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MARCO TEÓRICO DE ENOJO

Denisse2686 de Diciembre de 2012

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MARCO TEÓRICO

DEFINICIONES DEL ENOJO:

Para poder trabajar con un estado emocional como el enojo, es necesario conocer las diferentes definiciones del mismo:

Kassinove (1995) define el enojo como un sentimiento fenomenológico o interno, asociado con distorsiones y deficiencias cognitivas y perceptuales especificas (por ejemplo malentendidos, errores, atribuciones de culpa, injusticia, intencionalidad o estar a la defensiva) etiquetado subjetivo, cambios psicológicos y tendencias a actuar involucrándose en comportamientos preestablecidos, construidos y reforzados socialmente.

Hay otras definiciones del enojo, que si bien no se excluyen entre sí, toman en cuenta aspectos diferentes de la emoción, por ejemplo basándose en las relaciones: “El enojo es una emoción negativa debido al daño que se puede dar en la relación entre la persona y el ambiente” (Lazarus, 1991); en la percepción intrasubjetiva de la emoción “se considera el enojo como una emoción negativa en términos de experiencia subjetiva y evaluación social” (Averill, 1983); o tomando en cuenta la razón o detonador de la emoción: “Emoción negativa, subjetivamente experimentada como un estado de antagonismo hacia alguien o algo percibido como la causa de un evento aversivo” (Novaco y Robins, 1999).

Por otro lado, Berkowitz (1996) define el enojo como un conjunto particular de sentimientos, que surgen de una gran cadena de reacciones psicológicas y de las expresiones emocionales involuntarias como: cambios faciales, reacciones motoras y pensamientos o recuerdos que se producen en ese momento, ocasionadas por la aparición de acontecimientos desagradables. Estos factores sensoriales, se combinan en la mente de la persona para formar la experiencia del enojo.

Novaco (1978) refiere que el enojo está determinado por eventos externos, procesos internos y reacciones conductuales; es decir, el enojo puede ser visto como una reacción afectiva ante eventos aversivos, que son evaluados o interpretados como provocaciones; la conducta que implementará será de acuerdo a esos eventos y esto va acompañado de activación fisiológica (aceleración del ritmo cardiaco y la frecuencia respiratoria, tensión muscular, sudoración, entre otros).

Esta última definición es la que cubre la mayor parte de los elementos que ocupan a este trabajo, por tanto, será la referencia principal que se utilizará.

Se puede concluir de todas las definiciones antes expuestas, que el enojo es una suma de situaciones o eventos externos (lo que sucede), componentes psicológicos o cognitivos (lo que se piensa o interpreta) y una serie de fenómenos que se dan en el cuerpo (activación. Es importante reconocer dichos elementos, para poder evaluar o valorar si es que esta emoción es experimentada por el sujeto como un mecanismo de adaptación al medio, o como una respuesta exacerbada e inadecuada a los eventos que le rodean.

DEFINICIONES DE ENOJO EN CONDUCTORES

El sentimiento de enojo no es malo, sino un mecanismo adaptativo. Es probable que todos lo hayan experimentado en más de una ocasión durante su vida. Sin embargo, hay ocasiones en que esta emoción se presenta con tal frecuencia e intensidad, que deja de ser adaptativo y se convierte en un problema incontrolable, que afecta a quien lo sufre y a quienes le rodean, transformándose en un importante problema de salud personal y social.

Un escenario donde podemos identificar éste tipo de reacciones agresivas, poco proporcionadas al evento detonador y con una frecuencia mucho mayor que en cualquier otro, es en el automóvil. A este fenómeno se le ha denominado “ira en conductores”.

Los principales estudios con respecto a la ira en conductores se han realizado en Estados Unidos. En la actualidad, se reconoce este problema con el término de “Road Rage” o Ira al volante, que en términos generales, se puede referir a cualquier expresión agresiva de un conductor (Connell & Joint, 1995). Aunque hay que señalar, que también se utiliza para describir desde un insulto, hasta las más extremas expresiones agresivas como: agresión física o hasta daño a propiedad pública, otros automóviles e incluso a peatones.

Otra forma de referirse a éste problema es el de manejo agresivo, que se define como: un incidente en el que un conductor o un pasajero impaciente o enojado, hiere, mata o atenta intencionalmente contra otro conductor, pasajero o peatón, como respuesta a una disputa, altercado o desacuerdo en relación con el tráfico (Mizell, 1996). También se considera conducción agresiva, cuando un conductor enojado o vengativo, conduce su automóvil intencionalmente contra un edificio o cualquier otra estructura o propiedad.

