Lectoescritura
Enviado por gelytape • 27 de Mayo de 2014 • 2.229 Palabras (9 Páginas) • 249 Visitas
MÉTODOS PARA LA ENSEÑANZA DE LA ESCRITURA
Ana María Xandre Robotham
Dos de los grandes objetivos que debe cumplir la Educación Básica es que los niños chilenos logren, junto con el aprendizaje de la Lectura, la adquisición de la Escritura.
En las últimas dos décadas se le ha dado gran énfasis al aprendizaje de la lectura y otras áreas del lenguaje en detrimento de la escritura, apreciándose en este aspecto numerosos problemas que muchas veces se conservan en la Educación Superior.
Si se realiza un análisis de las pruebas que evalúan el proceso escritor y se busca bibliografía especializada, el balance se inclina en contra de este aprendizaje por la escasez de ambas.
Esto trae como consecuencia un relativo desconocimiento sobre la enseñanza – aprendizaje de la escritura frente a la gran importancia atribuida a la lectura (1)
Antes de plantear una propuesta metodológica para lograr éxito en este aprendizaje, es necesario definir lo que es escritura.
Su definición no es única ni precisa, pues hay una amplia gama de posiciones, desde las que la consideran como un acto motor, hasta las que destacan, en forma especial, su función comunicativa.
Myklebust(1965) señala que “la escritura es una de las formas superiores del lenguaje y, por lo tanto, la última en ser aprendida. Constituye una forma de lenguaje expresivo. Es un sistema simbólico-visual para transformar los pensamientos y sentimientos en ideas. Normalmente el niño aprende primero a comprender y a utilizar la palabra hablada y posteriormente a leer y expresar ideas a través de la palabra escrita. Si bien es cierto que es la última forma de lenguaje en ser aprendida, no por ello deja de ser parte del lenguaje como un todo”.2
Piaget (1980), define el lenguaje escrito como “la representación de una representación”. El lenguaje escrito es una representación gráfica arbitraria del lenguaje hablado, el cual, a su vez, no es otra que una representación igualmente arbitraria, socialmente determinada. Habiendo sido abstraído dos veces de la realidad, el lenguaje escrito es la forma más abstracta de representación. Estas configuraciones arbitrarias son formas características y arreglos, llamadas palabras, no tienen relación natural con los objetos ni eventos que representan. Cada letra tiene un nombre, una forma característica y representa uno o más sonidos. Descifrar estas marcas en sonidos no hace automáticamente que la palabra tenga significado.3
Según Ulloa (1987), la escritura constituye un nuevo medio de manejar el lenguaje. Aunque sus formas pueden limitar la libertad de este, para el niño representa el dominio de un nuevo medio de expresión. De todas las habilidades manuales, la escritura es la que permite menos libertad al niño,, a la vez proporciona una mayor satisfacción, porque ofrece un trazo indeleble de lo que el lenguaje oral expresa”.4
Lennenberg (1982), afirma que todos los tipos de representación son transcripción del lenguaje, y entre ellos la escritura, son gestos físicos que transmiten un significado. La manifestación primaria del lenguaje es fónica, mientras que la escritura (representación gráfica) es una manifestación secundaria; desde el punto de vista lingüístico, no puede estudiarse por separado, sino solo en relación con la primera.
En la ontogénesis del niño, la escritura aparece después del habla. Como es una actividad convencional y codificada, la escritura constituye un logro que se adquiere. Se accede a ella una vez que se ha alcanzado cierto nivel de desarrollo intelectual, motor y afectivo. Se le puede considerar como lenguaje y movimiento, pero se ve limitado por el contexto en el que tiene lugar, por su rigurosa configuración gráfica y las reglas que rigen la trascripción del lenguaje.
Para Lennenberg, todo individuo normal, dado cierto nivel de desarrollo, tiene la capacidad para escribir, pero su potencial, que depende de la interacción y madurez de varios sistemas, no puede llegar a ser eficaz si no es por medio del aprendizaje sistemático.
Afirma que los sistemas implicados no son los mismos para los distintos niveles de escrituras.
En la copia son fundamentales la vista y la percepción de la forma de los símbolos visuales, como también las facultades de enervación motriz necesarias para su ejecución.
En el dictado, intervienen la comprensión verbal del texto transmitido oralmente y su transcripción en símbolos gráficos.
En la escritura espontánea, es necesario poner por escrito, en forma simbólica, el material elaborado por el lenguaje interno y elegir, a partir de él, formas de hablar y símbolos gráficos que la sociedad facilita a los hablantes.
La escritura es praxia y lenguaje. Constituye un medio permanente de registrar ideas y recuerdos, pero también es un método de intercambio, un medio de comunicación entre “nosotros” y los”demás”.
La escritura es una forma de manifestación lingüística privativa del hombre, pues supone una comunicación simbólica por medio de un código diferenciado según las culturas. No es un código figurativo sino simbólico.
Algunos especialistas chilenos han definido la escritura desde diferentes perspectivas.
El Dr. Bravo Valdivieso y otros (1981), señalan que la escritura manuscrita constituye una modalidad de lenguaje y que debe estudiarse como un sistema peculiar, por los niveles de organización de la motricidad, del dominio de las direcciones del espacio, del pensamiento y de la afectividad que requiere su funcionamiento. A pesar de su especificidad, no constituye un sistema homogéneo, sino que expresa diferentes niveles de desarrollo e integración. Por el hecho de constituir un repertorio de repuestas aprendidas, es una función tanto de factores maduracionales como de aprendizaje escolar jerárquico. 5
Los autores sostienen que la escritura manuscrita continúa siendo un medio insustituible por su calidad personalizada de registro y expresión.
Esta modalidad de lenguaje utiliza un código o sistema de símbolos organizados que puede ser usado por dos o más personas para transmitir y recibir mensajes.
Chadwidk y Condemarín (1986), por su parte, señalan que la escritura es un modo de expresión tardío, tanto en la historia de la humanidad como en la evolución del individuo, si se le compara con la edad de la aparición del lenguaje oral. La escritura, que es grafismo y lenguaje, está íntimamente ligada a la evolución de las posibilidades motrices que le permiten tomar
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