ETAPAS DE DESARROLLO DE LA LECTURA
Enviado por 123SAPO • 26 de Marzo de 2013 • 2.630 Palabras (11 Páginas) • 689 Visitas
Etapas en el desarrollo de la lectura
2.1. Etapas en el desarrollo de la lectura. Principios metodológicos.
El aprendiz de lector pasa por una serie de etapas, en concreto tres, hasta que logra el dominio de la lectura.
1ª Etapa Logográfica: reconocimiento visual de la palabra como un todo, pero sin interpretar el código.
2ª Etapa Alfabética: el niño establece y aplica las correspondencias entre grafemas y fonemas. Relaciona el signo gráfico y el sonido.
3ª Etapa Ortográfica: reconoce de manera global las entradas ortográficas, las palabras como entradas léxicas. Reconoce que son palabras de su lengua y al mismo tiempo reconoce y analiza segmentos de las palabras y obtiene información procedente del nivel de letra.
En realidad el aprendizaje lector se produce de manera continua y no es fácil diferenciar claramente cada etapa puesto que en cierto modo hay como un continuo de aprendizaje. Aún así la distinción en etapas resulta útil ya que nos permite describir los hechos que conocemos sobre la lectura en cada nivel de aprendizaje.
1ª Etapa Logográfica: las palabras son tratadas como dibujos y permanecen así hasta que se desarrollan estrategias de lectura basadas en la interpretación del código. El niño aprende a reconocer palabras muy usuales y familiares como por ejemplo su nombre.
Los niños reconocen las palabras a través de rasgos como el perfil, la longitud y el contorno global. Cuando el número de palabras aumenta estos rasgos son insuficientes para discriminar entre ellas. Esta estrategia debe abandonarse y ser sustituida por otras más eficaces. Reconocer de este modo es muy limitado, el reconocimiento de un perfil es insuficiente para procesar palabras.
Lo realmente importante de esta etapa es la adquisición de la noción de que un estímulo gráfico de una clase determinada tiene una interpretación lingüística, es decir, puede traducirse en sonidos y significa algo.
También es importante atender en esta etapa a la formación de otros procesos y habilidades conductales relacionadas con la lectura. Una estrategia universal de aprendizaje consiste en aprovechar las habilidades del lenguaje oral previamente adquiridas. A mayor competencia en el lenguaje oral, menor probabilidad de que se produzcan problemas en la lectura y mayor eficacia en el aprendizaje.
Los niños deben percatarse de los contrastes fonológicos mínimos. Deben entrenar y aprovechar las habilidades de discriminación fonológica, las habilidades articulatorias, el desarrollo del vocabulario, las habilidades de denominación y la conciencia fonológica, puesto que todas ellas contribuyen en el proceso lector. También debería atenderse a que habilidades como la motricidad, percepción, discriminación visual, temporalización y secuenciación estuvieran correctamente establecidas.
2ª Etapa Alfabética: el niño va a iniciar la lectura a través de la interpretación del código mediante el aprendizaje de un mecanismo básico de conversión de letras en sonidos. El entrenamiento se dirige a que el niño aprenda a emparejar un patrón visual con un patrón fonológico.
El aprendizaje no supondría tantos problemas si existiera una correspondencia exacta entre ortografía y fonología. Las letras y sonidos no son unidades completamente intercambiables, sino que más bien son vías complementarias para acceder al significado, no existe una relación continua, regular, entre ambos tipos de unidades.
El entrenamiento empieza por el aprendizaje estable de las correspondencias grafema-fonema aprovechando las regularidades. Más tarde se emplean procedimientos para afrontar la excepción que al final es norma. El entrenamiento debe tener un carácter sistemático, trabajar sobre los contrastes acústicos y gráficos mínimos y resaltar cómo las más mínimas variaciones en los sonidos producen cambios en los grafemas y segmentos de las palabras. El aprendíz de lector puede utilizar también su conocimiento de los nombres de las letras y sus propias habilidades de segmentación fonológica. Hay que aprovechar que una de las primeras informaciones que el niño dispone sobre las letras es su nombre. Se le puede proponer al niño que empiece con ejercicios de deletreo y lecturas de palabras que empiezan por letras cuyo nombre sugiera un sonido, frete a aquellas que no lo sugieren.
La selección de la secuencia de grafemas a enseñar debe hacerse tomando en consideración los siguientes criterios, en este orden:
• Carácter vocálico frente al consonántico.
• Frecuencia fonética (hay patrones sonoros más frecuentes que otros, estos son los que se incorporan antes porque son más “fáciles”).
• Dificultad gráfica.
• Discriminación visual-auditiva.
• Correspondencia grafema-fonema.
• Grafema doble.
• Grafema en competencia (aquellos que compiten fonológicamente ya que se pronuncian igual; i,y)
Para la enseñanza hay que tener en cuenta estas recomendaciones:
• Hay que aprovechar las regularidades que permitan optimizar el uso de la información que procede del nivel de letra.
• Hay que utilizar estos efectos de facilitación para establecer un léxico ortográfico muy sólido y consistente.
• Seleccionar las palabras adecuadas pero también sus morfemas, hay que emplear la información suprasegmental mediante colores, subrayados...
• Conviene introducir lentamente el aprendizaje de estrategias para tratar con las irregularidades y la información parcial, para ello hay que ejercitar la conciencia fonológica y las habilidades de deletreo.
La enseñanza de la lectura debería empezar por las vocales secuenciadas por su dificultad gráfica y seguir con las consonantes que no presentan problemas de interferencia y que tienen una correspondencia grafema-fonema estable. Posteriormente se van introduciendo aquellos grafemas que presentan contrastes a fin de obtener ventajas en el aparato discriminativo.
Surge un problema adicional cuando la misma letra en diferentes posiciones debe ser identificada como del mismo tipo, con las mismas características, al margen de la posición que ocupen. Las letras en distintas posiciones dentro de una sílaba representan fonemas de distinta dificultad.
Esto exige que hay que entrenar específicamente aquellas estructuras silábicas más regularizadas en las que puedan aparecer letras. Algunos efectos de facilitación como puede ser el nombre de la letra pueden desaparecer si la sílaba a la que pertenecen aparece en posición media o final de la palabra, aunque esa letra se encuentre en la posición inicial de la sílaba.
Otra variable que debemos controlar es la longitud de las palabras o de4 las sílabas que se emplean en la enseñanza de la
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