Paradigmas Sociales

“PARADIGMAS Y LAS CIENCIAS SOCIALES”

Por paradigma entendemos un modelo de plantear un problema, desarrollarlo y resolverlo, y que sirve de guía a los actores y a los investigadores.

Los paradigmas de las ciencias sociales no son universalmente reconocidos, ni corresponden a una comunidad científica; como modelos de problemas y soluciones no sólo sirven a la comunidad científica, sino a las comunidades políticas cuyo poder se amparan o identifican, por lo que el auge, la crisis y la emergencia de paradigmas de acción y de investigación están considerablemente asociados.

En esta lectura se refiere a las nuevas formas de pensar en las ciencias sociales y que también se esta dando en las ciencias de la materia y en las ciencias de la vida. Estas nuevas formas de pensar se manifiestan de manera clara en fechas recientes, por la crisis de los paradigmas o modelos de la sociedad, de Estado, de civilización, que han ocurrido a finales de este siglo.

A fines del siglo XIX surgió el paradigma de la socialdemocracia, el paradigma del Estado asistencialita del Estado benefactor, se desarrollo primero en la Alemania de Bismarck, después adquirió un gran relieve en países europeos y fuera de Europa, como en los Estados Unidos, con las políticas de tipo socialdemócrata, con las políticas del Partido Demócrata de los Estados Unidos en la época de Franklin D. Rooselvet, estas políticas tendían a resolver los problemas sociales mediante una intervención del Estado, en la educación, en la salud, en la construcción de viviendas, en el desempleo, en pensiones para los ancianos.

Keynes, teórico en el mundo de la economía fundamentó el modelo de desarrollo, el paradigma en el terreno de la economía, durante mucho tiempo este paradigma tuvo influencia muy grande en las corrientes políticas europeas y de muchos países del mundo (Políticas Keynesianas=Estado Bienestar).

Este modelo entró en crisis en los años setenta, cuando la sociedad postindustrial y el desarrollo científico de las técnicas de la comunicación para la producción y los servicios quitaron una fuerza relativa a la clase obrera organizada, esto quiere decir que las maquinas sustituyeron en gran parte el trabajo del hombre para obtener mayor producción y acumular más capital para los empresarios, por lo que los obreros siguieron formulando demandas económicas y sociales excesivas para su menguada fuerza, lo que llevó a una especie de ruptura del pacto social que estaba en la base del Estado benefactor.

Fuera de Europa también surgieron políticas de tipo social a cargo del Estado y surgió un nacionalismo defensivo, un nacionalismo liberador, en los que América Latina fue pionera, se añadieron propósitos o proyectos para construir estados-nación independientes y soberanos en el terreno económico y político, que asumieran la responsabilidad de resolver el problema social con medidas gubernamentales y no gubernamentales, relacionadas con un nuevo reparto de riqueza pública, privada y social, fenómeno que se dio en México desde la Revolución Mexicana, la que iniciara Francisco I: Madero y que fue encabezada por Venustiano Carranza en respuesta a las demandas sociales de los campesinos, obreros, clases medias, urbanas, encabezados por Villa y por Zapata, por lo líderes anarquistas y laboristas.

El Estado surgido de la revolución mexicana se asemejó a los estados existencialistas, a los estados benefactores, es decir ese Estado también planteó el problema de la educación como responsabilidad pública, de la salud y la asistencia, problema del empleo, el problema de los derechos de los trabajadores, el de dar tierra a los campesinos y de recuperar las riquezas nacionales en poder de los grandes monopolios extranjeros.

Así surgieron también muchos mas Estados en el Tercer Mundo, este paradigma del estado nacional y social entró en crisis y empezó a ser llamado;

Estado Populista.- se le empezó a llamar así desde una forma crítica desde posiciones reaccionarias, de quienes buscaban el predominio del gran capital o desde posiciones progresistas quienes buscaba la democratización de la vida pública y el incremento de las políticas de justicia social y desarrollo. “Populismo” se empleó y se emplea para designar aquellos movimientos o estados que, pretendiendo ser representantes del pueblo; adquieren formas autoritarias, con caudillos, con caciques o líderes que los dirigen; y que más que ser estados populares, son estados populistas. Los regímenes populistas fueron sistemáticamente derrocados, pero, más que por gobiernos revolucionarios, por gobiernos autoritarios o militares, ese otro paradigma de Estado-Nación popular y social, benefactor y desarrollista, también entró en una serie crisis en los últimos treinta años y con él un paradigma de investigación y análisis social y político que se desarrolló en el Tercer Mundo. El paradigma o modelo de las ciencias sociales del nacionalismo revolucionario o liberador tuvo un amplio marco filosófico y variaciones políticas tan ricas como son las civilizaciones e ideologías de África, Asia y América Latina, con grandes autores como Sun Yat-Sen, Nehru, o desde el poblano Luis Cabrera, el ghaniano N’Krumah, discursos que se enriqueciero con los enfoques marxistas periféricos, que cuentan entre sus líderes intelectuales a Mao Tse-Tung y Fidel Castro. Paradigma disfumado en las palabras y la filosofía de las ciencias sociales del tercer mundo se precisó con las acciones y sobre todo con la relación entre las palabras y los hechos.

Estado del socialismo real. La crisis de la Unión Soviética y de los países aliados es un tema que todos hablamos, por el fenómeno que acabó con un poderío económico, político y militar gigantesco, el de los países del socialismo real, la crisis del paradigma y modelo por el que lucharon millones de hombres en formas heroicas, en busca de una sociedad más justa que liberara simultáneamente a los países dependientes y a los trabajadores, a los pueblos oprimidos y a los obreros explotados, ese PY o paradigma conocido como marxista-leninista logró notables

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