El Autismo

La palabra autismo deriva del griego auto-, de autós, 'propio, uno mismo'.

El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida, y se manifiesta como un trastorno grave de comunicación y conducta de la infancia que se desarrolla antes de los tres años de edad.

También es conocido con el nombre de síndrome de Kanner, es más frecuente en niños que en las niñas.

Podemos encontrar niños con trastornos muy severos o leves.

Este trastorno es de origen biológico, se ha demostrado que la intervención de factores tales como la rubeola, anomalías en el embarazo y parto, niveles anormales de ciertos neurotransmisores, ondas cerebrales anormales y alteraciones estructurales en el hemisferio cerebral izquierdo están íntimamente relacionados con la presencia de este grave problema.

Hasta el momento no se dispone de ningún tratamiento para que estos niños vuelvan a la normalidad, solo existen métodos conductuales que han hecho algunos progresos tales como enseñarles el lenguaje y otras habilidades de adaptación social, así como lograr disminuir ciertas conductas inadecuadas. Solo existe un fármaco que se ha experimentado denominado fenfluoramina, pero al interrumpirse el tratamiento se deteriora nuevamente la conducta.

Sus manifestaciones básicas son:

• Déficit para establecer relaciones sociales normales: el niño que sufre este trastorno se caracteriza por la incapacidad para relacionarse o sea que no tiene la manifestación de socialización, les resulta difícil interactuar con otras personas, darse cuenta de los pensamientos y sentimientos de quienes lo rodean, buscan la soledad. Los padres de los niños autistas llegan a dudar de si este oye o no al observar la falta de respuesta ante cualquier estimulo.

• Trastorno del lenguaje: se puede observar un retardo en la adquisición y desarrollo del lenguaje proporcional, que se refiere al vocabulario y al orden de las palabras, en el empleo del contacto visual, expresión facial y mímica de la comunicación. Muchos autistas no hablan y los que llegan a hacerlo presentan ecolalia o sea repetición exacta de lo que dice otra persona, estos también pueden dar la impresión de estar mirando a través de quienes lo rodean.

• Conductas ritualistas y compulsivas: estos niños experimentan un gran malestar si se les modifica su ambiente, incluso por el cambio de un objeto o de sus juguetes fuera de su sitio habitual, sus actividades e intereses están restringidos, sus movimientos corporales son estereotipados: se llevan objetos a la boca, agitan brazos y manos durante largos periodos o se balancean de atrás para adelante, también muestran preocupación persistente por parte de objetos, o sea los huele repetidamente o los giran insistentemente, se obstinan en seguir rutinas con detalles precisos y en algunos

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