Fundamentación. Qué tipo de educación necesita nuestro país?
Enviado por oscar eden • 27 de Octubre de 2016 • Documentos de Investigación • 2.710 Palabras (11 Páginas) • 337 Visitas
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Fundamentación.
Para entender qué tipo de educación necesita nuestro país que lleve a una emancipación de la clase oprimida y satisfaga los requerimientos esenciales para desarrollarse como ser humano. Y que además no es un reclamo de nuestra sociedad mexicana, sino de todos los pueblos del sur. Pero un sur geopolítico, no geográfico. Considerando al sur como el conjunto de los pueblos oprimidos por el capitalismo, pueblos que desde la visión dominadora les llaman en proceso de desarrollo, pero que al final solo son colonias de la globalización imperial. Dentro del sur geográfico también hay un norte, considerando a los que ostentan las riquezas e ideales imperialistas, así las élites del sur actúan desde la perspectiva del norte
Las miradas del sur son prácticas de conocimiento y de validación a partir de las perspectivas de los pueblos que han sufrido sistemáticamente las opresiones, discriminaciones, explotaciones del capitalismo, del colonialismo y del patriarcado. Son un conjunto de prácticas de conocimiento a partir de la resistencia. Una epistemología que busca validar conocimientos nacidos en la lucha. Es difícil porque nuestras universidades enseñan el conocimiento de los vencedores, no de los vencidos. Los africanos dicen que durante mucho tiempo la historia fue escrita por el cazador y que es tiempo de que sea escrita por el leopardo. Es un trabajo de resistencia a un paradigma dominante de conocimiento, que no permite a gran parte de la población del mundo, representarlo como suyo.
Los mexicanos podemos hacer mucho para salir adelante y entre todos luchar por que nuestro país vaya saliendo de aquella crisis, el problema es que se ha ido perdiendo el sentido de nuestra existencia colectiva y esto es lo que ha conllevado, en gran parte, a los problemas de nuestro país, problemas políticos, sociales y económicos.
Esta problemática se debe abordar desde las instituciones educativas, donde la pedagogía debe ser una continua reflexión sobre la educación misma, que se torne en una educación liberadora, y sólo así se convertirá en una verdadera crítica socio-política. Crítica del sistema social vigente, con sus pedagogías conservadoras y domesticadoras. La educación transforma al individuo, humanizándolo a través de la socialización, pero a la vez también transforma el orden social.
Para esto se deben considerar que existen varias teorías educativas, desde donde se podrá reflexionar sobre el trabajo y construir una desde el contexto en que se vive, de las necesidades de la sociedad, desde el ideal de hombre que se quiere formar.
Una teoría educativa, desde el modelo que sea, se conforma de una estructura compleja desde el punto de vista lógico, de manera que se puede evaluar de muy diferentes formas. Y todas tienen validez. Lo importante para los educadores es tener los elementos necesarios para hacer un análisis sobre ella, y ese análisis debe de escudriñar perfectamente los supuestos que la conforman y objetivo al que desea llegar.
Cada teoría educativa ofrece a los docentes las herramientas necesarias para lograr calidad en la práctica educativa, tomando en cuenta las experiencias vividas. Se considera que la educación es un proceso vital, imprescindiblemente necesario para el hombre y la sociedad, mediante el cual el individuo, recurriendo a su propio esfuerzo y gracias a las influencias de bienes y valores, desarrolla su potencialidad, su capacidad, sus posibilidades creadoras. Al mismo tiempo, la educación permite al educando asimilar la herencia social y en general las formas de vida de su comunidad a efecto de incorporarlo como miembro activo de ella, con la aspiración de formar plenamente su personalidad para que tenga un efectivo desempeño en la vida. Además, le brinda al educando la sensibilidad necesaria para adaptarse a las circunstancias histórico-culturales de cambio que sufre la sociedad, debido a los avances tecnológicos y científicos. La educación es un proceso que repercute en el contexto del sujeto y fortalece su experiencia mediante el aprendizaje continuo.
