DESARROLLO SOCIO-EMOCIONAL
Enviado por Dalmariela06.02 • 28 de Septiembre de 2022 • Examen • 2.040 Palabras (9 Páginas) • 147 Visitas
CAPÍTULO VIII - DESARROLLO SOCIO-EMOCIONAL
INTRODUCCIÓN
“La vida socio - emocional del hombre está estrechamente relacionada con todo el funcionamiento psicológico y constituye la base del estudio de la personalidad, por tanto, viene hacer una reacción compleja e integral”.
En los primeros años se estructuran las bases de la personalidad, esta se encuentra en una relación directa con el medio externo que influye sobre el desarrollo de la afectividad, en un proceso de interacción permanente.
El desarrollo socio - emocional, desempeña un papel de máxima importancia en la vida del niño. Añaden placer a las experiencias diarias, sirven de motivación para la acción, influyen sobre la percepción de las personas y de su medio ambiente; las reacciones emocionales que el niño experimenta con frecuencia se convertirán en hábitos, la infancia es una edad crítica en el desarrollo de las emociones. Si han de ser “fuerzas poderosas” para bien de la vida del niño, es preciso que sean buenas emociones. Los niños que crecen en un hogar desprovisto de calor emocional, encuentran más dificultades en establecer relaciones de afecto con los demás.
Para GESELL la conducta personal social se refiere: “a las reacciones personales del niño frente a otras personas y frente a los estímulos culturales; su adaptación a la vida doméstica, a la propiedad, a los grupos sociales y las convenciones de la comunidad”.
Los diferentes tipos de respuestas psicoemocionales del hombre (alegría, tristeza, admiración, miedo, ansiedad) aparecen en dependencia a los factores objetivos con que tropiezan y también son determinados por causas subjetivas relacionadas con las particularidades del desarrollo de la personalidad.
8.1 CARACTERÍSTICAS DE LAS EMOCIONES EN LOS NIÑOS
Las emociones de los niños pequeños difieren mucho de la de los adolescentes y adultos. A no ser que se reconozcan estas diferencias, los adultos tenderán a considerar las reacciones del niño como "inmadurez". Aún más grave es la tendencia a regañar o castigar al niño cuya reacción emocional es normal para su edad.
De todos modos, con independencia de las diferencias individuales, las características de las emociones en los niños son:
Son breves, las emociones en el niño pequeño no duran más que unos pocos minutos y terminan bruscamente, se desahoga rápidamente.
Son intensas, frente a una situación trivial se produce una reacción emocional de gran intensidad. Las intensas reacciones emocionales del niño pequeño frente a una pequeña molestia son fuente de gran sorpresa.
c) Son transitorias, los rápidos cambios del niño pequeño desde la risa al llanto, de la rabia a la sonrisa, o de los celos al afecto son sorprendentes. Estos cambios se atribuyen a:
El niño pequeño expresa sus emociones sin reservas, desahogando sus emociones acumuladas
Carece de una comprensión total de la situación
Su atención no tiene largo alcance, lo cual hace posible que se distraiga fácilmente.
d) Aparecen con frecuencia, los niños muestran emociones con mayor frecuencia, conforme el niño se hace mayor, aprende adaptarse a las situaciones que provocan emociones y a reaccionar frente a ellas de forma aceptable.
e) Las respuestas emocionales de los niños son diferentes, hay una gran variabilidad en sus respuestas emocionales; conforme van dejándose sentir las influencias del aprendizaje y del medio, la conducta que acompaña a las diferentes emociones se va individualizando.
f) Las emociones cambian de fuerza, las emociones que son muy fuertes a ciertas edades pierden su fuerza conforme el niño se vuelve mayor; otras anteriormente débiles se fortalecen (la timidez con extraños).
g) La forma de expresión emocional cambia, el niño pequeño, cuando quiere una cosa, la quiere en ese momento. No se para a pensar si le puede hacer daño a él o a otros ni tampoco si lo conseguido merece la pena.
8.2 DESARROLLO DE LAS EMOCIONES
“La capacidad de responder emocionalmente está presente en el recién nacido como parte del proceso de desarrollo y no necesita ser aprendida” (BAKWIN). El primer signo de conducta emocional en el recién nacido es la excitación general por estímulos fuertes; esta excitación difusa es parte de la actividad masiva presente al nacer. Muchas veces, antes de haber transcurrido el período neonatal, la excitación general se diferencia en relaciones simples que sugieren placer y displacer.
Las respuestas desagradables se provocan cambiando bruscamente la posición de un niño, haciendo ruidos bruscos, dejándolo permanecer con los pañales mojados, etc. Las respuestas placenteras se manifiestan cuando el niño mama también; es posible provocarlas meciéndole, acariciándolo, proporcionándole calor y manteniéndole cómodo. El niño muestra su placer con una relajación general, de todo su cuerpo y no, como más tarde, con sonrisas.
Antes de que el niño cumpla un año, son reconocibles expresiones emocionales semejantes a la de los adultos. Conforme va creciendo su repertorio se amplía, aumentando emociones como alegría, rabia, miedo, celos, curiosidad, etc. Estas formas de conducta emocional pueden ser provocadas por diversos estímulos, objetos o situaciones que originalmente no provocan ninguna respuesta. Según dice GESELL “Las emociones no son entidades fijas.
Cambian con la edad, a lo largo de la infancia, la niñez y la adolescencia”. Al principio el niño demuestra su displacer llorando y gritando. Mas tarde, arroja cosas, pone rígido el cuerpo, se estira hacia atrás, se marcha corriendo, se esconde, etc., al aumentar su edad disminuye sus respuestas motoras y se incrementan respuestas lingüísticas (sobre todo respuestas de miedo y rabia).
La conducta emocional del niño es cada vez más dirigida y por tanto menos casual y caótica.
Las manifestaciones verbales, principalmente el llanto, son características de los niños pequeños, la agresión física contra sí mismo y los demás (arrancándose el cabello, dando patadas), se encuentran corrientemente entre los niños de mayor edad. Aunque las emociones están ya presentes al nacer, se encuentran relacionadas con la satisfacción o insatisfacción de las necesidades orgánicas.
8.2.1 PAPEL DE LA MADURACIÓN
La capacidad de responder emocionalmente depende del desarrollo neural y endocrino. El establecimiento del control cortical es necesario, por cuanto puede presentar problemas a la falta de este. Especialmente el establecimiento del control de los lóbulos frontales. Esto se ha demostrado experimentalmente, así tenemos que la extirpación de los lóbulos frontales provoca que la conducta emocional carezca de profundidad.
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