La evaluación de la intimidación de los estudiantes de la escuela primaria

EL BULLYING EN ESTUDIANTES DE PRIMARIA

Cassandra de Córdova Chi

Resumen

El propósito de la investigación es evaluar el bullying en estudiantes de primaria. Para poder realizar esta investigación se diseñó y aplicó un cuestionario, que consistía en veinticinco preguntas. Está dividido en violencia física y psicológica si juegan el papel de víctimas, agresores u observadores en el bullying, se aplicó a una muestra de cien alumnos de primaria, que fueron elegidos por el método no probabilístico de cuotas. Gracias a los datos recaudados nos pudimos percatar como los niños son los que aplican el bullying con mayor frecuencia que las niñas, y aunque estas conductas se presenten ocasionalmente es muy importante tratarlas desde un principio para que no vayan avanzando, se hagan más graves y puedan llegar a ocurrir consecuencias severas.

El termino Bullying es recientemente usado, antes no era aplicado y no era usado con tanta frecuencia como lo es ahora. El Bullying es un tema muy importante para la sociedad porque en nuestros tiempos se está presentando con mayor frecuencia en los ámbitos escolares pero es más percibido en el nivel de primaria porque en este nivel es más violencia física y por eso se aprecia más. Esta conducta es muy perjudicial para las personas que la sufren porque son dañadas tanto físicamente como psicológicamente.

Serrano (2006) considera el bullying como toda acción intencional que, en la escuela, alrededores de la escuela o actividades extracurriculares, daña o puede dañar a terceros, también lo define como un comportamiento negativo intencional y repetido a manos de una o más personas dirigido contra otra que tiene dificultad para defenderse.

El bullying es un comportamiento que tiene como intención dañar o causar angustia, es producido por un periodo de tiempo en repetidas ocasiones, y este es producido cuando existe una relación de desequilibrio. (APA, 2002)

Rapp- Paglicci (2002) encontró que el bullying era la repetición de conductas que dañan a otra persona o personas. Estas conductas pueden ser por medio de ataques físicos o hiriendo los sentimientos de las personas.

Gracias a las definiciones antes presentadas podemos entender como este fenómeno es muy importante porque por medio de este las personas pueden salir lastimadas.

Existen tres tipos de clasificaciones para los que participan en las conductas del Bullying. Estas son:

1. El agresor o Bullie; que es la persona que ejerce la acción con el afán de imponer su poder sobre otra persona. Estas personas suelen tener bajos conceptos de ellos mismos y no se sienten queridos ni importantes para personas que para ellos son muy importantes. No sienten ninguna simpatía con sus víctimas y no sienten ningún remordimiento al molestarlos. Son muy impulsivos, desafían con frecuencia a los adultos y llegan hasta ser agresivos con los mismos, son más fuertes físicamente que sus compañeros en especial que las víctimas.

2. La víctima; suelen ser débiles tanto física como psicológicamente y son más pequeños que sus agresores. Tienen dificultades con sus habilidades sociales. Son personas sumisas o pasivas, prudentes, sensibles, tranquilas, introvertidas. Las personas que sufren de las conductas suelen tener baja autoestima por eso no se defienden. Se relacionan mejor con adultos que con sus compañeros.

3. El observador; esta persona es la que no participa en la acción de molestar a sus compañeros pero tampoco hace nada por evitarlo, están presentes en el momento que se realiza. Ellos al no parar la acción le hacen entender al agresor que lo que está haciendo no está mal.

Existen nuevas clasificaciones que son más especificas y aunque no están todavía aceptadas, ni definidas perfectamente. Salmivalli et al.’ s (1996) realizo una investigación que marco un importante giro en la comprensión del bullying porque él definió algunas de las nuevas clasificaciones. El “asistente” fue claramente definido en términos de ser un papel activo pero secundario en las conductas de acoso escolar; pero, aparte otros papeles se definieron aunque no tan claramente. También existe el “reforzador” que es el que va a ver qué está pasando, está presente sin hacer nada y se ríe de la víctima o motiva al agresor, junto con el “reforzador” se encuentra también los “forasteros” que son los que no tomas partido, se van del lugar donde está pasando la situación. Y finalmente los “defensores” que son principalmente del género femenino. (RIVERS 2009)

Es muy importante detectar las conductas del bullying porque es muy importante pararlas a tiempo. Las personas que sufren de bullying rara vez dicen lo que les está pasando, los últimos en enterarse son los padres o profesores de los alumnos, la vergüenza o el miedo a las represalias son los principales motivos para que no digan nada.

Algunos factores que los padres deben de estar pendientes y que pueden dar indicios de que los niños están sufriendo de estos abusos es cuando empiezan a decir escusas para no ir a la escuela, cambios en su comportamiento, del sueño y del apetito, si se pierden o se deterioran sus pertenencias de la escuela o personales con frecuencia, que el niño aparezca con golpes, rasguños y los quiera justificar con frecuentes caídas o accidentes.

En la escuela también es muy importante que los profesores estén atentos a ciertas conductas para así poder detectarlas con mayor facilidad. Deben de estar pendientes de las relaciones que existen entre los alumnos en las aulas de clase, en los pasillos y en el patio a la hora del recreo. Es necesario que les den importancia a las risas o burlas que se dan en repetidas ocasiones contra un determinado compañero. Las variaciones en el rendimiento escolar, pérdida de la concentración y el aumento del fracaso pueden también ser factores de que el alumno este sufriendo acoso de sus compañeros. (Méndez, 2002).

En si el acoso escolar no es un fenómeno nuevo, muchas personas mayores lo sufrieron, solo que no se presentaba con la intensidad con la que se presenta ahora. Hasta los años 70 este fenómeno fue objeto de una investigación semántica en Escandinavia por Owleus. Pero a finales de los años 80 y durante los 90 ya se han hecho investigaciones por todo el mundo y así se convirtió en una conducta que era aceptada mundialmente.

Según investigaciones previas se sabe que la mayoría de las agresiones que se le aplican a las víctimas ocurren en el salón de clase (54.3 %) y el patio (53.4%). Esto no es raro porque sabemos que sólo el 46% de los profesores intervienen ante una agresión y que tanto los agresores como las víctimas están de acuerdo en que los profesores que no intervienen en el conflicto

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