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MAHLER: “EL NACIMIENTO PSICOLOGICO DEL INFANTE HUMANO”


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2018  •  Ensayo  •  4.733 Palabras (19 Páginas)  •  1.060 Visitas

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MAHLER: “EL NACIMIENTO PSICOLOGICO DEL INFANTE HUMANO”

CAPÍTULO 1, ENFOQUE GENERAL

El nacimiento biológico del infante humano y el nacimiento psicológico no coinciden en el tiempo. El primero es un acontecimiento espectacular, observable y bien circunscripto. El segundo es un proceso intrapsíquico de lento desarrollo.

Se denomina al nacimiento psicológico del individuo (proceso de separación-individuación). El establecimiento de un sentimiento de separación respecto de un mundo de realidad y de una relación con él, particularmente con respecto a las experiencias del propio cuerpo y al principal representante del mundo tal como el infante lo experimenta, el objeto primario de amor. Este proceso se manifiesta a todo lo largo del ciclo vital. Nunca termina, sigue siempre en actividad.

Los principales logros psicológicos de este proceso ocurren a los 30 o 36 meses, denominado fase de separación-individuación.

El proceso normal de separación-individuación, incluye el logro por parte del niño de un funcionamiento separado en presencia de la madre y con la disponibilidad emocional de ésta. El niño se enfrenta continuamente con amenazas mínimas de pérdida de objeto.

La separación y la individuación se conciben como dos desarrollos complementarios. Por un lado la separación consiste en la emergencia del niño de una ilusión simbiótica con la madre. Y por el otro, la individuación consiste en los logros que ialonan la asunción por parte del niño de sus propias características individuales. Estos desarrollos están entrelazados con los procesos evolutivos. Pueden proceder en forma divergente, con una demora o precocidad en uno u otro.

A partir de los comienzos observables e inferidos del primitivo estado cognitivo-afectivo del infante, en que no hay una conciencia de la diferenciación yo-otro, se desarrolla una organización más importante de vida intrapsíquica y conductual en torno de los eventos de la separación y la individuación, organización que caracterizamos denominando fase de la separación-individuación al periodo subsiguiente.

Las etapas de este proceso denominadas subfases son:

  • la diferenciación, siguiendo con el periodo de absorción por el infante en su propio funcionamiento autónomo con exclusión casi total de la madre,
  •  acercamiento, el niño, percibe con mayor claridad su separacion casi total de la madre, llegando a un sentimiento primitivo de sí mismo, de entidad e identidad individual y avanza hacia,
  • la constancia del objeto libidinal y del yo.

La investigación se centra en dos problemas: la adaptación y relación de objeto.

