, gozar de un saludable bienestar emocional es una cuestión de compromiso y constancia, no pretendamos que todo cambie de la noche a la mañana ya que solo tú puedes cambiar tu forma de tratarte.

Dado que en sociedad actual es frecuente encontrarnos que el amor hacia nosotros mismos es un acto de vanidad, egoísmo y hasta narcisismo; esto nos lleva a esperar un sentimiento de afecto y cariño de las demás personas hacia nosotros, ya que creemos que si las personas nos aman podemos dejar de sentirnos incompletos o vacíos. 

Llega un momento en el cual se vuelve tedioso hablar sobre los estereotipos y etiquetas estúpidas y corrientes de nuestra sociedad, como lo es el que un hombre no pueda hablar libremente sobre amor propio o dependencia emocional sin que las demás personas cuestionen su heterosexualidad, y es que vivimos en una sociedad tan podrida en la cual nos enfocamos en ver los defectos y diferencias de los demás y no somos capaces de ver la gravedad de este asunto. 

Pero si no preguntamos ¿qué es verdaderamente dependencia emocional?

Solemos pensar qué las personas con dependencia emocional son personas pasivas e introvertidas, las cuales intentan a toda costa complacer a los demás colocando las necesidades de los demás antes que la de ellos mismos, son personas inseguras e indecisas que no son capaces de tomar decisiones por ellos mismo.

uno de los pilares que le dan fuerza a la dependencia emocional es el miedo a la soledad, y es que esta es una emoción que nos acompaña desde nuestros inicios, forma parte de nuestra forma de ver el mundo. Sin embargo, aunque no corra peligro nuestra vida, seguimos sintiendo miedo: a la pérdida, al futuro, al fracaso, al cambio… Pero hoy hablamos de uno de los miedos más frecuentes y al que no le dan importancia en nuestra sociedad: el miedo a la soledad. Un miedo decisivo en nuestra vida, que afecta y define asuntos esenciales, como son nuestras relaciones afectivas, y condiciona la respuesta a cuestiones tan importantes como: 

¿Cuándo convendría concluir una relación de pareja que no está funcionando?

Esta es una de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas al estar en una relación. Y es que los dependientes emocionales se sienten mal y en la mayoría de las veces, son totalmente conscientes de que la relación no es sana ni satisfactoria, pero aún así son incapaces de salir del círculo vicioso, de romper el vínculo, de superar el momento, lo que le lleva a sentirse peor.

La persona dependiente idealiza a su pareja de tal manera que no es capaz de ver nada negativo en él o en ella; idolatran a la pareja como si de un Dios o como si de un ser superior se tratara. El dependiente asume que su pareja es el ser más maravilloso que ha conocido jamás, es ideal porque es perfecto o perfecta, no se equivoca nunca, no comete errores, no se imagina su vida sin él o sin ella él hará todo lo que esté a su alcance para mantener la relación. En este punto, la persona dependiente sobrevalora las cualidades de su pareja por encima de las propias.

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