ENSAYO EDUCACIÓN SEXUAL Y CONSTRUCCIÓN CIUDADANA.

En la mayoría de los países en vía de desarrollo, es reciente el reconocimiento de la necesidad de brindar, desde temprana edad, educación integral que involucren los aspectos que afectan significativamente la calidad de vida de los seres humanos como sexualidad, salud y vida familiar.

Sin embargo, llevar a la acción este propósito ha generado controversia a diferentes niveles en razón a que el término educación sexual ha sido objeto de diversas interpretaciones por parte de padres de familia, maestros, grupos religiosos, políticos y comunitarios e incluso, por parte de los mismos estudiantes al recibirla tardíamente.

En modelos educativos anteriores no se le daba importancia a la educación sexual como asignatura ya que era un tema tabú en la sociedad. Sin embargo, hoy por hoy, la educación sexual busca fomentar el auto respeto, autoestima, reconocimiento de los valores personales, la libre expresión de los sentimientos, el establecimiento de relaciones solidarias y respetuosas, la identificación de las capacidades y limitaciones personales, un reconocimiento de la individualidad del ser, reconocer los derechos y deberes a nivel de sexualidad y la toma de decisiones responsable.

Por lo anterior, el Ministerio de Educación Nacional consciente de la responsabilidad que tiene frente a la juventud ha logrado definir y mantener el Proyecto Nacional de Educación Sexual, capacitando a docentes, diseñando paquetes pedagógicos, realizando investigaciones, implementando estrategias y programas en el área y estableciendo la obligatoriedad de la educación sexual desde la primaria a través, no de una cátedra periódica, sino de programas y proyectos institucionales en la materia.

Según el ministerio, es importante resaltar que cada institución debe involucrar un proyecto de educación sexual transversal incluyendo los conceptos básicos de cada una de las áreas; pautas para reforzar los contenidos en el ámbito escolar y algunas sugerencias para involucrar a los padres activamente en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Si bien, para esto han desarrollado el tan mencionado Programa Nacional de Educación para la sexualidad y Construcción Ciudadana, el cual tiene como propósito, el desarrollo de competencias ciudadanas y el ejercicio de los derechos inherente a ellas, como una de las estrategias de educación integral en sexualidad y ciudadanía que permitan que el trabajo conjunto de educación, salud y otros sectores institucionales implicados pueda hacerse realidad en todos los contextos.

Esta propuesta pedagógica busca desarrollar y fortalecer aquellas competencias entendidas como los conocimientos, habilidades y actitudes que relacionados entre sí les permiten a las personas ejercer y garantizar los derechos sexuales y reproductivos. Aquellas con las que pueden: expresarse, entenderse, y negociar hábilmente con otros (comunicativas); descentrarse, es decir salirse de su perspectiva y poder mirar las de los demás, para incluirlas en la propia vida; reflexionar críticamente sobre la realidad (cognitivas); identificar, expresar y manejar las emociones propias y las de otros (emocionales); integrar conocimientos y competencias al actuar en la vida diaria personal y pública (integradoras).

Por otra parte, busca alcanzar los fines de la educación nacional mediante el desarrollo de competencias ciudadanas y tiene como gran meta general el que todas las personas participantes comprendan que los derechos son derechos humanos, de manera que ellas emprendan acciones para que todos los individuos puedan vivir libres de discriminación, riesgos, amenazas, coerciones y violencia en el campo de la sexualidad.

Para alcanzar esta comprensión se han de tener en cuenta las necesidades, las experiencias previas y los objetivos con los que llega cada uno a la experiencia de aprendizaje cotidiano. Luego, poner a prueba sus comprensiones para determinar qué tan adecuadamente les permite interpretar y funcionar en el mundo desde una aproximación valorativa de la sexualidad y desde el marco de los derechos sexuales y reproductivos.

En este sentido, la propuesta estructura sus objetivos y fines en seis principios conceptuales, que son:

• Ser humano: Las palabras humanidad, ser humano y persona hacen

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