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La Personalidad


Enviado por   •  17 de Julio de 2014  •  1.423 Palabras (6 Páginas)  •  243 Visitas

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La Personalidad y sus Definiciones

Antes de entrar de lleno a explicar el significado de la palabra personalidad es interesante que previamente establezcamos el origen etimológico de la misma. Este en concreto se halla en el latín y de manera más exacta en el término personālis.

Una vez determinado ello y pasando ya a acometer el establecimiento del significado de dicho concepto hay que determinar que aquel cuenta con varias acepciones. No obstante, el uso más frecuente y más habitual que se realiza de esta palabra es para definir una característica o diferencia que posee una persona y que la diferencia de otro individuo.

Así, por ejemplo, entre las distintas oraciones que nos pueden servir para explicar lo establecido cabría destacar la siguiente: “El mal carácter es una de las principales señas de identidad que define la personalidad de Manuel”.

No obstante, también cabría exponer que otra de las acepciones que tiene el concepto que nos ocupa, y que está en relación con el significado anteriormente expuesto, es la que lo establece como un sustantivo que se utiliza para definir al conjunto de cualidades que poseen unos individuos.

La personalidad es una estructura de carácter psicológico que hace referencia al conjunto de rasgos distintivos de un individuo.

El aspecto dinámico de la personalidad permite apreciar que todos los seres humanos experimentan intercambios de modo constante con el medio que los rodea, un proceso que sólo se interrumpe con la muerte. En cuanto a las formas de pensar y de actuar, muestran que la personalidad está compuesta por una vertiente interna (pensamiento) y otra vertiente de carácter externo (simbolizado en la conducta).

De todas formas, los especialistas han establecido con los años distintos tipos de definiciones para el concepto de personalidad. Así nos encontramos con las presentaciones de tipo aditivo, que se construyen en base a la sumatoria de un conjunto de rasgos característicos; la perspectiva integradora, la cual resalta el estilo ordenado de esa adición; la definición jerárquica, que admite la integración de los elementos contemplados en la personalidad, pero estipulan la preponderancia de ciertos rasgos sobre otros; y las definiciones de ajuste al medio, que también parten de una integración de elementos, pero que consideran que la organización se realiza según el entorno donde se mueve cada persona.

Es necesario saber también que los estudios desarrollados en base a la personalidad abarcan dos cuestiones importantes: el desempeño intrapersonal (de tipo intrapsíquico, el cual no es posible observar de forma directa) y las diferencias individuales (compuesto por los rasgos que hacen que un ser humano sea diferente a otro).

Definición de Personalidad

La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un conjunto dinámico de características psíquicas de una persona, a la organización interior que determina que los individuos actúen de manera diferente ante una circunstancia. El concepto puede definirse también como el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio conductual que caracteriza a una persona y que tiene una cierta persistencia y estabilidad a lo largo de su vida de modo tal que las manifestaciones de ese patrón en las diferentes situaciones posee algún grado de predictibilidad.

El concepto de «personalidad» proviene del término «persona», denominación que se utilizaba para la máscara que portaban los actores de teatro en la antigüedad. Sin embargo, ya en ese entonces se hablaba en un sentido amplio y figurado de «personas» para referirse a los roles, es decir a «como quién» o «representando a quién» actuaba un determinado actor teatral tras su máscara.

El concepto paulatinamente se transfirió a otras esferas de la sociedad, más allá del teatro, pero en una primera época, «personas» eran solamente los ciudadanos, jurídicamente provistos de derechos (en contraste con los esclavos que no eran considerados personas, puesto que no podían decidir sobre su propio actuar, ni menos aún deliberar sobre el de los demás).

El concepto estaba inicialmente muy restringido a aquellos ciudadanos poderosos, que gozaban de honra, prestigio y, en respeto a su dignidad, eran los únicos poseedores de derechos ciudadanos. En el transcurso de los siglos, el concepto de «persona» se fue transformando gradualmente en uno más general (en igual medida de la generalización de los derechos ciudadanos) hasta llegar utilizarse en el sentido coloquial actual, es decir, prácticamente como sinónimo de «ser humano».

En el contexto de este desarrollo conceptual, la aparición del adjetivo «personal» facilitó el desarrollo del sustantivo

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