PROCESO DE CONVERTIRSE EN PERSONA
Enviado por cerritos • 19 de Julio de 2013 • 3.897 Palabras (16 Páginas) • 638 Visitas
El autor de este libro (PSICOTERAPEUTA ASESOR), se pregunta sobre los objetivos de la vida de una persona porque cree que el psicólogo ha de tener en cuenta las preguntas ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Por qué me estoy esforzando? ¿Cuáles son mis objetivos?
A lo largo de la historia se han dado respuestas muy diferentes a estas preguntas y en la actualidad también nos encontramos con un repertorio de respuestas diversas. Rogers se inclina por la de un filósofo, Kierkeergar que decía que en objetico de la vida de una persona es ser la persona que realmente se es. El sentido de esta expresión puede parecer evidente, pero Rogers observa que las personas no son siempre aquello que realmente es, si no que a veces siguen otros caminos. A través de su experiencia con pacientes que en los llama clientes y también a partir de su experiencia personal, intenta explicar el significado de esta frase definiendo cuales son las conductas de las personas que son realmente ellas mismas.
Todo este camino, desde que se dejan de utilizar mascaras hasta que se confía en uno mismo, es el proceso que una persona sigue para conseguir ser lo que realmente es. Una vez conseguida esta identidad, la persona goza realmente de libertad y dispone de una orientación vital satisfactoria. El proceso también tiene consecuencias positivas en la aceptación de otros. Según Rogers, la persona que se arriesga a iniciar este proceso es una persona sensible, abierta, realista, orientada hacia su interior y que se adapta con valor e imaginación s las situaciones cambiantes del exterior. Esto modelo se puede relacionar con el de la persona autor realizada por Maslow. También hay que advertir que el hecho de seguir este proceso es difícil y que tampoco hay un final, si no que se trata de una manera de enfocar la vida. Rogers propone este modelo de vida a cualquier persona, tanto si está sana como si tiene problemas psíquicos.
SIGNIFICADO DE CADA ETAPA DEL PROCESO:
PRIEMERO: DEJAR DE UTILIZAR MASCARAS
Significa no aparentar una cosa que no eres. Según Rogers, gastamos muchas energías disfrazando nuestra verdadera personalidad. En la clase, por ejemplo, seguro que intentamos parecer mucho más adultos, seguros, violentos, despreocupados… de lo que realmente somos. Uno mismo es quien sabe mejor como es, pero el hecho de quitarse la máscara, de salir de la fachada que nos oculta como somos realmente, atemoriza y por eso preferimos ocultarnos.
SEGUNDO: DEJAR DE SENTIR LOS DEBIERA
La conducta de las personas está marcada por muchos elementos: uno de ellos son las normas, que nos dan nuestros padres, la autoridad social, la presión social etc. hay un momento en que estas normas están interiorizadas, nos marcan de tal modo, que las seguimos aunque no queramos seguirlas. Es decir, hacemos cosas porque nos han dicho “debes de hacerlo” y no porque realmente queramos hacerlo o creamos que es la manera más adecuada para hacerlo. Un ejemplo claro de esto podría ser la relación que mantenemos con nuestros padres. Ellos, con sus recomendaciones, sugerencias y órdenes, intentan con toda la buena voluntad del mundo ponernos en el buen camino. Y nosotros, en cuanto no seguimos alguno de estos planteamientos tenemos mala conciencia. Nos avergonzamos de nosotros mismos por no haber atendido a sus consejos… el hecho de cambiar esta forma de hacer y dejar de seguir los debería es una fase fundamental en el proceso.
TERCERO: DEJAR DE SATISFACER EXPECTATIVAS IMPUESTAS
La psicología actual nos dice que tendemos a hacer aquello que hacen los otros. El grado de conformismo es creciente en nuestras sociedades. Nuestra cultura pretende que los individuos sigan unos patrones, unos modelos y cumplan determinadas expectativas. La consecuencia es que las personas viven de acuerdo con valores que los otros han fijado pero que tal vez sean nada significativos para ellas. Por ejemplo, una expectativa social de un estudiante es que vaya a la universidad, que tenga un trabajo de prestigio, forme una familia y gane mucho dinero. Pero tal vez una persona, al acabar la secundaria, prefiera viajar por el mundo o dedicarse a una actividad de voluntario en la ONG, o retirarse a una granja en el campo para dedicarse al cultivo biológico, etc.
CUARTO: DEJAR DE ESFORZARSE PARA AGRADAR A LOS DEMAS
Muchas personas se han educado y se han formado intentado siempre agradar a los demás y con el miedo permanente a recibir una crítica o una censura por parte de los otros. Esta conducta los ha llevado a comportarse de manera opuesta a lo que realmente querían hacer. Las personas que realmente son libres, que se han aceptado así mismas, dejan de intentar hacer las cosas en función de los otros y no modifican su conducta con el único propósito de agradar a los demás. Un ejemplo de esta actitud es la conducta de algunos chicos y chicas que orientan su vida única y exclusivamente en función de una pareja. Su apariencia externa, vestuario, diversiones, peinados, su sexualidad, su profesión… todo gira en torno a otra persona y se niegan a sí mismos. Un primer síntoma de crecimiento personal es el hecho de detectar aquello que no quieres ser.
QUINTO: COMENZAR A AUTOORIENTARSE
Significa que las personas adquieren autonomía y aprenden a escoger sus objetivos ellas solas, se vuelven responsables de sí mismas y deciden que comportamientos son importantes y cuáles no lo son. Esta autonomía, ligada al aumento de la autoestima, genera miedo y desconfianza, no es un camino alegre que se siga despreocupadamente. Es verdad que la libertad, como ya comento Fromm engendra miedo. Pero la falta de autonomía genera dolor.
SEXTO: COMENZAR A SER UN PROCESO
Las personas que se aceptan a sí mismas empiezan a notar que entran en un proceso constante de cambio ya que no les molesta esta sensación de ir modificando su percepción de las cosas y de sí mismas. No se esfuerzan por llegar a estados definitivos o conclusiones y están satisfechas con estos cambios continuos. Uno de los clientes de Rogers llego a decirle lo siguiente “no cabe duda que las cosas están cambiando, ya que no puedo prever ni mi propia conducta… a veces me quedo sorprendido de las cosas que he dicho… es una aventura… me está empezando a gustar”
SEPTIMO: A ACEPTAR LA PROPIA COMPLEJIDAD.
La experiencia de este estilo de cambios implica aceptar la propia complejidad. Las personas no somos buenas o malas, activas o perezosas, solidarias o egoístas, si no que somos un poco de todas esas cosas al mismo tiempo. Somos seres contradictorios. Se trata de no reducir la variedad de la propia personalidad a un solo rasgo y de comenzar a percibir la pluralidad de los yos que oculta unos mismos.
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