El Apego.

El Apego

Que los padres provean al bebé de alimentos, caricias, arrullos y canciones es habitualmente una práctica normal, y se considera saludable hasta cierto punto, ya que de hecho se está creando un vínculo entre su madre y él, llamado apego. Este vinculo específico y especial que se forma entre la madre-infante, o cuidador primario-infante, genera una relación emocional perdurable que produce en el niño seguridad, confianza, sosiego, consuelo, agrado y placer.

Cabe destacar que una relación de vínculo entre madre-hijo, o cuidador primario-niño(a), que sea solida y saludable, se asocia a una alta probabilidad de crear relaciones saludables a futuro, mientras que por el contrario, un apego pobre es asociado con problemas emocionales y conductuales a lo largo de la vida. Ahora bien, el apego tiene varios elementos claves: genera una relación emocional perdurable con una persona en específico; dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, placer y agrado; la pérdida de la persona o el contacto visual de la persona, evoca una intensa ansiedad.

Existen varias formas de apego, “el apego seguro” da al niño la seguridad de que cuenta con esa persona a la hora de una adversidad, ya que el mismo es sensible ante sus necesidades, creando en el niño una personalidad mas cálida, estable y por ende más positiva, integrada y con una perspectiva más coherente de sí mismo; “el apego evasivo” exhibe un aparente desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores, inseguridad, miedo ante la intimidad y prefieren guardar distancia; “apego ansioso ambivalente”, este niño responde a la separación con angustia intensa y mezclan comportamiento de apego con expresiones de protestas, enojo y resistencia de las habilidades emocionales de sus cuidadores.

Según Eduardo Hernández (2010): “ los científicos consideran que el factor más importante en la construcción del apego, es el contacto físico positivo, por ejemplo, los abrazos, los besos, el mecer, las canciones el arrullo, entre otros), ya que estas actividades causan respuestas neuroquímicas en el cerebro que llevan a la organización normal de los sistemas cerebrales responsables del apego”.

¿Hasta cuándo? Profesionales de distintas disciplinas coinciden en que las experiencias de vinculación conducen a un apego y capacidades de apego saludable cuando ocurren durante los primeros tres años de vida del infante, siendo esta la más importante ya que esta primera relación determina el molde biológico y emocional para todas sus relaciones futuras.

Como docente sé, que es importante que la madre o cuidador primario provea al niño de experiencias afectivas que creen en ellos un vínculo saludable y que genere confianza, y a su vez, cierto sentido de autonomía en el niño, para que el mismo se desarrolle emocionalmente estable y contribuya a su personalidad futura, todo ello lo consigue con la presencia

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