NIVEL DE FORMULACIÓN
Enviado por deby35 • 13 de Abril de 2013 • Tesis • 3.060 Palabras (13 Páginas) • 291 Visitas
CONCEPTOS CLAVE EN LA DIDÁCTICA DE LA DISCIPLINA
Jean P. Astolfi
Sevilla 2001 Díada
CAPÍTULO 11
NIVEL DE FORMULACIÓN
Los enunciados producidos en el curso de los aprendizajes (cf. Estructuración) científicos, en relación con una misma idea o al término de las actividades de estructuración, son muy variados y dependen a la vez del nivel de escolaridad considerado y de la naturaleza del problema científico al que responda cada uno. Esta variedad de enunciados posibles conduce a determinar los niveles de formulación, disociando en el concepto el aspecto invariante (el significado) del modo de representarlo (los significantes) (cf. Concepto). Así, en clase de biología de 6º, será posible formular del siguiente modo la idea de “régimen alimentario”, a partir de observaciones de animales domésticos y de documentos:
a. Lo que comen todos los individuos de una misma especie es constante.
b. Las distintas especies animales no toman del medio las mismas cosas.
c. Los animales de una misma especie, en una misma situación, se alimentan de forma comparable, aunque la alimentación pueda variar en función de las estaciones, los lugares, los períodos de la vida (edad, período de reproducción...).
d. El grado de variación posible depende de las especies: algunas no presentan ninguna variación; en otros casos, ésta puede ser importante
Cuando esos alumnos hayan estudiado las redes tróficas, la idea de régimen alimenticio podrá reformularse de otra manera y en otro nivel por ejemplo, del siguiente modo:
e. Toda especie animal posee un régimen alimentario que le es propio. Ese régimen puede ser herbívoro, carnívoro, omnívoro (se pone de manifiesto en varios niveles tróficos).
Del mismo modo, en ciencias físicas, en la escuela primaria, la clase puede construir diversas formulaciones de la idea de calor, partiendo de observaciones de la vida corriente, así como de experiencias sencillas sobre distintas materias. Por ejemplo:
a. El calor se propaga más o menos deprisa según las sustancias.
b. Las sustancias en las que el calor se propaga con mayor rapidez se denominan “conductores térmicos”. Las otras son los “aislantes térmicos”.
A partir de mediciones de temperatura de agua caliente a distintas profundidades, podrá reformularse la idea de este modo:
a. Un líquido o un gas, calentado por su parte inferior, se pone en movimiento y lleva el calor a distancia de la fuente: es un fenómeno de convección .
Estos ejemplos nos muestran, en primer lugar, que las formulaciones dependen de las situaciones de aprendizaje; evolucionan en generalización y abstracción, a medida que se enriquecen las actividades de clase, en el curso de un año y en los distintos niveles de la escolaridad. Al hablar de formulaciones sucesivas, nos situamos en el contexto de la idea de jerarquización, de encasillamiento de enunciados y comprendemos que toda reflexión sobre la idea de nivel de formulación se sitúa en la articulación del análisis del saber enseñado y la consideración de las estructuras cognitivas de los alumnos.
En relación con los alumnos
Una primera faceta de la idea del nivel de formulación consiste en tener en cuenta a los alumnos. La luz que aportan los trabajos de Piaget, entre otros, acerca del desarrollo cognoscitivo de los alumnos, así como las investigaciones sobre las representaciones, muestran que la apropiación de un saber supone una estructuración personal y no una simple recepción de informaciones. Un enunciado no es una definición que memorizar de forma mecánica, sino una reorganización de los saberes que ya se poseen (cf. Representaciones).
El ejemplo más representativo de ese punto de vista psicogenético corresponde a la tesis de Jacques Lalanne. Los niveles sucesivos de formulación de un mismo concepto biológico (alimentación, respiración, circulación...) se derivan de las expresiones utilizadas por los niños en el transcurso de la actividad y se relacionan con una misma estructura subyacente.
“Un enfoque rápido exigiría que se definieran los niveles de formulación como el encuentro entre el desarrollo psicogenético y el tratamiento de la materia considerada, en el plano epistemológico, por el sujeto. Dicho de modo más sencillo, en su desarrollo y en sus actividades, el niño edifica, construye una materia (en este caso, la biología). Expresa algo que, en el plano conceptual, es significativo, aunque no utilice los términos canónicos de la disciplina. El concepto se formulará en un determinado nivel. (...)
La formulación presenta una gran variabilidad y un mismo concepto podrá reconocerse en significaciones lingüísticas diferentes, aunque equivalentes. Nos parece legitimo relacionar cada formulación con una formulación científica objetiva, independiente de la forma, que traduzca fundamentalmente el concepto subyacente.”
Las expresiones utilizadas por los alumnos se relacionan así con una formulación científicamente aceptable, relacionándolas con los niveles operativos definidos por Piaget (pensamiento preoperativo, concreto y formal). Pueden apreciarse desfases en función de los distintos conceptos biológicos, poniendo de manifiesto que éstos presentan cierta “resistencia” epistemológica, en lugar de reducirse a un simple “disfraz” de las operaciones mentales de carácter transversal.
En relación con el saber
En franco contraste, Guy Rumelhard propone determinar las formulaciones sucesivas de un concepto en un plano epistemológico, refrenando una progresividad del saber que se admite con demasiada facilidad y concediendo un lugar más central a la idea de ruptura. Para determinar un nivel de formulación, no basta con tener una frase, sino que hace falta poder señalar un problema científico en relación con el conjunto del concepto en cuestión. Basándose en ello, rechaza, por ejemplo, que la idea de ventilación pueda considerarse como un primer nivel de formulación de la respiración, apoyándose en el rechazo de la idea de precursor, tal como aparece con excesiva frecuencia en la historia de las ciencias.
“La persistencia de la palabra respiración para designar la ventilación, antes y después de Lavoisier, amenaza con inducir el obstáculo de la falsa continuidad y de la falsa recurrencia. La ventilación es ahora y siempre una manifestación de los fenómenos de oxidación, ya que se nombran el concepto y la comprobación empírica de una misma palabra. (...)
La ventilación, concebida como manifestación de la vida, es una condición previa al concepto de oxidación,
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