FORMATO DE ESTRATEGIA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Enviado por Itzel2736 • 4 de Junio de 2014 • 3.422 Palabras (14 Páginas) • 456 Visitas
FORMATO DE ESTRATEGIA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
APLICACIÓN
• Movimiento corporal: Una de las dificultades del movimiento corporal es qué hacer con las manos y evitar el bailoteo, para el primer caso deben colocarse a los costados, y de acuerdo a lo que se esté comentando o exponiendo, utilizarlas para enfatizar, sin exageraciones. El bailoteo se reduce caminando así se evita el estar “clavado” en un solo lugar, obviamente no se debe caminar continuamente porque esto distrae a los participantes. El cuerpo debe de mantener los movimientos naturales y evitar los excesos o poses. Por otro lado el estar jugando con un plumón o el tener un papel en las manos son distractores que afectan la atención. En síntesis el movimiento corporal debe ser natural.
• Control visual: Una de las dificultades de estar ante un grupo es el control de nuestro espacio visual, el cual debe de ser periférico (abarcando todo el grupo) y mirando hacia los ojos de los participantes. Al entablar el dialogo con uno de ellos se centra la mirada con la persona con la que se interactúa y a intervalos se sigue observando al resto de los compañeros. Se debe evitar ver al techo o al piso. Es muy común que al leer el rotafolio o un acetato “hablemos” con la hoja o con la pantalla; la recomendación es hacer un pequeño giro con la cabeza hacia el grupo cada uno o dos renglones del párrafo y aún mejor, es ver de golpe cada uno de nuestros renglones manteniendo la vista sobre nuestro público.
• Inseguridad: Este problema se resuelve con un buen dominio del tema y la práctica. Nuestras habilidades de instrucción se incrementan conforme uno se enfrenta a más grupos, por lo que la recomendación es el estudio y la práctica constante, lo que incrementa nuestra seguridad al enfrentarnos al grupo.
• Nerviosismo o pánico escénico: Éste es natural al inicio de todo evento, pero a los primeros minutos se desvanece si tenemos un buen dominio del tema y control del grupo. Es recomendable, las respiraciones pausadas y profundas para controlar nuestro nerviosismo.
• Muletillas: Frecuentemente tenemos una que otra muletillas como: “si”, “no”, “este”, “verdad”, etc. El hacerlas menos es un trabajo de práctica previa, exponiendo a un compañero o amigo nuestro tema y hacernos conscientes de la muletilla que se tiene y evitarla. El tratar de hacerlo durante una situación de enseñanza puede interferir en nuestra exposición, porque al estar pendiente de la muletilla, no se concentra uno en el tema que se expone.
• Materiales escritos (rotafolios y acetatos): Que sean nítidos y claros. Sin tachaduras ni manchones. No deben de contener faltas de ortografía y usar colores contrastantes (no más de tres), evitando el uso de color naranja, gris o amarillos, porque difícilmente se distinguen a lo lejos. La distribución de espacio debe ser equilibrada, de tal forma que no haya sobrecarga de información, o se utilice toda una hoja o un acetato para dos o tres palabras. En caso de utilizar acetatos, calcular un uso de 5 ó 6 acetatos máximo por cada hora de instrucción.
• Autoestima y motivación: Es el ingrediente principal, si nosotros no nos consideramos importantes y no consideramos de alto valor la función de instrucción o no tenemos el interés de serlo, difícilmente podremos proyectar una imagen positiva. Uno siempre debe considerar el proceso de enseñanza como algo de lo más gratificante y que uno es “un buen facilitador”. Obviamente esto está asociado a todos los elementos anteriores, por lo que el autoanálisis después de cada intervención de enseñanza nos permitirá aumentar nuestra autoestima como facilitadores. Un peligro, si no es bien manejado este punto, es que caemos en el exceso de confianza, lo que puede revertirse y colocarnos en situaciones de rechazo, por parte de los demás o de conflicto personal.
En síntesis uno debe buscar el equilibrio en las funciones de enseñanza, de forma tal que nos estimule y no lo veamos como una carga de trabajo. El proceso no es fácil, pero tampoco complicado o imposible. Todos, con mayor o menor grado, somos facilitadores de enseñanza, y por lo tanto podemos hacer un excelente papel como tal.
PUNTOS A CONSIDERAR ENE EL PROCESO DE INSTRUCCIÓN
• Motivación del participante: La motivación es la energía interna que conlleva a un individuo a la consecución de objetivos, por lo que nosotros más que “motivarla” debemos crear condiciones que conlleven a que el individuo se motive.
En una sesión de enseñanza aprendizaje los principales factores que ayuden a la motivación son:
• El reto que plantea al resolver algo, teniendo cuidado que si es muy fácil o muy complejo puede generar aburrimiento o evasión.
• La aplicabilidad de la información, asociada a experiencias reales y demostrando que es funcional lo que se está aprendiendo.
• El interés en los individuos, respetando a las personas y haciéndolas sentir bien aún cuando hayan tenido algún error en la sesión, la retroalimentación positiva será 1000 veces mejor que la negativa.
• El ritmo de la sesión, porque al mantener un ritmo muy rápido puede cansar y un ritmo lento hastiar.
• Atención del grupo: Mantener la atención del grupo es uno de los principales retos en el proceso enseñanza aprendizaje, por ello es necesario controlar los tipos de distractores que pueden influir en la atención del individuo.
• Fisiológicos: dolores de cabeza, gripes, malestares estomacales, etc. Contra ellos se debe tomar la decisión de canalizar a la persona con un médico. Es importante aclarar que en muchas ocasiones los participantes se “crecen al castigo”, por lo que es importante darles la oportunidad de que ellos tomen la decisión sobre permanecer en la sesión o acudir al médico.
• Organizacionales: en este caso existen dos tipos de distractores, las interrupciones por llamadas,celulares o recados a alguno de los participantes y aquel que se genera por la cultura organizacional, en el que el “estatus” crea un ambiente selectivo.
En el primer caso es importante que las interrupciones se canalicen a los momentos de descanso.
En el segundo caso, la interacción igualitaria hacia todos los participantes, con el respeto que todos merecen, propicia un clima de equidad que favorece la atención.
• Psicológicos: son aquellos que se gestan en la persona de acuerdo a su personalidad y experiencia personal: dudas, temores, conflictos, rebeldías, etc. Como facilitador, el apoyo que se brinde, la controversia con respeto que se genere y, en el último de los casos, la confrontación con ecuanimidad y serenidad, permiten romper los círculos de conflicto psicológico que lleguen a obstruir la atención de los participantes.
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