EL VALOR DE EDCAR

Actualmente coexiste en este país, el hábito de señalar la escuela como correctora necesaria de todos los vicios e insuficiencias culturales a la cual le han dejado la ardua tarea de prevenir males que mas tarde es difícil erradicar; es por ello que se ha catalogado a los maestros como gente inepta para realizar una carrera universitaria. Sin embargo es un rotundo disparate ya que quienes asumen que los maestros son “fracasados”, deberían considerar también que la sociedad en la que viven también lo es.

No existe un avance mientras que la educación básica no represente una prioridad para el Estado y sobre todo la baja valoración que tienen de la tarea docente; la sociedad civil debe convertir el tema de escuela como tema de moda, es preciso convencer a los políticos de que sin una buena oferta educativa, nunca lograran el apoyo de los votantes.

Aunado a lo anterior existe una versión que afirma que la escuela es un mal necesario, los alumnos salen a flote como pueden y por lo normal siempre fracasan.

Freud, asegura que hay tres tareas imposibles: educar, gobernar y psicoanalizar, sin embargo esta condición no le impidió preferir el gobierno inglés, ni renunciar a su tarea de psicoanalista.

La educación, es sin duda el proceso más humano y humanizador de todos…

En cualquier proceso educativo por malo que sea, tiene los suficientes aspectos positivos como para despertar en los alumnos el deseo de hacerlos mejor con aquellos de los que luego será responsable.

La educación no proviene de la deficiente forma en la que la educación cumple con los objetivos sociales que tiene asignados, si no que peor aún no sabemos que finalidades debe cumplir y hacia donde orientar sus acciones; es por ello que denotamos que la educación presupone optimismo, quien sienta repugnancia ante el optimismo, de abandone la labor educativa y no pretenda pensar en que consiste la misma, Porque educar es creer en la perfectibilidad humana. “La educación es valiosa y valida, pero también es un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana.

Graham Greene, afirma que “ser humano es también un deber, nacemos humanos, pero eso no basta, también hay que llegar a serlo.

La humanidad plena no es simplemente algo bilógica o una determinación genética; el humano nace para la humanidad y eso representa un arte. Para los antropólogos esta condición es llamada neotenia.

Como ejemplo, vamos a tomar una comparación entre un chimpancé y un humano; el animal madura más rápido que un humano, pero también envejece mucho antes y con mayor fuerza. Neotenia, significa, pues << plasticidad o disponibilidad juvenil>>.

El niño pasa por dos gestaciones: la primera en el útero de la madre y la segunda en la matriz social en la que se cría, en la ultima la disposición mimética hará de el un mono de imitación fortuita y conspicua. Los niños son obligados por los padres a fijarse en lo que hay que hacer a través de estímulos de dolor y placer (fin pedagógico).

Otra forma de imitación es la forzosa y es exclusiva de los humanos, se da a través de la ignorancia. “Si no hay ignorancia, no habrá esfuerzo por enseñar”.

Por medio de los procesos educativos el grupo intenta remediar la ignorancia amnésica con la que nacemos. Ser un humano consiste en compartir lo que ya sabemos entre todos, enseñando a los recién llegados al grupo cuando deben conocer para hacerse socialmente válidos.

La supervivencia bilógica del individuo justifica la cohesión familiar, a través de la necesidad de educar y la causante de lazos más allá del núcleo procreador. Lo propio del hombre no es tanto el aprender, sino hacerlo de otros, ser enseñado por ellos.

Michael Carrithers sostuvo que la interacción entre individuos es más importante y verdadera que la cultura. El destino de cada humano no es la cultura, sino los semejantes.

Este hecho de enseñar y aprender entre humanos es mas importante que establecimiento de la humanidad misma; su vida consiste en habitar un mundo en el que las cosas no solo son lo que son, sino lo que significan.

La verdadera educación no solo consiste en enseñar a pensar, sino en el aprender a pensar en lo que se piensa.

Kant, constata el hecho de que la educación nos viene de otros seres humanos y señala que las limitaciones o carencias de los que instruyen reducen las posibilidades de perfectibilidad por la vía educativa. Cualquier pedagogía que proviniera de una fuente distinta nos privaría de la lección esencial de ver la vida con ojos humanos.

Así pues, el primer objetivo de la educación consiste en hacernos consientes de la realidad de nuestros semejantes, lo cual implica considerarles sujetos y no objetos.

Para ser hombre no basta con nacer, sino que también aprender. La genética nos predispone a llegar a ser humanos pero solo por medio de la educación y la convivencia social. Algunos etólogos como Ebibl Eibesfeld, aseguran que esta complementariedad intrínseca se da entre la herencia biológica y la herencia cultural. Lo primero es que cada uno de los seres pensantes es único, lo segundo es que no somos iniciadores de nuestro linaje.

El tiempo es nuestro invento más característico, los animales no necesitan el tiempo porque no saben que van a morir, sin embargo nosotros a través del tiempo ampliamos los márgenes de una existencia que conocemos efímera. Por vía de la educación no nacemos al mundo, sino al tiempo.

La enseñanza esta ligada al tiempo, como transfusión deliberada y socialmente necesaria de una memoria colectivamente elaborada, de una imaginación creadora compratida; también confiere la calificación mas necesaria a los educadores, lo primero para poder educar es haber vivido antes que ellos. De aquí que todos los hombres

...