Dependencia Emocional
Enviado por 1964478 • 10 de Septiembre de 2014 • 1.620 Palabras (7 Páginas) • 434 Visitas
DEPENDENCIA EMOCIONAL
Maribel Sobrino
Psicóloga
¿Sientes habitualmente que NECESITAS a tu pareja?
¿Renuncias con frecuencia a tus propios deseos anteponiendo los deseos de otra
persona?
¿Callas con tal de evitar un conflicto?
Igual que muchas otras palabras que pertenecen a un lenguaje más psicológico (ej.
depresión, autoestima,…) el término “Dependencia Emocional” está empezando a
introducirse ampliamente en el lenguaje de muchos de nosotros. Como ocurre con
esos otros términos, no siempre se conoce bien su significado y, sobre todo, qué es
lo que implica para la vida de la persona. Con este artículo pretendemos aclarar el
concepto en sí mismo, contribuir a que se pueda reconocer, y dar unas
recomendaciones generales para empezar a combatirlo.
Muchos autores definen dependencia emocional como “una NECESIDAD afectiva
fuerte que una persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes relaciones de
pareja”. Aunque lo más conocido es la dependencia emocional en cuanto a
relaciones de pareja, queremos recalcar que a lo largo de nuestra actividad como
terapeutas, también nos hemos encontrado una alta necesidad afectiva hacia
progenitores, y hacia los hijos, entre otras relaciones, no obstante, y por su mayor
frecuencia, nos centraremos en la Dependencia Emocional de la relación de pareja.
Igualmente queremos aclarar que la demanda de tratamiento por Dependencia
Emocional suele provenir con más frecuencia de mujeres, lo cual como es lógico no
significa que en los hombres no se den estas dificultades, y que cuando nos
refiramos a “ella” nos referimos a “la persona” con Dependencia Emocional.
Veamos la definición de Dependencia Emocional, hemos incluido la palabra
“necesidad”, ya de por sí, si analizamos esta palabra, es algo que “ata” al individuo
a un determinado elemento. Algo que se necesita, se supone que es algo sin lo cual
no podemos vivir, sea del tipo de necesidad que sea. De hecho, es tan importante y
crucial este concepto que, para muchos autores, la Dependencia Emocional sería
algo similar a una adicción, pero en vez de necesitar una sustancia, se necesitaría
aprobación, afecto, etc, de determinadas personas, en este caso, de la pareja.
Cuando somos niños, creamos un vínculo afectivo de dependencia emocional con
las personas más cercanas, generalmente nuestros padres, o personas que vivan
en la misma casa (ej. abuelos), en la adolescencia creamos esos vínculos con
amigos y estos vínculos nos ayudan a aprender y a crecer personalmente, y en la
edad adulta, además creamos un vínculo especial con nuestra pareja. El problema
aparece cuando este vínculo se convierte en dependencia y nos impide
desarrollarnos en la vida como seres independientes y libres; cuando esa
dependencia nos lleva a quedarnos en segundo plano en nuestra propia vida, dando
más importancia a las necesidades, derechos y comportamientos de otra persona,
que a los nuestros.
Al hablar de “querernos en un 2º plano” muchos habrán pensado en el perfil
tradicional de “madre-esposa” que renuncia a su vida profesional y a muchos
deseos y objetivos personales para darle prioridad a los de su pareja e hijos.
Siempre bajo un planteamiento de sacrificio, que con frecuencia conlleva una
VELÁZQUEZ 146, 5ª PLANTA (OFICINA 511) • 28002 MADRID • TEL.: 91 563 45 19 • FAX: 91 411 52 26esperanza de que el cariño-apoyo-entrega, acaben revirtiendo en ella misma. Pero
para encontrar ejemplos más actuales de esta tendencia dependiente de
“quedarnos en un 2º plano” no tenemos que buscar necesariamente al ama de
casa, hay muchos ejemplos de personas que sacrifican ascensos, viajes, incluso
trabajos porque a la pareja le han ofrecido “el sueño de su vida” en otra ciudad,
sacrificios, o inhibiciones de deseos, objetivos incluso criterios y opiniones propias
que quedan relegadas a un 2º plano con tal de obtener, o simplemente mantener el
cariño, el amor, que mi pareja siente por mi.
En realidad, lo que están haciendo es colocar su felicidad en manos de otros, están
buscando la felicidad fuera de ellas mismos. Eso, sin saberlo, les lleva a la
infelicidad automáticamente, ya que la única forma de ser felices es buscar esa
felicidad en nosotros y en las acciones que elijamos. Los únicos comportamientos
en los cuales podemos influir de una manera clara son los nuestros, y esos son los
únicos que nos pueden garantizar nuestra felicidad.
Lo que más destaca en las personas con alta dependencia emocional es su miedo a
las pérdidas y al rechazo de las personas queridas, en este caso, de la pareja.
Tienen miedo a hacer algo que al otro no le guste, y que esa persona decida
dejarles o retirarles su amor y su cariño. Así que buscan continuamente
complacerle, hacer lo que se supone que el otro quiere o desea. Intentan adivinar
qué es lo que gustaría al otro en cada una de sus acciones, con el consiguiente
riesgo
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