Ciertamente, está claro que nuestro país requiere con urgencia cambios estructurales. Y para ello la educación debe ser un soporte fundamental para la transformación social que posibilita el ejercicio libre, critico, creativo y participativo de la sociedad, considerando principios democráticos; como un sistema de vida que favorece el mejoramiento de las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales de los pueblos, nacionalista; comprendiendo los problemas políticos, económicos y sociales, defendiendo nuestra independencia política y económica de los recursos naturales y la cultura, humanista; considerando a la persona como el principio y fin de las instituciones basadas en ideales de justicia social, libertad y equidad y comunalidad; como forma de vida y razón de los pueblos indígenas.
El derecho a la educación encierra un reconocimiento a lo pluricultural, a la diversidad, a lo colectivo, desarrollando el sentido de responsabilidad social y de solidaridad con los grupos más vulnerables, conducir el principio de equidad en la conducta diaria, contribuir a fomentar cualidades, aptitudes y capacidades que lleven a los individuos a adquirir una comprensión critica de sus propias culturas y de su identidad.
A su vez transformar la educación pública mediante la formación crítica de los involucrados, la comprensión y la modificación de su entorno, recuperando los conocimientos, los saberes pedagógicos y comunitarios, a través de la construcción colectiva de programas y proyectos, para lograr una educación integral de los niños, jóvenes y adultos.
Descripción.
En Cuilápam de Guerrero, a unos 10Km aproximadamente de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, capital del Estado del mismo nombre, se encuentra un edificio que sin estar registrado en el catálogo de la UNESCO como patrimonio mundial, ha sido uno de los más conocidos y visitados por los turistas nacionales y extranjeros, porque reviste de una historia y una grandeza motivo de atención para propios y extraños. Este recinto cultural, se le conoce como Ex-convento de Cuilápam de Guerrero, o Templo Inconcluso de Cuilápam.
Cuando comenzó la conquista espiritual por las ordenes Franciscanas, Dominicas y Agustinas, los dominicos establecieron, misiones al sur en lo que hoy son los estados de Oaxaca y Puebla, el Rey Carlos V otorgó apoyo financiero para estos fines y pidió a los encomendaderos españoles la cristianización de los pueblos indígenas y a cambio concedieran la encomienda de los indios.
Por esto, a partir de 1530 se construyó un templo rudimentario y en 1555 el Virrey otorgo una licencia para iniciar la construcción de un nuevo templo. El Templo de Cuilápam de Guerrero, es una majestuosa obra arquitectónica que se empezó a construir en 1559 y nunca fue concluida. Fue planeado con el fin de atraer la mayor cantidad posible de indígenas a los cuales convertir al catolicismo; las gigantescas dimensiones que exhibe dan a entender que de haberse finalizado tal vez hubiera sido el mejor y más hermoso monumento de la Hispanoamérica colonial.
El diseño del edificio corrió a cargo de los dominicos, Fray Antonio de Barbosa y Fray Domingo de Aguiñaga. El material en su totalidad fue aportado por los zapotecos y mixtecos que vivían en Cuilápam. Los trabajos de construcción se interrumpieron cuando la familia de Cortes y la corona española entraron en conflicto, esto obligo que el proyecto se aplazara hasta 1560. La construcción siguió avanzando pero la población comenzó a tener efectos causadas por las epidemias de viruela, sarampión, tifo, con ello se aseguraba que la construcción no terminaría como se planeó, así que los trabajos se enfocaron en la terminación de la segunda planta de convento. Sobresalen la Capilla Abierta, la Iglesia de planta basilical inconclusa y el Ex-Convento. Lo original de este templo es su fachada con tres entradas y un frontón triangular que la remata. En el centro de este aparece el escudo dominico con un perro a cada lado arrojando fuego, símbolo iconográfico de Santo Domingo de Guzmán, dos torres de base circular y rematando en picudos conos, flanquean esta original fachada.
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