EL ABC DEL BULLYING

“EL ABC DEL BULLYING”

Acosar intimidar, forzar a otras personas a hacer algo que no quiere es una experiencia común para muchos niños y adolescentes, estudios realizados mediante encuestas indican que la mitad de los niños y niñas en edad escolar son intimidados en un momento determinado a lo largo de su vida escolar y por lo menos aproximadamente un gran numero sufren algún tipo de maltrato con regularidad.

Aunque ese tipo de actitudes han existido siempre , nunca se le ha dado la importancia que en realidad tienen, se debe de tener en cuenta que lo importante no es tanto la acción sino las consecuencias , los efectos que producen en la víctimas, así como en los victimarios y los que son observadores.

A lo largo de los años se observa a través de diferentes medios la proliferación de este tipo de actos que se producen fundamentalmente en el entorno escolar.

El acoso escolar o también llamado bullying es una realidad en la cual no debemos cerrar los ojos ni darle la espalda ya sea padres de familia, ni personas que estamos en el ámbito educativo, y muy especialmente los propios alumnos quienes son los más afectados de este fenómeno tanto social como escolar al que tenemos que enfrentarnos día con día.

Ningún alumno o alumna está exento de que en un determinado momento pueda sufrir algún tipo de maltrato, por ello el docente debe estar preparado para intervenir lo antes posible, entendiendo que no hay que dar la más mínima posibilidad al maltrato entre iguales.

Acercarse a este fenómeno exige un proceso de reflexión, información, formación y planificación, para ello tenemos que definirlo y conceptualizarlo como un término inglés cuya traducción más aproximada es el maltrato, intimidación y amedrentamiento que un individuo o grupo de personas ocasiona intencionalmente a otras dentro del ámbito escolar o fuera de él, en la cual la característica esencial es que se produce entre alumnos de la comunidad educativa. Como lo menciona Olweus: “Un alumno es agredido o se convierte en victima cunado está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (1998)

Por sus especiales características, podemos considerar que existen diversos tipos de maltrato o intimidación como:

• Físicos: patadas, puñetazos, empujones, agresiones con objetos, entre otros.

• Verbal caracterizada por los insultos continuos ya sea directamente que es cuando una persona agrade a otra en su presencia o indirectamente cuando se produce a espaldas de la victima

• Social: actitudes con las que se prende aislar a la víctima con respecto al grupo haciendo participar a otros individuos en la acción.

• Psicológico donde se generar actitudes encaminadas a bajar la autoestima de la víctima y aumentar su inseguridad y temor

La mayor parte de las investigaciones señalan que los adolescentes son las personas donde se genera en gran medida el bullying, y se basa principalmente por varios motivos y cada uno de los actores los presentan como es el caso de la víctima que pueden presentarse debido a el fracaso en el rendimiento escolar, ansiedad, fobia a la escuela, baja autoestima, cuadros depresivos y por supuesto riesgos físicos que en algunos casos pueden presentar suicidios o intento de suicidio; en las espectadores son aquellas personas que permanecen ilesos respecto a estos hechos, que les suponen un aprendizaje sobre cómo comportarse ante situaciones injustas y un refuerzo para posturas individualistas, egoístas y de respeto y validación hacia los actos violentos, desensibilizándose ante el sufrimiento de otros , en cuanto al agresor sufre consecuencias no deseadas, su conducta puede fungir como un modelo para la vida adulta futura, si aprende que a partir de actos violentos logra lo que se propone sin recibir consecuencias alguna, el agresor puede colocarse a sí mismo en la antesala de la conducta delictiva.

“El acoso es una conducta aprendida, y todo lo que se aprende puede desaprenderse.”—Doctora C. Sally Murphy.

Tanto el acosador como su víctima precisan ayuda. El primero tiene que aprender a relacionarse con los demás sin abusar de su poder, y el segundo necesita sugerencias prácticas que le ayuden a lidiar con el problema.

Con frecuencia, quienes recurren a la intimidación no saben tratar a los demás y son incapaces de ponerse en el lugar de sus víctimas. Necesitan, por tanto, que alguien los observe de cerca y les enseñe a comunicarse adecuadamente. El libro Take Action Against Bullying señala: “A menos que aprendan y adopten nuevas pautas de conducta, nunca dejarán de hostigar a otras personas

Las víctimas del acoso en especial los jóvenes afrontan un gran reto: mantener el equilibrio emocional bajo presión. Si alguien lo está hostigando , hay que tener presente que su objetivo es hacer que la víctima pierda el control, ponerlo furioso o aterrorizarlo. Si se encoleriza o si rompe a llorar y expresa su dolor o temor, está dándole al acosador lo que desea, y posiblemente este intentará provocarlo para que reaccione de la misma forma una y otra vez.

¿Qué puede hacer? En estos casos:

▪ Mantén la calma; no ceder a la ira

▪ Intentar no abrigar deseos de venganza.

▪ Si la situación comienza a ponerse muy tensa, márchate enseguida.

▪ Si el acoso persiste, quizás tengas que hablar claro con tu agresor.

▪ Hablar con un adulto responsable y comprensivo acerca de tu problema.

De igual manera existen varias reacciones que se pueden detectar cunado una personas está siendo víctima, es agresor o es solo observador del acoso, así mismo las acciones que podemos implementar para erradicar definitivamente el acoso escolar o bullying, en la cual los padres y docentes son un elemento clave para ello.

Los padres y docentes deben estar muy atentos a todos los indicios que indiquen que el menor está siendo víctima de acoso escolar. Algunos de los síntomas a tener en cuenta serían:

• Cambios de conducta en el estado de ánimo del menor: Parece triste, extraño, nervioso, irritable…

• Se muestra asustadizo, absorto en sus pensamientos, olvidadizo, etc.

• Finge enfermedades para ausentarse de la escuela .

• Presenta heridas, moratones…

• Falta a la escuela y da explicaciones poco convincentes.

• No tiene amigos para su tiempo libre.

En todos los casos los adultos tienen que apoyar al menor, expresarle su confianza y decirle que siempre vamos a estar con él, reforzar su autoestima e intentar que cambie su grupo de amigos y que haga otras amistades fuera del centro escolar. Los padres tienen que tener muy presente que deben comunicar la

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