Podemos concluir entonces, que la ira al volante se da cuando un conductor reacciona de manera agresiva a los acontecimientos que se dan mientras conduce. Estas reacciones pueden ir desde agresiones verbales o gestos, hasta ataques físicos contra otro conductor o automóvil, en ocasiones utilizando su propio vehículo como arma o medio de agresión.

FACTORES ASOCIADOS AL ENOJO EN CONDUCTORES.

Existen factores y situaciones que pueden contribuir al enojo en los conductores, por ejemplo: situaciones laborales, familiares, el tiempo que se lleva manejando; elementos ambientales como el ruido, la temperatura y la hora; son importantes incluso características personales de los conductores como tendencia a la agresividad, cansancio, hambre, genética, género, edad, entre otras.

Estos elementos se explican de forma más amplia a continuación:

Elementos ambientales:

Es ampliamente aceptado que hay numerosos elementos en el ambiente que pueden, bajo ciertas circunstancias, provocar reacciones agresivas, o bien, aumentar la probabilidad de que sucedan. Connell y Joint (1995) proponen los siguientes:

- Ruido: afecta la intensidad de una respuesta agresiva que ya ha sido provocada, además de unirse a otras variables, que también podrían resultar en agresiones.

- Temperatura: La incidencia de conductas violentas aumenta durante los meses de verano. Si bien se supone que hay una relación de causalidad entre el calor y la agresión, las pruebas experimentales para apoyar este punto de vista son escasas; la interpretación y comparación entre encuestas y estudios de laboratorio, con el "mundo real" es difícil.

- El hacinamiento: Los efectos del hacinamiento sobre la agresión son difíciles de predecir, sobre todo porque a diferencia del ruido y temperatura, el hacinamiento es un elemento totalmente subjetivo del medio ambiente. La circulación muy lenta es una típica condición en la que la agresión del conductor se puede elevar a niveles perjudiciales. La congestión relacionada con los retrasos, es casi siempre muy frustrante, en especial cuando se está bajo presión de tiempo como sucede a menudo en horas pico; así mismo cuando el tiempo es más apremiante, la probabilidad de que los conductores emitan comportamientos agresivos incrementa, en comparación con horas no pico y fines de semana. (Shinar y Compton, 2004).

- Diferencias individuales: Las diferencias individuales que nos predisponen a la agresividad pueden ser importantes al momento de conducir y decidir cómo vamos a solucionar los conflictos que se presenten. El vehículo simboliza aspectos de la individualidad del conductor, entonces el coche es una indicación de posición social, riqueza, actitud y personalidad.

- Característica de la personalidad, como enojo estado y enojo rasgo: El primero es una reacción a un evento específico y por lo tanto, fluctúa en intensidad a través del tiempo y las circunstancias; por ejemplo: si el conductor se ve bloqueado por algún paro en la carretera, tiene hambre y está cansado, es más probable que su activación psicológica y emocional provocada por la percepción de afrontamientos, injusticias, frustraciones y otras fuentes de provocación, lo hagan enojar. Por otro lado, el enojo rasgo se refiere a la dimensión relativamente estable de personalidad. Por ejemplo: la tendencia de la persona a percibir las situaciones como provocadoras, y a experimentar el enojo estado. Los individuos que tienen el enojo rasgo más alto, son más propensos a experimentar enojo con mayor frecuencia e intensidad a través del tiempo y las diferentes situaciones. (Deffenbacher, Richards, Filetti & Lynch 2005). Las personas agresivas (enojo rasgo) son también conductores más agresivos.

- Comunicación Interpersonal: En un auto no es posible utilizar los métodos de comunicación que normalmente se usan con las demás personas. Por ejemplo: el lenguaje corporal o no verbal, ya que un intento de gesticular puede incluso, ser interpretado como una señal ofensiva, y provocar más comportamientos violentos. Además, dentro del automóvil, se siguen normas culturales dependientes del conductor, que tal vez sean distintas a las de los demás conductores, pudiendo provocar malentendidos y situaciones detonadoras de comportamientos agresivos.

- Estrés: Se da por las percepciones o apreciaciones de una situación específica al manejar. El estrés elevado en un conductor, puede hacerlo más propenso a percibir a otros conductores como la fuente de su frustración; además incrementa su propio comportamiento agresivo (Gulian, Matthews, Glendon, Davies, & Debney, 1989)

- Atribución: Ésta teoría dice, que las atribuciones de los individuos conductores se basan en lo que hacen ellos y el comportamiento de otros conductores, por ejemplo: cuando ellos cometen una violación, se excusan en la situación; pero cuando otros la cometen, si son culpados de ella. Algunos conductores, pueden interpretar la

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