ENSAYO LIDERAZGO ¿EL LÍDER NACE O SE HACE?
Enviado por r34lr0 • 6 de Julio de 2014 • 3.388 Palabras (14 Páginas) • 350 Visitas
“Año de la Inversión para el Desarrollo Rural y la Seguridad Alimentaria”
ENSAYO
LIDERAZGO
¿EL LÍDER NACE O SE HACE?
ALUMNOS:
Alburqueque Romero, Renzo Luciano
Quispe Chuchón, Edwin
DOCENTE:
Gamarra Yañez, Paul
FACULTAD:
Ciencias Y Humanidades
EAP:
Psicología
CICLO:
IV
TURNO:
Noche
2013
Título:
¿El líder nace? O ¿se hace?
Introducción:
La clásica pregunta que la gente se hace en torno al liderazgo es ésta: el líder, ¿nace o se hace? Los líderes en el sentido tradicional del término, saltan desde la mente sin dificultad porque son sinónimo de grandes hombres (Alejandro Magno, Julio César, Gandhi, etc.) Más recientemente podríamos decir Einstein, John F. Kennedy, Juan Pablo II, Gorbachov, la Madre Teresa de Calcuta, Mandela, o unos cuantos grandes generales, deportistas o científicos. Para responder si el líder nace o se hace quisiéramos preguntarnos por un liderazgo que dependa más del efecto del líder en los seguidores que de la personalidad misma del líder o de sus condiciones excepcionales, sin que éstas dejen de ser importantes a la hora de considerar su actuación frente al grupo que dirige.
Digamos que hay líderes que no sólo no nacen, sino que no necesariamente se hacen, como fruto de un proceso deliberado de construcción del liderazgo, sino que surgen y crecen en ciertos ambientes. Pero sí hay otros que se lo proponen explícitamente y se hacen líderes en virtud de las responsabilidades que asumen y de la influencia que llegan a ejercer sobre los demás por la ejemplaridad en su conducta y por su capacidad de arrastre y de ayuda para conseguir determinados objetivos.
Según (Hernández, 2008), “Desde los tiempos más remotos, cuando los primeros homínidos se expandían a sus anchas por un planeta todavía desconocido, ya se ejercía el liderazgo. Siempre había uno entre esos seres que destacaba por encima de los demás. El que decoraba las cavernas, el que afilaba las flechas o el que dirigía los ritos funerarios. Un jefe, un referente, un espejo en el que mirarse. Hoy, varios milenios más tarde, el liderazgo sigue estudiándose como una virtud fundamental para poder triunfar en la vida, tanto personal como profesional”.
Como podemos ver en el párrafo anterior, nos damos cuenta de que el liderazgo es una habilidad que existió desde siempre, desde los inicios de la humanidad, siempre hubo un referente para todo al igual que en la actualidad observamos que siempre sea en el lugar que sea siempre hay una persona que comanda un grupo de personas de alguna manera, es aquel que los guía, toma las iniciativa, el que motiva, el que siempre se mantiene con una mente positiva. Aquel que va a hacer que el grupo u organización surja y logre los objetivos de dicha agrupación.
Daremos unos alcances sobre los dos tipos de líderes con los cuales vamos a trabajar:
El Líder Nace:
Hay personas que por cuestiones genéticas han heredado los requisitos necesarios para liderar, como por ejemplo; facilidad de palabra, sus cuerdas vocales están mejor preparadas y de forma natural sienten muy buenas sensaciones al sociabilizar, liderar, al hablar (habilidades propias de la Oratoria), con lo cual les facilita mucho el aprender y mejorar su liderazgo. Lo cierto es que nadie nace sabiendo y un líder no nace tal cual sino que nace con una predisposición genética que le llevará a adquirir más fácilmente habilidades de liderazgo porque su genética está preparada para ello y porque hacerlo le reporta buenas sensaciones. Por desgracia eso no implica que un líder nato vaya a ser un buen líder, tomemos este ejemplo; que a un tonto le guste un lápiz no significa que vaya a ser buen escritor. Es decir el individuo deberá usar esta habilidad positivamente e inteligentemente sin caer en el auto-egoísmo ya que seria altamente peligroso para nuestra sociedad.
El Líder Se Hace:
Imaginemos por un momento que cogemos al hombre más patán que encontramos y le preparamos para que sea líder. Le peinamos bien, le vestimos bien, le adiestramos para mejorar sus habilidades sociales, mejoramos su capacidad de argumentación, vocalización y le damos una formación completa para convertirlo en un líder. Por muy mal líder que esa persona fuera antes de recibir la formación, una vez formada la cosa cambia totalmente y eso no se puede negar. De hecho si ir muy lejos podríamos citar nuestra situación actual como estudiantes, ya que nosotros estamos siendo formados para ser psicólogos, pero no cualquier psicólogo, sino de los mejores, y en este caso ninguno de nosotros nació sabiendo nada en absoluto sobre nuestra ciencia.
Desde el punto de vista de la psicología nosotros podemos decir que para ser un líder no necesariamente se tiene que nacer con esa habilidad, sino que más bien cualquier persona puede llegar a ser un gran líder y esto va a depender de sus genes y a su vez del contexto en el que se desarrolle el sujeto.
Según Catell y Horn, en su libro La inteligencia fluida y cristalizada. Nos habla sobre los tipos de inteligencia que posee el hombre, en el caso de la inteligencia Fluida viene a ser con aquello que nacemos, es decir que es innato, es la capacidad de adaptarse y afrontar situaciones nuevas de forma flexible, sin que el aprendizaje previo constituya una fuente de ayuda determinante para su manifestación. Desde este punto de vista podemos determinar que para ser un líder hay que nacer siéndolo ya que en este tipo de inteligencia todo lo que sabe el individuo es innato, y no como parte de su aprendizaje. Ahora bien si lo vemos desde el punto de vista de la Inteligencia Cristalizada que viene a ser aquel conjunto de capacidades, estrategias y conocimientos, que representa el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado a lo largo de la historia de aprendizaje del sujeto, así pues esto va a depender de la experiencia, y así una persona desarrollará su inteligencia cristalizada en la medida en que invierta su inteligencia fluida histórica en experiencias de aprendizaje. Es decir desde este punto de vista podríamos decir que cualquier persona va a poder ser un líder, y que esto solo va a depender del contexto en el que se desarrolle el individuo y de todo el proceso de aprendizaje que obtenga en su vida.
En este trabajo no pretendemos excluir si para ser un líder se tiene que nacer o hacer, más bien que estas dos podrían complementarse para lograrlo.
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