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Microfisica Del Poder - Michel Focault


Enviado por   •  2 de Octubre de 2013  •  3.711 Palabras (15 Páginas)  •  467 Visitas

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Michel Foucault. Microfísica del poder-Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría (1979)

Cap. 4. Los intelectuales y el poder (entrevista entre Michel Foucault y Gilles Deleuze. 1972)

Gilles Deleuze: las relaciones teoría-práctica son parciales y fragmentarias.

La práctica es un conjunto de conexiones de un punto teórico con otro, y la teoría un empalme de una práctica con otra. Ninguna teoría puede desarrollarse sin encontrar una especie de muro, y se precisa la práctica para agujerearlo.

Para nosotros el intelectual teórico ha dejado de ser un sujeto, una conciencia representante o representativa. Los que actúan y los que luchan han dejado de ser representados por un partido, por un sindicato que se arrogaría el derecho de ser su conciencia. ¿Quién habla y quien actúa? Es siempre una multiplicidad, incluso en la persona, quien habla o quien actúa. Somos todos grupúsculos. No existe ya la representación, no hay más que acción, acción de teoría, acción de práctica en relaciones de conexión o de redes.

Michel Foucault: la politización de un intelectual se hace a partir de dos cosas: su posición de intelectual en la sociedad burguesa, en el sistema de la producción capitalista, en la ideología que ésta produce o impone. Su propio discurso revela una verdad, descubre relaciones políticas.

En ciertos momentos de reacción violenta por parte del poder, después del 48, después de la Comuna, el intelectual era rechazado, perseguido en el momento en que las cosas aparecen en su verdad. El intelectual decía lo verdadero o quiénes aún no lo veían y en nombre de aquellos que no podían decirlo: conciencia y elocuencia.

Lo que los intelectuales han descubierto es que las masas no tienen necesidad de ellos para saber; saben mucho mejor que ellos. Pero existe un sistema de poder que obstaculiza, prohíbe, invalida ese discurso y ese saber. Poder que se hunde en toda la malla de la sociedad. Ellos mismos, intelectuales, forman parte de ese sistema de poder, la idea de que son los agentes de la conciencia y del discurso pertenece a este sistema. El papel del intelectual no es decir la muda verdad de todos; es luchar contra las formas de poder allí donde éste es objeto e instrumento: en el orden del saber, de la verdad, de la conciencia, del discurso.

Es en esto en lo que la teoría no traduce, no aplica una práctica: es una práctica. Pero local y regional, no totalizadora. Lucha contra el poder, para hacerlo aparecer y golpearlo donde es más invisible y más insidioso. Lucha por la infiltración y la toma de poder. Una teoría es el sistema regional de esta lucha.

G.D: eso es, una teoría es como una caja de herramientas. Es preciso que sirva, que funcione. No se vuelve sobre una teoría, se hacen otras, hay otras a hacer. Proust dijo “tratad mi libro como un par de lentes dirigidos hacia el exterior, y bien, si no os sirven tomad otros, encontrad vosotros mismos vuestro aparato que es necesariamente un aparato de combate”. La teoría no se totaliza, se multiplica. Es el poder quien por naturaleza opera totalizaciones, y usted dice que la teoría por naturaleza esta contra el poder.

M.F: me ha sorprendido ver que se pudiesen interesar por el problema de las prisiones tantas personas que no estaban en prisión; me ha sorprendido que tanta gente que no estaba predestinada a escuchar este discurso de los detenidos, lo haya finalmente escuchado. ¿Cómo explicarlo? ¿Será porque el sistema penal es la forma, en la que el poder como poder, se muestra del modo más manifiesto? Meter a alguien en prisión, encerrarlo, privarlo de comida, impedirle salir, hacer el amor…ahí esta la manifestación del poder más delirante que se pueda imaginar. Lo que me llama la atención es la puerilidad del ejercicio del poder y también el cinismo con el que se ejerce como poder. La prisión es el único lugar en el que el poder puede manifestarse de forma desnuda, en sus dimensiones más excesivas, y justificarse como poder moral. Esto es lo fascinante en las prisiones, que por una vez el poder no se oculta, se muestra como tiranía llevada hasta los más ínfimos detalles, poder cínico y puro, justificado. Hay una dominación del Bien sobre el Mal, del orden sobre el desorden.

G.D: cuando las gentes se ponen a hablar y a actuar en su propio nombre, no oponen una representación a otra semejante invertida, no oponen una representatividad a la falsa representatividad del poder. Por ejemplo, usted decía que existe justifica popular contra la justicia.

M.F: bajo el odio que el pueblo tiene a la justicia, los jueces, tribunales, prisiones, es conveniente ver un punto singular en el que el poder se ejerce a expensas del pueblo. La lucha anti-judicial es una lucha contra el poder, no creo que esto sea una lucha contra las injusticias de la justicia, y por un mejor funcionamiento de la institución judicial.

Mi hipótesis es que los tribunales populares, por ejemplo en el momento de la Revolución, han sido una manera, utilizada por la burguesía aliada a las masas, para recuperar le movimiento de lucha contra la justicia. La forma misma del tribunal pertenece a una ideología de la justicia que es la de la burguesía.

G.D: frente a la política global del poder se hacen respuestas locales, cortafuegos. Lo que nosotros podemos hacer es llegar a instaurar conexiones laterales, todo un sistema de redes. Y es esto lo que es difícil.

M.F: nuestra dificultad para encontrar las formas de lucha adecuadas ¿no proviene de que ignoramos todavía en que consiste el poder? El poder es una cosa enigmática, visible e invisible, presente y oculta, investida en todas partes. La teoría del Estado, el análisis tradicional de los aparatos de Estado no agotan sin duda el campo del ejercicio y del funcionamiento del poder. La gran incógnita es ¿quién ejerce el poder? ¿Dónde lo ejerce? No son los gobernantes los que detentan el poder. La noción de clase dirigente no es muy clara. Dominar, dirigir, gobernar, grupo en el poder, aparato de Estado, existen en toda una gama de nociones que exigen ser analizadas. Sería necesario saber hasta dónde se ejerce el poder, por qué conexiones. Por todas partes en donde existe poder, el poder se ejercer. Nadie es el titular de él. No se sabe quien lo tiene exactamente; pero se sabe quien no lo tiene.

Cada lucha se desarrolla alrededor de un centro particular del poder. Si se denuncian los núcleos, se habla públicamente de ellos, es una lucha; hablar de ese tema, decir quién ha hecho, qué, designar el blanco, es una primera inversión del poder. Si los discursos como los de los detenidos o los de los médicos de las prisiones son luchas, es porque confiscan

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