  • Adaptación: desde el comienzo el niño se moldea y despliega en la matriz de la unidad dual madre-infante. Cualesquiera sean las adaptaciones al niño que la madre pueda realizar, y se muestre o no sensible y empática, estamos profundamente convencidos de que la capacidad adaptativa del niño, como material fresco y maleable, y su necesidad de adaptación (para lograr satisfacción), son mucho mayores que las de la madre, cuya personalidad esta firme y a menudo rígidamente constituida con todas las pautas de carácter y de defensa. El bebé se configura en armonía y contrapunto con las maneras y estilo de la madre sea que ésta proporcione su parte de un objeto sano o patológico para tal adaptación. La tensión, la ansiedad traumática, el hambre biológica, el aparato del yo, y la homeostasis son conceptos casi biológicos que adquieren mayor pertinencia en los primeros meses y que son los precursores, respectivamente, de la ansiedad con contenido psíquico, la ansiedad con señal, los impulsos orales y otros, las funciones del yo, y los mecanismos reguladores internos. Pues el infante nace en la cresta misma de las exigencias de adaptación que se le imponen. Estas exigencias las satisface la capacidad que tiene el infante, de dejarse conformar por su ambiente y de amoldarse a ese ambiente.
  • Relación objetal: esta investigación muestra la relación objetal a partir del narcisismo, en paralelo con la historia vital temprana del yo, ubicada en el contexto del desarrollo libidinal concurrente. El logro cognitivo-afectivo de una conciencia de la separación como prerrequisito de la verdadera relación objetal, el papel de los aparatos del yo y de funciones más complejas del yo en la promoción de tal conciencia. La personalidad del infante no se organiza en torno de la relación con la medre como objeto externo de amor. No progresan los aparatos del yo, los núcleos del yo no se integran, sino que se disgregan secundariamente. El niño con defensas, predominantemente autísticas parece tratar a la madre como no existente, solo si se ve amenazada su separación autística por penetración a raíz de intrusión humana, el niño reacciona con rabia y/o pánico. En cambio, el niño con una organización predominantemente simbiótica parece tratar a la madre como un objeto externo distinto y entero. En cambio, mantienen la escisión entre los objetos parciales bueno y malo, y alternan entre querer incorporar el bueno o expulsar el malo. Como consecuencia de una u otra de estas soluciones, la adaptación al mundo externo desarrollo con la madre y la individuación que lleva a la constitución de una personalidad única en el niño, no se desarrollan parejamente a partir de un estadio temprano en adelante, por lo tanto, las características humanas esenciales se embotan y distorsionan en su estado rudimentario o se fragmentan más adelante.

ALGUNAS DEFINICIONES:

  • Separación: logro intrapsiquico de un sentimiento de separación de la madre, y a través de éste, de separación del mundo en general. Lleva gradualmente a claras representaciones intrapsíquicas del yo como algo distinto de las representaciones del mundo objetal.
  • Simbiosis: estado intrapsíquico, más bien que a un hecho conductual. Es un estado inferido, un rasgo de la vida cognitivo-afectiva primitiva en que no ha ocurrido la diferenciación entre el sí-mismo y la madre por ejemplo.
  • Identidad: conciencia más temprana de un sentimiento de ser de entidad, que incluye en parte, a nuestro parecer, una catexia del cuerpo con energía libidinal. No es un sentimiento de quién soy sino de qué soy.

PSICOSIS SIMBIOTICA Y SEPARACIÓN-INDIVIDUACIÓN NORMAL (hipótesis)

  1. Hipótesis de una fase normal de separación-individuación: es crucial respecto del yo y el desarrollo de las relaciones objetas. También sostenemos que el temor característico de este periodo es la ansiedad de separación. Es una especie de segunda experiencia de nacimiento, llamada ruptura de la membrana común simbiótica madre-hijo. Esta ruptura es inevitable como el nacimiento biológico.  
  2. Hipótesis de la ansiedad que acompaña a la conciencia de separación: este pánico se consolida en forma de constituir una señal apropiada de ansiedad, sino que conserva la característica de una desazón organísmica aguda o insidiosa, acompañada por la incapacidad del niño para utilizar al otro como organizador externo o yo auxiliar. Esto detiene además la estructuración del yo.
  3. Hipótesis del desarrollo de un sentimiento de identidad: la separación-individuación normal es el primer prerrequisito crucial para el desarrollo y el mantenimiento del sentimiento de identidad. El niño psicótico nunca llega a tener un sentimiento de totalidad de entidad individual.
  4. Hipótesis sobre la función catalizadora de la maternación normal.

CAPÍTULO 3: “LOS PRELUDIOS DEL PROCESO DE SEPARACIÓN-INDIVIDUACIÓN”

LA FASE AUTÍSTICA NORMAL

A las semanas que preceden a la evolución hacia la simbiosis, los estados somniformes del neonato y del infante muy pequeño superan de lejos a los periodos de vigilia, y recuerdan ese estado primigenio de distribución de la libido que prevalecía en la vida intrauterina y que se parece al modelo de un sistema monádico cerrado, autosuficiente en su realización alucinatoria de deseos.

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