Depresión Posparto

La depresión posparto se podría considerar como una de las problemáticas más desesperantes a la que se tiene que enfrentar un 10 a 20% de la población femenina que es diagnosticada y atendida por éste mal (Moreno Zaconeta, A. Domingues Casulari da Motta, L. Franca, P., 2004, Arranz Lara, L. et. al., 2008, Vargas Mendoza, J. García Jarquín, M., 2009); desesperante en el sentido de que las mujeres que la padecen se enfrentan no solo a una disparidad en su propia autoconcepción del maternaje, sino también a lo que socialmente se considera normal en éste ámbito y el recién nacido implicado en esto es altamente afectado en diversos aspectos y más aún si tomamos en cuenta que en diversas ocasiones la depresión prenatal se continúa como depresión posnatal quedando los menores doblemente expuestos (Goodman, S. Rouse, M., 2011).

Sin embargo, en todo el mundo es alto el porcentaje de casos que no se diagnostican ni mucho menos se atienden y dadas las circunstancias actuales en las que cada vez son más las mujeres adolescentes que resultan embarazadas (Wolff, C. Valenzuela, P. Esteffan, K. Zapata, D., 2009), la cifra asciende cada vez más. El que no se atiendan estos casos se puede adjudicar, tanto en las pacientes como en los médicos que las atienden, a la desinformación, el desinterés o que se considere como un proceso que implicaría mucho tiempo tan solo en la detección del problema. Pero para comprender mejor este asunto comencemos definiendo lo que es la depresión posparto y que implica, posteriormente la mejor manera de detectarla.

¿Depresión posparto?

A pesar de los estudios que se han hecho sobre este tema, no se ha encontrado algo en especifico que sea la causa de este padecimiento, se podría hablar de cuestiones netamente psicológicas, de química cerebral o cambios hormonales, el medio en el cual se desenvuelve la persona o una combinación de todas, empero una definición de este mal si existe y fue expresada por Cox (2003), él la define como “la presencia de todo trastorno depresivo, sin síntomas psicóticos, que se manifiesta durante el primer año postparto” (citado en Moreno Zaconeta, A. et. al., 2004).

Esto significa que la depresión puede ocurrir prácticamente en cualquier momento posterior al alumbramiento y los síntomas pueden durar desde unas cuantas semanas hasta varios meses después del mismo (Vargas Mendoza, J. et. al., 2009). Los síntomas a que se hace referencia son diversos e implica el conjunto de varios de estos: sentimientos de tristeza y falta de placer en las actividades diarias (anedonia), irritabilidad, fatiga, llanto, sentimientos de incapacidad en los cuidados del recién nacido y las tareas domesticas, angustia, ansiedad, sentimientos de culpa y autocensura por no amar o cuidar suficientemente al hijo e incluso algunos casos pueden llegan a los pensamientos suicidas o de daño al menor (Moreno Zaconeta, A. et.

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