Descripción y análisis de las manifestaciones de bullying en adolescentes de nivel secundaria

El presente trabajo tiene como objetivo describir y analizar las manifestaciones de bullying en adolescentes de nivel secundaria.

El principal objetivo de este trabajo es identificar cómo la relación de diferentes factores tanto psicológicos como sociales, entre otras variantes influye para que los adolescentes se comporten de manera agresiva, violenta y acosen a sus iguales en la escuela, así como revisar las posibles alternativas para su prevención.

Es por eso que se realizará una revisión e investigación exhaustiva del tema. En Febrero de 2007 se presentó el programa “Escuela Segura” que pretende convertir a los centros escolares en espacios libres de violencia, delincuencia y adicciones, porque se ha observado un incremento en tasas de conductas agresivas y violentas en los adolescentes (Muños, 2008).

Está saliendo a la luz a través de los medios de comunicación, el incremento del número de hechos conflictivos y violentos que se viven dentro de las escuelas también dentro del medio docente, los hechos violentos son tema de importancia. Por lo tanto se deben detectar las causas de estos comportamientos, para poder tomar acciones preventivas.

Para esto es importante conocer las características del tema, comenzando con la definición de bullying: La conducta agresiva que se manifiesta entre escolares, es una forma de conducta agresiva, intencionada y perjudicial, cuyos protagonistas son jóvenes escolares.

No se trata de un episodio esporádico, sino que puede durar semanas, meses, e incluso años. Dentro de la escuela se dan diferentes interacciones: la de los profesores con los alumnos, o la de los alumnos con otros alumnos, las personas que trabajan en la escuela con los alumnos y los docentes; las interacciones son variadas como cada una de las situaciones. A partir de dichas interacciones se dan diferentes experiencias en los adolescentes, estas experiencias van adquiriendo algún significado para quien la vive, va conforme la subjetividad del adolescente (Olweus, 1998; Cerezo, 1997).

El hecho de que se den este tipo de conductas en la escuela es básicamente porque en la sociedad se le delegan muchas responsabilidades a la escuela, como podría ser la enseñanza de valores sociales y conducta social, que si podrían ser enseñadas en la escuela, pero esto no es suficiente, ya que siempre debe relacionarse lo cognitivo dado en la escuela con lo afectivo y los modelos de acción que deben ser aprendidos en casa.

La manera de reducir estos actos, seria implementando programas para la resolución constructiva de conflictos y valores, hacer programas de prevención e intervención con los alumnos, padres y maestros haciendo hincapié en el vínculo familiar adecuado.

Introducción.

El término bullying significa: Es la violencia mantenida, mental o física, guiada por un individuo o por un grupo y dirigida contra otro que no se defiende en esa situación.

La mayoría de los agresores o bullies actúan movidos por un deseo de intimidar y dominar. Un rasgo específico de estas relaciones es que un alumno o un grupo de ellos trata de forma tiránica a un compañero, al que hostiga, oprime y atemoriza repetidamente y al que molesta hasta el punto de convertirlo en su víctima habitual y puede tomar varias formas como:

Física: Atacar físicamente a los demás, robar o dañar sus pertenencias.

Verbal: Poner apodos, insultar, contestar con todo desafiante y amenazador.

Directa: Es cuando una persona agrede a otra en su preferencia.

Indirecta: Se produce a espaldas de la víctima. Por ejemplo dejar de hablar a un compañero, practicarle la “ley del hielo”, hablar mal de otra persona, excluirla deliberadamente de una actividad, quitarle la mejor amiga, etc. Es más usual en las mujeres.

Para la Psicología es importante y relevante porque en nuestra cultura el término bullying es un concepto nuevo, pues aunque el primer proyecto de investigación sobre el fenómeno del comportamiento bullying fue llevado a cabo por Dan Olweus en Suecia en los años 70, y sus causas y consecuencias se han vendió dando desde el comienzo de la humanidad, es importante porque en nuestra cultura se ha observado un incremento en las tasas de conductas agresivas y violentas en los adolescentes (Rodríguez, 2004).

La adolescencia es un tiempo de oscilaciones, dudas desequilibrios, de exaltación, emocional, de adaptaciones, posibilidades, potencialidades, límites pero sobre todo de retos. Es un tiempo de imitación, entrenamiento y de búsqueda. Es un proceso necesario, vital con características generales, pero singular y único en cada sujeto, que se produce en un contexto múltiple y bajo la influencia de los diferentes espacios tanto formales (familia, escuela), como informales (la calle, los medios de comunicación) (Aguirre, 2005).

Los episodios de violencia juvenil en los centros educativos y en el ocio preocupa cada vez más a la comunidad educativa, a las familiar y a la propia administración escolar. Frente a este hecho, en nuestro país, la información que se dispone es todavía limitada, especialmente en cuanto a los programas o planes de acción eficaces para el tratamiento y prevención de la violencia entre iguales y su extensión a las actividades de ocio de los jóvenes. Los lugares donde se realizan estas agresiones son las aulas, el recreo, el pasillo y/o salida del colegio, siendo estos tres últimos los lugares más utilizados por los estudiantes de secundaria. El recreo es el contexto más frecuente para las agresiones físicas y la exclusión; el aula es donde se producen con mayor frecuencia los insultos y la agresión a la propiedad.

Esta imposición de voluntades llega a provocar las llamadas conductas antisociales (dirigidas contra las normas establecidas, como agresiones, destrozos en el mobiliario) o disruptivas (llamar la atención de los compañeros o de los profesores, interrumpir frecuentemente en clase, hablar en voz alta, hacerse el gracioso).

En el caso de la cultura juvenil tiene una influencia del entorno social en que se desenvuelve, también influye la familia en la que crece y de la cual adquiere su cultura así como las creencias que implican el concepto de la construcción de género. Por eso es indispensable la comunicación, entre la familia, los padres, y los hijos, entre el profesorado y el alumnado, y entre los mismos alumnos.

Los alumnos y la escuela conforman un complejo sistema de interacciones. Fruto del contacto, del roce entre unos y otros, se producen efectos múltiples que tienen repercusiones sobre las personas y la vida del centro. Cuando producen un malestar individual y colectivo, es preciso proceder a reajustes que deberían tener en cuenta las preocupaciones, intereses, posibilidades y limites de unos y otros.

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