El Pensamiento Complejo.

El pensamiento complejo.

El mundo vertiginosamente cambiante al que nos enfrentamos en el quehacer diario como docentes, nos obliga a comprender lo polifacético del proceso educativo y actuar en su estructuración eficiente en para el futuro mediato e inmediato. El nuevo paradigma formativo constituido por la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, permea una dinámica compleja en todos los niveles de la educación formal; por consiguiente es recomendable tomar como referente el pensamiento complejo, término introducido en el siglo pasado por Edgar Morín y retomado en distintas perspectivas por otros autores contemporáneos y que hoy por hoy, recorre el velo de las conjeturas sobre el pensamiento humano. El abordaje de los términos que le son inherentes, su conformación y por último la interrelación del nuevo modo de producción del conocimiento con la educación, serán los puntos centrales tratados en este texto.

Para el autor el término pensamiento implica por sí mismo la expectativa a la solución del problema del conocimiento humano inserto en todos los ámbitos de la vida y por ende en el quehacer educativo, para adentrarse en el tema es necesario tener claros ciertos términos claves de los que parte el pensamiento complejo, como es el caso de la transdisciplinariedad. Partiendo de que la disciplina es una categoría de organización artificial en el seno del conocimiento científico e instituye la división y la especialización del trabajo, respondiendo a la diversidad de los dominios que recubren las ciencias, tiende por naturaleza a la autonomía y como organización disciplinaria fue instituida tras la formación de las universidades modernas y constituyó posteriormente, el impulso de la investigación científica. Esta óptica se adoptó por un largo período como la panacea del control de la naturaleza y la sociedad, siendo las leyes universales, la racionalidad y la eficiencia los las estrellas arrogantes que desplazaron a la razón de la fuerza de las épocas de antaño.

Hace casi cuarenta años se cambiaron las formas y las representaciones de la realidad como una simple relación bidimensional, las ciencias constatan nuevas conexiones con otros fenómenos y otros campos de la ciencia, con los que aparentemente no están conectados, generando prácticas que se ajustan a posibles investigaciones futuras, resultando triunfal a este campo la incertidumbre y la complejidad. Entonces las relaciones lineales causa-efecto se resquebrajan ante los embates que asesta el efecto mariposa sobre los diversos campos del conocimiento.

El abordaje de estas teorías tienen su razón en el efecto que tiene sobre las actitudes de los elementos del proceso educativo, precisamente en la promover entre los estudiantes la interaccionar con múltiples disciplinas mediante las llamadas redes de unidades plurifuncionales, donde la integración a un equipo de trabajo, no implica la fragmentación sino la contextualización del quehacer, mediante interacciones multidimensionales que aplican en su entorno mediato y en el mundo globalizado que enfrentará en el futuro.

Por consiguiente, la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad no son elementos accesorios del proceso formativo, sino la base que sustenta el enfoque reciente de la dinámica educativa de la educación formal. Estos enfoques apuntan a la producción de entidades que expliquen la complejidad social y natural de los fenómenos que enfrenta el ser humano, en un mundo cada vez menos asombrado por su complejidad y sus sinergias entre el ser y el saber en las artes, las ciencias y la tecnología. Aquí es donde se liga el concepto complejidad al estudio interdisciplinario, explicada simplemente como parte de un proceso biológico y social, que nada debe extrañarnos al hacer su aparición en el campo educativo, fungiendo como puente entre los conocimientos y la solución de problemas que se generan en cualquier contexto. La transdisciplinariedad es una disciplina del pensamiento, que lleva a un nuevo orden, creando un espacio para el saber y cuyo valor supremo radica en el método que permita enlazar exitosamente todas las disciplinas.

El pensamiento complejo es una necesidad que

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